¡No al terrorismo de estado! ¡No a la guerra civil!
Honduras está políticamente movilizada, pero su economía está bloqueada por la presión internacional y por las acciones del Frente de Resistencia Nacional que no se rendirá y que no cesará hasta que se logre el objetivo fundamental planteado por el presidente Zelaya: La Constituyente.
Reprimieron a los manifestantes y detuvieron al dirigente sindical y candidato presidencial independiente Carlos H. Reyes.
Después de treinta y dos días de resistencia del pueblo hondureño contra el golpe de Estado los golpistas han intensificado la represión contra el Frente de Resistencia Nacional y el día jueves 30 de julio arremetieron contra la muchedumbre que se habían tomado la carretera del norte en El Durazno a pocos kilómetros de Tegucigalpa y en El Pajonal cerca de la ciudad de Comayagua.
Los manifestantes ya se estaban retirando de los lugares de la protesta, cuando de repente los cuerpos represivos empezaron a disparar granadas lacrimógenas, balas de gomas y de palo, desde helicópteros, y los soldados disparaban balas vivas hacia la multitud de hombres, mujeres y hasta niños, que hacen resistencia pacífica, amparados en los derechos civiles consignados en la Constitución de la República, que hoy, una vez más, es violada por aquellos que juran defender el "régimen de derecho" y el "orden democrático".
Pudimos escuchar a través de radio Progreso, testimonios de hombres y mujeres, como el siguiente: "Hoy hemos sido victimas de hordas uniformadas (sospecho que actuaban bajos los efectos de algún alucinógeno) que enfurecidos cumplieron la orden superior de disparar contra mujeres y hombres indefensos; tuvimos que huir por los montes para ponernos a salvo, allá quedaron muchos heridos, una avioneta sobrevolaba para ubicarnos desde el aire... es horribleŠ están disparándole a la gente". También pudimos mirar las imágenes, en vivo, de la brutalidad de los uniformados, por la única televisora que está trasmitiendo los hechos represivos en el país. Hombres y Mujeres capturados, tendidos en el suelo, amarados y golpeados con garrotes y puntapiés, sangrando; periodistas agredidos y encarcelados; la cruel impunidad en marcha ante el silencio de una fiscalía cómplice y un Comisionado de Derechos Humanos golpista (Ramón Custodio es el nombre del canalla).
Se volvió a repetir las acciones de violencia asesina de un ejercito terrorista que trata de evitar a toda costa que retorne el orden constitucional al país, desobedeciendo lo estipulado en la Constitución y desafiando las resoluciones de los organismos como la OEA y la ONU, que en el caso de Honduras han resultado ser incompetentes, quizás esperando que sea derramada la sangre de muchos hondureños, dispuestos a morir con honor, para intervenir presencialmente.
La represión salvaje que ya ha causado varios muertos, desaparecidos, heridos, golpeados, encarcelados, violación de derechos civiles de la persona humana, la retención de miles de personas en El Paraíso, incluida la familia del presidente Zelaya, que sufren por ausencia de alimentos, agua y medicamentos, es una evidencia más que los golpistas y en particular el ejército, no están actuando solos, que el golpe en Honduras son parte de las acciones planeadas por los halcones del norte, que han venido actuando a través de sus agencias, aplicando la metodología de contrainsurgencia "cívica y fundamentalistas", con camisetas blancas, que resultan peligrosamente alienantes, que ya fracasaron en su intento de desestabilizar y derrocar los gobiernos electos democráticamente en el Sur de nuestro continente mestizo.
El golpe en Honduras responde a los nuevos esquemas golpistas que los halcones de los Estados Unidos plantean para Latinoamérica, para lo cual, de antemano, en Centro América, a través del "plan Maya-Jaguar y Palmerola, acordado en 1998 hubo movimiento de tropas de Estados Unidos, que además han venido asesorando y formando a policías y militares, supuestamente para combatir el narcotráfico, y por eso se formó "un triángulo entre El Salvador (donde recién tomó posesión un nuevo gobierno encabezado por el FMLN) Guatemala y Honduras, que refuerza la presencia militar" en la base de Palmerola donde hay unidades de infantería y naves de la Fuerza Aérea de Estados Unidos.
Recordemos que el "6 de febrero de 2009, el embajador de Estados Unidos Hugo Llorrens colocó la primera piedra de una base supuestamente antidroga que deberá estar concluida en marzo de 2010Š". Esta base está ubicada en el departamento de Gracias a Dios, fronterizo con Nicaragua, y es claro que resulta estratégico para los planes geopolíticos de Washington.
La resistencia de nuestro pueblo ha hecho que los directores del golpe nos quieran arrastrar hacia otro escenario, no de una solución en base al diálogo, sino a una guerra civil, para poder justificar una invasión militar y poner gobiernos sumisos ante el poder imperial. De ahí que mientras los voceros del Pentágono dicen no reconocer al gobierno de facto, cancelan visas diplomáticas de los golpistas, y dilatan la solución con una negociación hipócrita y falaz, los militares golpistas, que ellos entrenaron con fines contrainsurgentes, reprimen, persiguen, torturan y asesinan a los opositores, aun sabiendo que el ejercito de Honduras es nominal desde que se abolió constitucionalmente el reclutamiento forzoso. Me pregunto a qué se atienen.
La brutalidad de los militares que emulan a los carceleros de Guantánamo, es una provocación planificada para empujarnos hacia la guerra civil; es la vieja práctica, desde tiempo del enclave bananero, de desestabilización para mantenernos divididos, bajo la dependencia y sometidos al yugo imperial; es la estrategia que evita el desarrollo y la integración latinoamericana.
Lo que no entienden los halcones guerreristas y sus sátrapas, es que esta guerra que ellos añoran y que nosotros condenamos, tendrá otras connotaciones y que puede ser el fin de un imperio que se va resquebrajando por la ambición de élites voraces y la altiva estupidez de sus gobernantes.
Promover una guerra civil en Centro América, hoy más que nunca, es la opción equivocada, porque los acontecimientos económico, políticos y culturales en el continentes anuncia un fracaso que se revertirá sobre Estados Unidos; el gobierno de Barack Obama, es posible que haya entendido el mensaje de este pueblo que con una resistencia pacifica ha puesto a temblar a la oligarquía criolla, que no les queda otro camino, sino, azuzar a hordas terroristas ejecutores del golpe; de ahí que mientras se desarrollaba la represión en Honduras, el señor Hugo Llorrens, el pretor que dirigió el golpe en nuestro territorio, ha llegado a Nicaragua para brindar reconocimiento al expatriado Presidente Zelaya. ¿Será sincero el mensaje de Washington? En lo particular creo que sólo están ganado tiempo.
Mientras tanto los hondureños, bajo la dirección del Frente de Resistencia Nacional contra el golpe, seguiremos con la manifestación pacifica, poniendo la mejilla como hombres amantes del derecho y de la paz, no por cobardía, sino, para evitar la guerra que nunca hemos deseado, aunque no sabemos hasta cuando le diremos ¡No a la guerra! ¡No al terrorismo de Estado!
César Lazo
Unión de Escritores y Artistas de Honduras