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La pesadilla continúa para los hondureños.  Ayer los movimientos sociales fueron reprimidos violentamente por elementos de la policía nacional y el ejército, mientras esperaban la llegada del presidente Zelaya
La protesta pacífica comenzó frente a la Universidad Pedagógica Francisco Morazán a eso de las 11:30 de la mañana.  Era una multitudinaria marcha; pero durante el recorrido por el Boulevard de las Fuerzas Armadas, hacia el aeropuerto, más y más personas se iban incorporando a la misma, por lo que se calcula que unas 500 mil o más personas participaron de esta masiva protesta que se mantuvo por varias horas frente al aeropuerto internacional de Toncontín.
Los manifestantes eufóricos y con muchas esperanzas de ver a su presidente José Manuel Zelaya Rosales, que se anunció llegaría al país a las 4h00 de la tarde, gritaban consignas mientras caminaban hasta llegar al aeropuerto donde permanecieron por varias horas; sin embargo unos minutos antes de que llegara el mandatario, se armó un disturbio.  La policía y el ejército se notaban visiblemente asustados creo que ellos nunca habían visto tantas personas reunidas en un lugar y dispuestos a defender la democracia y el orden constitucional, solo vieron que los manifestantes se acercaron al muro perimetral del aeropuerto y comenzaron a atacarlos.  En primera instancia usaron balas de salva pero luego usaron balas normales y lanzaron bombas lacrimógenas para amedrentar a la gran multitud.
Lamentamos que este ejército y policía tenga esta actitud de violencia contra sus mismos hermanos hondureños ya que la mayoría de soldados de nuestro país vienen de los estratos más pobres de nuestra población, sin embargo, siempre que les toca, atacan a su mismo pueblo y lo matan si es posible, como ocurrió ayer en el aeropuerto.
El caos se armó y lamentablemente se informó preliminarmente que perecieron dos personas inocentes, se trata de un niño de 8 años de nombre Darwin Antonio Lagos y un joven de 18 años de nombre Isis Obed Murillo, ambos originarios del departamento de Olancho, y resultaron unas 10 personas heridas.  Sin embargo falta hacer investigaciones más profundas porque, al parecer, se desconoce el paradero del cuerpo del niño, solo se tiene el testimonio hablado de una persona que recogió del suelo su cuerpecito inerte y lo subió a un vehículo para que fuera trasladado a un hospital.  Hasta al momento se desconoce el paradero del menor, pero algunas personas verdaderos defensores de los derechos humanos en el país ya están haciendo las investigaciones correspondientes y hoy en horas de la mañana se encuentran visitando los hospitales de la capital y la morgue para dar con el paradero de este inocente y confirmar si murió o no.
Algo que me siento en la obligación como comunicadora de mencionar es que el padre del joven Isis Obed Murillo, a quién le destrozaron la cabeza con un disparo de M16 lanzado por uno de los tantos franco tiradores que estaban ubicados en puntos estratégicos en donde se mantenía la toma, el señor David Murillo, que reside en Guayape departamento Olancho, es un compañero que apoya al Comité de familiares desaparecidos de Honduras (COFADEH), en ese departamento, y el joven asesinado ayer era beneficiario de uno de los proyectos que maneja COFADEH.  El compañero David, junto a sus 11 hijos, se trasladó desde su comunidad hasta Tegucigalpa para apoyar estas protestas que se están desarrollando todos los días en la capital y en otras ciudades importantes del país con la esperanza y la convicción que la lucha por la justicia y la verdadera democracia la lograremos los movimientos sociales.  Además, expresó a los medios de comunicación que, pese al dolor que le causa la pérdida irreparable  de su hijo, no retrocederá y que continuará luchando hasta el final.
Debido a estos hechos violentos que se suscitaron mientras esperamos con ansias a José Manuel Zelaya Rosales, muchas de las personas salieron corriendo y se fueron para sus casas atemorizadas.  Sin embargo, una gran cantidad de manifestantes se mantuvo en el lugar y vieron cuando el avión donde se transportaba el mandatario hondureño sobrevolaba el cielo capitalino buscando la forma de aterrizar; pero esto fue imposible en vista que el ejército estacionó varios camiones en la pista para impedir que el avión donde venia el presidente aterrizará.  Más bien la Fuerza Aérea Hondureña mandó a sobrevolar sus aviones y amenazó con interceptar la nave donde se transportaba el presidente, si no desistían de su intento de aterrizar.  Esto provocó que el piloto que conducía el avión de origen Venezolano, junto al mandatario, tomarán la decisión de trasladarse a otro país.  En este caso, aterrizaron en Managua, Nicaragua, alrededor de media hora después, donde fue recibido por el mandatario Nicaragüense Daniel Ortega su esposa y varios representantes de su gobierno, con quienes Manuel Zelaya Rosales dialogó por algún tiempo y posteriormente se trasladó hacia el Salvador, donde le esperaban sus homólogos de Argentina, Paraguay, Ecuador, El Salvador para reunirse con el secretario General de la OEA y tomar decisiones sobre lo que harán para resolver este conflicto en Honduras.
Hoy se supo que salió una comisión de aquí de Honduras hacia Washington, con la intención de dialogar y buscar una solución a este grave conflicto que atraviesa el país.
Pese a toda esta represión y violencia de la que está siendo objeto los movimientos sociales y populares y en general el pueblo hondureño, la dirigencia popular dice que no retrocederá y que la lucha por lograr el orden constitucional en Honduras continuará y desde ya en estos momentos se están organizando los diferentes movimientos sociales frente a la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán desde horas muy tempranas para continuar protestando.
 
Morazán ordena: patria libre o morir
- Mabel Marquez, Comunicadora Vía Campesina en Honduras.