Golpe de Estado en Honduras

La CTA se manifiesta en apoyo al gobierno constitucional de Zelaya

2009-07-03 00:00:00

[2/07/2009 - ACTA] Por Mariano Vázquez. Al cierre de esta edición la Central de Trabajadores de la Argentina marchaba por las calles de Buenos Aires en repudio a la asonada cívico-militar ocurrida en el país centroamericano. El gobierno de facto que preside Roberto Micheletti suprimió las garantías constitucionales y extendió el toque de queda por nueve días más, mientras las organizaciones sociales denunciaron el incremento de la represión.
A las 17, la CTA y todas sus organizaciones de base y militantes iniciaron desde las avenidas Córdoba y Callao, la caminata hasta Callao 1564, sede de la Embajada de Honduras en la Argentina, en repudio al gobierno de facto encabezado por Roberto Micheletti, luego del golpe de Estado perpetrado el domingo pasado, en el que fue secuestrado y expulsado de su país el presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya. Los manifestantes también repulsaron a los golpistas por la extensión del toque de queda por nueve días más.
Frente a la sede diplomática se leyó el documento consensuado entre las organizaciones sociales, sindicales políticas y de derechos humanos en el que se exigió la “aparición con vida de todos los desaparecidos y desaparecidas durante esta asonada; la inmediata liberación de todos los detenidos; el respeto absoluto a los derechos humanos del pueblo hondureño; y a la libertad de prensa, manifestación y organización de la sociedad hondureña”.
Asimismo, se demandó “la restitución sin condicionamiento alguno en el cargo al presidente José Manuel Zelaya Rosales” y un “pronunciamiento categórico condenando explícitamente el golpe de Estado en Honduras de parte de la OEA, OIT, ONU y UNESCO”.
Además, a principio de semana, la CTA envió una carta al presidente Zelaya, firmada por el secretario general Hugo Yasky; los adjuntos Pablo Micheli y Pedro Wasiejko y de Relaciones Internacionales Adolfo Aguirre, en la que denuncia “la persecución contra dirigentes populares”, destaca que “miles de hondureños han permanecido las últimas horas frente al Palacio Presidencial, en Tegucigalpa, para mostrar su rechazo al golpe de Estado que el domingo derrocó y expulsó del país a Manuel Zelaya y a la usurpación del poder, con el apoyo de las Fuerzas Armadas hondureñas, por parte del que hasta entonces era el presidente del Congreso, Roberto Micheletti”, y resalta que “sectores sociales y sindicatos convocaron a una huelga nacional desde ayer para exigir el regreso del mandatario”.
En otro de los párrafos se expresa el “total repudio a los hechos” y al accionar violento de las fuerzas armadas que encapuchados "agredieron, secuestraron y expatriaron (al presidente Zelaya) a Costa Rica, desconociendo la voluntad del pueblo de su país que lo llevó a la presidencia mediante las urnas” y que pusieron en su lugar “a un impostor que no representa ni respeta la voluntad popular”.
“El pueblo de Honduras ha salido a la calle en apoyo a su gobierno y a su voluntad por profundizar la democracia en su país, mediante la consulta popular que estaba prevista para el domingo pasado, mientras los militares sediciosos secuestraban y golpeaban a los embajadores de Nicaragua, Cuba y Venezuela, que intentaban acercar una muestra de solidaridad con Usted y su Gobierno”, señala otro de los puntos de la misiva.
También insta a la comunidad internacional para que “active todos los mecanismos a su alcance para terminar inmediatamente con el toque de queda y este brutal atentado contra la vida democrática de nuestro continente” y exige a la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) que se declare “en contra de la absoluta censura de la prensa de su país, que oculta la información sobre los graves hechos que se suceden minuto a minuto”.
La CTA recuerda que las centrales obreras de Honduras (CGT, CUT y CTH) han denunciado que a partir del golpe “se estarían confeccionando listas de dirigentes sociales y políticos que serían detenidos por su compromiso con la consulta popular, lo que podría desatar una muy grave situación de represión con impredecibles consecuencias”.
Estado de Sitio
Luego de que la Organización de Estados Americanos (OEA) diese un plazo de 72 horas al Gobierno "de facto" para restaurar el orden democrático en el país, todas las embajadas europeas retiraron a sus máximos representantes, al igual que los países del ALBA, muchos otros de la región y el SICA. Sin embargo, la dictadura de Roberto Micheletti, a través del Congreso, reforzó el toque de queda y restringó aún más las garantías constitucionales de libertad personal. De esta manera, se han prohibido el derecho de reunión y asociación, la circulación y manifestación ciudadana. También pueden acceder a cualquier lugar sin necesidad de una orden judicial mientras dure el toque de queda establecido hasta el sábado.
Desde Panamá, Zelaya ha dirigido un mensaje por radio a los ciudadanos y ciudadanas de su país y les ha recordado que "nadie debe obediencia a un Gobierno usurpador ni a quienes asumen funciones o empleos públicos por la fuerza de las armas" y que "el pueblo tiene derecho a recurrir a la insurrección en defensa del orden constitucional. No debemos dejarnos vencer ni atemorizar, debemos ocupar nuestros espacios sin temor. Nos jugamos el destino de la nación, el destino de nuestros hijos".
A pesar del Estado de Sitio, el pueblo de Honduras y sus organziaciones sociales siguen en pie de lucha en las calles de todo el país exigiendo la restitución plena del orden democrático y del presidente constitucional.
Solidaridad internacional
Como medida para ampliar aún más el aislamiento a Honduras la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF, por sus siglas en inglés) rodeada mañana por la mañana ese país en sus tres fronteras.
Los sindicatos miembros de la ITF de El Salvador, Nicaragua y Guatemala se manifestarán en El Amatillo, Los Tres Pasos de Frontera e Izabal. Allí, junto a trabajadores de Venezuela y México expresarán su rechazo al golpe.
El secretario regional interamericano de la ITF, Antonio Rodríguez Fritz, declaró: “Nuestros sindicatos miembros de Honduras nos han pedido que les ayudemos organizando manifestaciones pacíficas en las fronteras de cada país colindante, y eso es exactamente lo que haremos mañana”.
“Nuestros amigos de Honduras nos informan de que están siendo objeto de una violencia cada vez más intensa. Ya hay dos personas muertas y miles heridas, además de varios líderes sindicales arrestados. Estas manifestaciones nos darán la oportunidad de demostrarles nuestro apoyo de la forma que ellos consideran más adecuada”, amplió.
Y concluyó: “Es vital que mantengamos la presión sobre quienes han intentado usurpar el poder en el país. La cultura del golpismo es un cáncer que creíamos extirpado en América Latina. Ni podemos, ni permitiremos que vuelva o se propague a otros países”.