Inaugurado el VII Taller Internacional Sobre Paradigmas Emancipatorios.
Con la participación de 340 representantes de organizaciones, movimientos y redes sociales, instituciones académicas, educativas, ecuménicas y religiosas, grupos de trabajo, intelectuales, teólogos y teólogas de 26 países comenzó el VII Taller Internacional sobre Paradigmas Emancipatrorios en la sede del Centro Nacional de Conservación, Restauración y Museología en pleno centro histórico de la capital cubana.
El evento, auspiciado por el Grupo “América Latina: Filosofía Social y Axiología” (GALFISA), del Instituto de Filosofía de La Habana, el Centro Memorial Dr. Martin Luther King y otras organizaciones e instituciones cubanas, latinoamericanas e internacionales, en estos días propiciará las reflexiones en torno a la diversidad e identidades en los procesos de resistencia al sistema de dominación múltiple del capitalismo global, el poder, la política y lucha por la emancipación, los desafíos a los movimientos sociales frente a la recolonización imperial en América Latina, y la civilización “más allá” del capital, con énfasis en la búsqueda de alternativas frente a la cultura y la comunicación hegemónicas.
Concepción Nieves Ayús, directora del Instituto de Filosofía, una de las instituciones que organizan el evento dio la bienvenida a los participantes. Por su parte, el reverendo Raúl Suárez, director del Centro Memorial Dr. Martin Luther King, Jr, institución que celebra en estos días su vigésimo aniversario, dirigió un mensaje a los presentes en el que recordó cómo los pueblos nunca se sumaron a la política de aislamiento contra Cuba, y cómo siempre llegó hasta los cubanos el aliento solidario de muchos movimientos sociales y populares de nuestra América.
Testimonios desde los movimientos
Los significados políticos y culturales comunes de las luchas sociales, así como las barreras y puentes para su articulación constituyeron la esencia de los testimonios de
muchos de los participantes en este VII Taller que ha devenido en un espacio de diálogo de saberes y experiencias comunes entre personas que buscan desafiar el pensamiento único y construir alternativas diversas frente a la sociedad neoliberal.
Jorge Coronado da testimonio sobre la experiencia de articulación de diversos movimientos en la Alianza Social Continental.
A partir de la experiencia acumulada en la lucha contra el ALCA, quedó definida la labor pedagógica como herramienta clave para lograr la unidad de los movimientos de resistencia del continente.
“El gran desafío en estos momentos —dijo Coronado— luego de derrotar el proyecto ALCA, es enfrentar a los TLCs. Para ellos debemos articular lo nacional y regional con lo continental.
También se refirió a la necesidad de seguir trabajando por consolidar una agenda con los gobiernos sin perder la autonomía de nuestro movimientos para enriquecer un proceso de discusión multisectorial que incluya los esfuerzos integradores donde los movimientos sociales tienen un papel relevante.
El argentino Juan Roque habla desde la experiencia de Jubileo Sur, red que centra su labor en la lucha contra la deuda externa. Recordó como Fidel en 1985 profetizó lo que significaría la deuda como elemento de opresión y dependencia de nuestros pueblos ante el capital internacional. Jubileo Sur proclama la ilegitimidad moral de una deuda que se contrajo de espaldas a los pueblos y para beneficio de unos pocos y que ahora se paga a costa del bienestar de nuestra gente. Y finalmente, llamó a no abandonar este tema en la agenda de los movimientos y redes sociales.
Gerardo Cerdas de Costa Rica, desde su experiencia como coordinador regional para Centroamérica del Grito de los Excluidos, abogó por fortalecer el diálogo entre líderes y facilitadores de las organizaciones sociales Para ello propuso trabajar juntas y juntos en el diagnóstico de las barreras y crear una agenda inclusiva y articulada.
La ecuatoriana Irene León de Ecuador se refirió a las experiencias de la Minga Informativa de los Movimientos Sociales y reconoció el aporte del CMMLK en su consolidación que busca sumar esfuerzos de diversas organizaciones y redes, como CLOC y Vía Campesina, entre otros. La Minga propicia que los movimientos se expresen a partir de su propia voz, sus visiones. Es también un espacio de reflexión y de formación que ha fortalecido la capacidad comunicativa de los movimientos.
Miriam Nobre de Brasil, en representación de la Marcha Mundial de Mujeres (MMM),
dijo que utilizar la razón y los sentimientos nos ayudan a entender y a transformar la realidad. La Marcha es un movimiento feminista anticapitalista que pone énfasis en la acción. Nuestro movimiento tiene sentido si es capaz de educar a las mujeres en sus derechos y en la comprensión de su propia situación. La lucha de las mujeres debe integrarse cada vez más a la lucha general contra el orden capitalista pues ambas forman parte del orden injusto impuesto por el patriarcado y el capitalismo.
Resaltó la importancia de las alianzas con otros movimientos y sectores sobre una base de confianza y de comunidad de propósitos. Puso como ejemplo la alianza que la MMM tiene con la Vía Campesina. Lanzó una interrogante: cómo podemos influir de manera más activa en los otros movimientos y en las relaciones de poder que persisten en el seno de ellos mismos.
Por su parte la mexicana Ana Esther Ceceña, integrante de la Campaña por la Desmilitarización de las Américas (CADA), señaló que la militarización camina invisiblemente como parte de la vida cotidiana de nuestros pueblos. Cada vez más debemos visibilizar la protesta ciudadana frente a los proyectos, leyes y acuerdos que regulan la presencia de bases militares en la región.
Gustavo Castro, de Chiapas dijo que temas como la contaminación, el uso de agroquímicos, la deuda externa, el ALCA, la integración energética del plan Bush son retos a los que los movimientos tenemos que enfrentarnos para sobrevivir como especie.
Anabel Estrella de la Red Mundial contra las Bases Militares en el Exterior, relató el encuentro mundial recientemente celebrado en Ecuador y la importancia del fortalecimiento de esta red integrada por organizaciones de diversos países de la región. Entre sus debilidades mencionó ciertas diferencias entre organizaciones del norte y del sur y la falta de integración y complementación entre el trabajo intelectual y la labor movilizativa.
Blanca Chancoso, del Movimiento indígena de Ecuador, inició su intervención con un saludo al CMMLK en su XX aniversario
“Nuestros pueblos tienen profundas raíces, dijo, y hoy nos presentamos a la voracidad del modelo capitalista de dominación que pretender hacernos desaparecer como pueblos originarios.
“Ahora nos hemos organizado mejor y estamos haciendo valer nuestra palabra y nuestros derechos uniendo nuestros reclamos a los demás sectores que también han sido excluidos y explotados. Reivindicamos nuestra identidad como naciones y pueblos y a partir de ahí nos integramos en ese llamado a la unidad en la diversidad. Por eso nuestra lucha es plurinacional, pluricultural. En ese camino estamos fortaleciendo nuestro movimiento como un reclamo continental, el de todos los pueblos originarios y vamos en busca de una alianza también mundial”.
Con la presentación de las revistas Caminos, Marx Ahora y Utopía y Praxis Latinoamericana continuaron las sesiones del VII Taller Internacional sobre Paradigmas Emancipatorios.
Los testimonios de varios dirigentes de movimientos sociales y populares de la región dieron cuenta de los significados políticos y culturales de las luchas de los movimientos sociales, así como de los desafíos y propuestas de articulación.
Gustavo Codas de la Central Única de Trabajadores de Brasil se refirió a la experiencia de la Asamblea de Movimientos Sociales (AMS) en el proceso del Foro Social Mundial.
“Si bien el Foro se ha definido como un espacio abierto, diversificado, de encuentro entre organizaciones sociales —acotó—, se hace necesario ampliar esta iniciativa surgida en el primer FSM de 2001 teniendo en cuenta una agenda política común
de movilizaciones para el conjunto de movimientos que la integran.
“Es cierto que el proceso del Foro —dijo— ha sido una vía para visibilizar las luchas globales, sin embargo, aún existen incomprensiones en relación con la agenda de las Asamblea de Movimientos Sociales, que ha sido calificada, por algunos, como una “nueva transnacional”.
El dirigente dijo que sería saludable recuperar lo conquistado por la Campaña Continental contra el ALCA, que ha demostrado mediante una agenda política común articular a las fuerzas, redes, movimientos sociales y populares del continente, desde sus particularidades nacionales frente al ALCA y los Tratados de Libre Comercio, aportando no sólo una metodología coherente sino también logrando la unidad dentro de la diversidad.
“En la AMS sin embargo no se busca una nueva estructura, manifestó, no se trata de nuevas redes sino de resignificar las luchas y hacer que dialoguen con el resto de los actores sociales del continente, teniendo en cuenta sus acumulados culturales y sus identidades propias.
Juan González, de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA) hizo un recuento histórico de las luchas de la clase obrera de su país contra las políticas neoliberales y la criminalización del movimiento popular en la época de la dictadura militar con la secuela de crímenes, desapasiones y violaciones de los derechos que dieron al traste con la unidad sindical, campesina e indígena.
“Aunque no somos— dijo— una confederación sindical, agrupamos a diferentes sectores del movimiento obrero (trabajadores, desocupados, entre otros). Nacimos en 1991 y contamos con una larga experiencia de acercamiento con otras organizaciones campesinas, indígenas del país.
“La dictadura militar —expresó— dio paso a una “fachada democrática” que lejos de crear un clima propicio para la consolidación de la unidad obrera, profundizó el proyecto neoliberal y con ello la fractura de estas organizaciones. Esto trajo consigo una discusión al interior de la (CTA) que permitió visualizar nuestras deficiencias. A partir de ese momento, nos constituimos como congreso con el propósito de unificarnos.
Por otra parte, la CTA ha desafiado el sesgo tradicional de los sindicatos que sólo incluyen como miembros a trabajadores, empleados y registrados. “Nosotros —señaló el dirigente— desde nuestro surgimiento, hemos creado espacios abiertos de integración con otros movimientos sociales.
“Nos dimos cuenta, dijo, que más que un movimiento de trabajadores, debíamos constituirnos en un movimiento popular. La lucha contra el ALCA nos dio la posibilidad de aunar, darle coherencia y resignificar nuestra resistencia no sólo a lo interno del movimiento sino a nivel continental.
“La única posibilidad de enfrentar el imperialismo —expresó— es a través de la construcción de un proceso de integración desde los pueblos, por ello, eventos sociales como las cumbres de los pueblos, y los propios foros cuentan con la participación de la CTA. Nuestro objetivo es apoyar la reconstrucción de una identidad de clases inclusiva,
Hedilberto Salcedo de la Central de Campesina e Indígena del Paraguay, manifestó por su parte, la necesidad de continuar defendiendo la soberanía frente al neoliberalismo, la vida frente al egoísmo y el pensamiento único, y el rechazo a la militarización de la región.
Hasta el día 30 de abril, se sucederán en este espacio paneles, discusiones en plenarias, intervenciones motivadoras de temas y talleres todos centrados en el objetivo