Un grito en el corazón del imperio

2000-10-17 00:00:00

"Del fondo de nuestros corazones, nosotros, los excluidos y excluidas de las
Américas, lanzamos un grito de protesta contra la desigualdad y la injusticia
del mundo en que vivimos. Somos todos pasajeros de la misma nave, el planeta
Tierra; sin embargo, como en las carabelas de los colonizadores y nuestros
aviones trasatlánticos de hoy, viajamos en condiciones desiguales. En la
primera clase, una minoría usufructúa todos los privilegios del consumismo
superfluo, de actitudes anti-sociales y depredadoras del medio ambiente. Esa
minoría tiene acceso a la medicina sofisticada, la educación, la cultura y
los beneficios de la tecnología de punta. En las bodegas insalubres,
agobiados por el hambre, las enfermedades, la violencia y la explotación, se
amontona la mayoría de la población mundial." (Manifiesto del Grito del los
Excluidos/as)

Bajo el lema "Por trabajo, Justicia y Vida", se realizó en los países de
América Latina, Central, del Norte y el Caribe el Grito de los Excluidos/as
Continental. Uno de los momentos fuertes fueron las diversas manifestaciones
realizadas en Nueva York, fruto de la asociación entre el Grito, la Marcha
Mundial de la Mujeres, Jubileo 2000 y la Coalición de los Inmigrantes
Indocumentados.

El día 12 de octubre, con la participación del Premio Nobel de la Paz Adolfo
Pérez Esquivel, el Obispo Metodista Federico Pagura, ambos de Argentina, y
Frei Betto del Brasil, líderes del Movimiento Sin Tierra del Brasil,
indígenas de Ecuador y México, de los derechos humanos de República
Dominicana, Inmigrantes Indocumentados de los Estados Unidos y representantes
de Haití y Chile, se cumplieron diversas actividades en la realización del
Grito.

La delegación del Grito tuvo una audiencia con el Programa de las Naciones
Unidas para el desarrollo, PNUD, una conferencia de prensa, audiencia con la
secretaria de Cofi Annan, Secretario General de la ONU, y un Foro
Internacional al final del día. Las actividades del Grito se sumaron a la de
la Marcha de los Inmigrantes Indocumentados que tuvo lugar el día 14 y la
Marcha Mundial de las Mujeres del día 17 de octubre.

En las diversas audiencias, conferencias de prensa y manifestaciones se
entregaron dos documentos: el Manifiesto del Grito de los Excluidos y la
Carta Pública del Grito a las Naciones Unidas.

La realidad que el Grito mostró

Fue un grito contra la globalización que favorece a pocos países ricos, en
desmedro de las naciones pobres. Prueba de ello es que apenas los siete
países miembros del G-7, detienen 18 billones de dólares del PIB mundial, en
tanto que los otros 180 países tienen apenas 7 billones.

El Grito también denunció que los tres ciudadanos americanos más ricos, Bill
Gates, Paul Allén y Warren Buffet, poseen juntos una fortuna superior al PIB
de las 42 naciones más pobres, en las cuales viven 600 millones de
habitantes. Toda esta concentración de riqueza tiene como consecuencia el
aumento de la pobreza. En América Latina y el Caribe existen 224 millones de
pobres y 90 millones de miserables. Por eso el Grito se manifestó contra la
política del Fondo Monetario Internacional, la Organización Mundial de
Comercio y el Banco Mundial, organismos que determinan la política económica
de nuestros países.

El Grito denunció también la dependencia creada por el problema de la Deuda
Externa. Después de la Segunda Guerra Mundial, América Latina no tenían
deudas, pero ahora debe casi un billón de dólares. Tiene la más alta deuda
por habitante del mundo. Denunció también los gastos que se hacen con la
carrera armamentista que consume anualmente la cifra de 800 mil millones de
dólares. Y como no podía ser de otra manera, denunció la injerencia
estadounidense en América Latina por medio del Plan Colombia, que en nombre
del combate al narcotráfico quiere el control estratégico de los recursos
naturales de la región amazónica, violando la soberanía del pueblo colombiano
y poniendo en riesgo la seguridad social y política de los países
involucrados.

Declaraciones

En sus intervenciones Pérez Esquivel señaló: no vinimos hasta aquí para
llorar, sino para resistir, reclamar nuestros derechos. Pasamos del
terrorismo de Estado (dictaduras) al terrorismo económico, que trae hambre y
miseria. La deuda externa es el principal agente de este terrorismo. El
grito es un basta a todo esto y debe ser oído. Según él, no hay países del
tercer mundo, sino que somos un solo mundo mal distribuido y la transferencia
del capital a los países ricos significa pobreza y miseria para los pueblos
de América Latina y el Caribe.

El representante del Grito de los Excluidos de Brasil, Gilmar Mauro del MST,
manifestó que por más muros que se construyan los migrantes continuarán
viniendo para acá; convocamos a todos a que se unan al Grito a fin de
construir juntos un mundo de justicia y paz. Es ahora de poner un basta a la
deuda externa.

En su intervención Frei Betto hablo de que en América Latina la democracia es
aquella en la cual el pueblo no participa. En la era virtual, nada más
virtual lo que la democracia en nuestros países. Según él, la guerra contra
la pobreza ya terminó y los pobres fueron los derrotados.

Para el Obispo Metodista Emérito Federico Pagura, las iglesias tienen una
tarea que es la de juntas contribuir a superar la miseria.

Propuestas del Grito

De manera amplia el Grito exigió una reforma agraria; cambios en las
políticas económicas con el objetivo de eliminar el desempleo y la exclusión;
demarcación y protección de las tierras indígenas; respeto al medio ambiente;
el fin de la dependencia económica y cultural de nuestros pueblos y la
anulación de nuestras deudas externas, dentro del espíritu del año Jubilar
anunciado por el Papa Juan Pablo II.

Como propuestas concretas, se destacan entre otras.

a) Exigimos que las decisiones políticas deben estar en las manos de los
gobiernos nacionales y no determinadas por la OMC, FMI y Banco Mundial;

b) Exhortamos a los países desarrollados a fin de que cumplan su compromiso
de destinar el 0,7% de su PIB para ayuda al desarrollo;

c) Exigimos la anulación de la deuda externa de los países del Sur pues la
misma ya fue pagada varias veces y que los recursos sean destinados a un
desarrollo sustentable, bajo la supervisión democrática y soberana de los
países.

d) Apoyamos la iniciativa de establecer impuestos a las transacciones
financieras internacionales y que esos recursos sean destinados a combatir la
pobreza;

e) Exhortamos a los gobiernos a ratificar la Convención Internacional sobre
Protección de los Derechos de los Trabajadores Migrantes y de sus Familias;

Las denuncias y las propuestas que la delegación presentó a las Naciones
Unidas, pueden ser encontradas íntegramente en el Manifiesto del Grito y en la Carta Pública del Grito a las Nacionales Unidas.

Pe. Luiz Bassegio,
Secretario del Grito de los Excluidos/as Continental