Más de 100 mil personas se movilizarán el próximo domingo 7
de septiembre, durante la novena edición del Grito de los
Excluidos, que este año tiene como lema "Saquen las manos…
Brasil es nuestro campo".

Mientras el gobierno federal anuncia gastos por 150 millones
de Reales para la realización de la fiesta del 7 de
septiembre (día de la Independencia), los movimientos y las
pastorales sociales, que hace ocho años organizan las
manifestaciones del Grito de los Excluidos, encuentran que
hay poco que celebrar.

Por esto, miles de ciudades, organizaciones, comunidades y
movimientos en general gritarán por soberanía,
independencia, contra la exclusión social y a favor del
pueblo brasileño. El Grito de los Excluidos es por trabajo,
salud, vivienda, educación, reforma agraria y vida digna
para todos. Un momento fuerte, entre otros tantos, será en
el Santuario de Nuestra Señora de Aparecida, en Aparecida,
Sao Paulo.

En Brasil, el Grito de los Excluidos se suma a la Campaña
contra el ALCA, que luego de realizar un plebiscito popular
con más de 10 millones de votantes, ahora promueve la
campaña "Vacúnese contra el ALCA". El objetivo es
recolectar la mayor cantidad de firmas, para exigir al
actual gobierno la realización de un Plebiscito Oficial
sobre el ALCA. Las firmas recogidas serán entregadas al
presidente Lula el 16 de septiembre.

El Grito brasileño se suma también a las movilizaciones
continentales contra la globalización neoliberal que tendrá
su punto máximo el 13 de septiembre con ocasión del la
reunión de la OMC en Cancún, México.

El Grito de los Excluidos es una iniciativa brasileña que
tiene hoy dimensiones continentales. El Grito de los
Excluidos se realizará en 22 países de las Américas y el
Caribe, el 12 de octubre, fecha que marca la resistencia de
los pueblos de las Américas. Los países gritan contra el
ALCA, OMC, deuda y la militarización del continente por
parte del gobierno estadounidense. Los pueblos de las
Américas y el Caribe gritan por trabajo, justicia y vida.