Fortalecer la unión de los movimientos populares de resistencia
y definir líneas de acción para evitar la implementación de
proyectos neoliberales antipopulares en la región, fueron
algunos de los objetivos del IV Foro Mesoamericano y del III
Foro Campesino Mesoamericano, realizados en Tegucigalpa
(Honduras), los días 18 a 24 de este mes de Julio. Participaran
más de 1000 personas, en su gran mayoría pertenecientes a
movimientos sociales de trabajadores: mujeres, indios, negros,
jóvenes y migrantes, procedentes de los países de
Centroamérica.

La implantación de Megaproyectos en la región, según el modelo
del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, NAFTA,
trajo consecuencias negativas para los trabajadores del campo,
para los migrantes y para la economía de los países,
principalmente para México.

En consecuencia una parte de la agricultura de México está
desapareciendo. En este momento el país importa de los USA 90 %
del arroz y del trigo, 30 % del maíz, 35 % de sorgo y 40 % de la
carne. Antes del tratado México tenia 40 millones de cabezas de
ganado, hoy son 23 millones. Y si eso aconteció en México, que
cuenta con una economía 50 veces más fuerte que la de El
Salvador, qué va a acontecer con la economía de los países de la
región? Si consideramos que en los USA hay 1500 tractores por
mil trabajadores del campo y en México solo 20, eso nos puede
dar una idea aproximada de lo que acontecerá en la región
Mesoamericana y en Suramérica, caso venga a implantarse el ALCA.

Los trabajadores del campo son los que más sienten esas
consecuencias, ya que, sin condiciones de competir y sin
alternativas de sobrevivencia o de trabajo, se ven obligados a
emigrar, en este caso para los USA.

Además de las migraciones, se da un proceso de
desnacionalización de la industria. En el caso mexicano, en
1993 la industria manufacturera, tenía un contenido nacional de
91 %. Ya en 1996, era de apenas 37 %. En el acaso especifico de
las maquiladoras, los componentes nacionales son de apenas 2,89
%.

Migraciones

Es ya bastante conocida la emigración de mexicanos para los
USA. El número de emigrantes sin documentos pasó de 200 para
unos 300 mil por año. Significativo es igualmente el número de
emigrantes de Nicaragua para Costa Rica. En tan solo 5 años han
sido unos 600 mil los nicaragüenses salidos para ese país, a la
procura de trabajo. Ese número viene a representar 20 % de la
población económicamente activa de Costa Rica.

Las causas de esas migraciones hay que buscarlas en los ajustes
estructurales que debilitaron la industria nacional y
permitieron la importación de alimentos subsidiados en el
exterior, que a cada año provocan la quiebra de más industrias
y de la agricultura local. De esa forma va creciendo la ola de
emigrantes indocumentados y, que no teniendo perspectivas de
vida en sus países, se someten a las peores condiciones de vida
en el país receptor y, lo que es aún más grave, sin poder
exigir sus derechos.

El grito de los migrantes es por dignidad, por la recuperación
de los derechos del trabajo perdidos por causa de la
flexibilización de las leyes del trabajo, por los derechos
humanos, en fin, por la ciudadanía.

Gritan también por una reforma agraria integral que incluya no
solamente el acceso a la tierra, sino también políticas
públicas de comercialización, de financiación, de asistencia y
de protección.

El grito exige que la tierra, como medio de producción,
pertenezca a quien la trabaje; que la tierra, como territorio
de los pueblos, es un derecho de nuestros antepasados y,
finalmente exige se reconozca que la tierra, como un don de la
naturaleza que nos sustenta, no es una mercancía.

El grito de los migrantes deja claro que los flujos migratorios
solo van a disminuir y dejarán de tener un carácter compulsorio
y conflictivo cuando sean criadas condiciones dignas y
expectativas de desarrollo en los países y regiones que hoy
expulsan buena parte de su población. Considerando que los
flujos migratorios compulsivos tienen su origen en los cambios
estructurales neoliberales, el grito de las Américas, en este
año, se une a las campañas contra la OMC – Organización Mundial
del Comercio -, contra el ALCA – Área de Libre Comercio de las
Américas, contra el TLC – Tratado de Libre Comercio -, contra
el Plano Colombia, Plano Puebla/Panamá y por la
desmilitarización del continente.

* Luiz Bassegio, secretaría del Grito de los Excluidos
Continental