Grito de los Excluidos - Brasil
"Progreso y Vida - Patria sin deudas"
Con el lema "Progreso y Vida -Patria sin deudas", se realizará el día 7 de
septiembre el "Grito de los Excluidos", por sexto año consecutivo. La
prioridad está en la palabra "vida" y, por tanto, en la propuesta de un
país nuevo, que sea la patria con trabajo para todos, donde sean promovidas
la dignidad de la persona, las exigencias éticas en las decisiones
políticas y económicas, la justicia en la distribución de los recursos y la
práctica de la solidaridad.
En este año, el símbolo del Grito representa un cartón rojo, con la imagen
del dólar anulado por dos rayas. Significa la desaprobación de la política
económica, que se somete a las decisiones de grupos internacionales,
sacrificando la soberanía de nuestro país. Desea, así, recordar que la
economía debe estar al servicio de la vida.
En el "Grito de los Excluidos" hay dos aspectos básicos. El primero es la
denuncia de las causas de la exclusión social y, en especial, de los
recortes de las políticas sociales que deberían promover los recursos para
trabajo, salud, educación, reforma agraria y vivienda. El grito se dirige
contra los males que afectan al pueblo, como el actual desempleo y las
varias formas de corrupción. El otro aspecto fuerte es la esperanza. El
Grito no es apenas una expresión de sufrimiento y desagrado, ni se resume
en una protesta. Surge de la confianza en Dios, de la voluntad de
valorizar el don de la vida, de creer que todavía es posible construir una
patria libre y justa. En las manifestaciones populares se percibe, con
efecto, un aspecto de fiesta y de reconciliación de quien vislumbra en el
horizonte tiempos diferentes marcados por la solidaridad fraterna que debe
existir entre hijos de Dios.
El Grito se realiza este año en el período en que se organiza el
"Plebiscito Nacional", del 2 al 7 de septiembre, sobre la "vida por encima
de la deuda", esto es, la amplia consulta popular sobre la realización de
la auditoría pública en cuanto a los préstamos hechos, el recto uso de los
recursos y la justicia de los interes y pagos. Pues no hay duda de que esa
compleja cuestión de la deuda pública, externa e interna, requiere, hace
mucho tiempo, evaluación justa y transparente, que faculte mayor aplicación
de las asignaciones presupuestarias para las políticas sociales.
Uno de los frutos del "Grito de los Excluidos" es contribuir a la
concientización de la sociedad sobre situaciones que perjudican a la vida
digna y sobre las iniciativas para superarlas de modo constructivo. Basta
recordar los pasos dados en los últimos años. La iniciativa comenzó en
1995 con el lema "La vida en primer lugar", en consonancia con la Campaña
de Fraternidad sobre los Excluidos. Alcanzó en la época 170 ciudades. En
la secuencia de los años, la realización del Grito, teniendo siempre como
objetivo la promoción de la vida, abordó el tema del trabajo y la tierra,
la dignidad de los encarcelados, la educación, el problema del hambre y,
actualmente, el asunto complejo del pago de la deuda pública y de sus
consecuencias sociales. Aumentó, también, el alcance del Grito,
adquiriendo dimensión latinoamericana y continental.
En este año, el 12 de octubre, en Nueva York y en varias capitales, ha de
sonar el Grito por "trabajo, justicia y vida", con particular atención a
los imigrantes indocumentados. En el santuario de Padroeria de Brasil, en
Aparecida (SP), se reúnen los trabajadores para su 13 Romería, recordando
que el "Grito de los Excluidos", a la luz de la fe, y la oración confiada
en Dios, pidiendo que nos ayude a realizar la conversación personal y la
solidaridad, sin las cuales no habrá la tan deseada transformación de la
sociedad.