¿Por qué callar si nacimos gritando?
Este fue el grito en las calles de Estelí, Nicaragua, de centenas de personas en la marcha que cerró el Vº Encuentro Mesoamericano del Grito de los Excluidos, el pasado 5 de agosto. “Sí queremos, y sí nos da la gana, ser una Mesoamérica libre y soberana”, era la consigna que se escuchaba por las calles de la ciudad. La marcha del Grito recorrió tres kilómetros despertando la curiosidad y la adhesión de muchas personas, a su paso. Fue una marcha internacional que contó con la presencia de movimientos sociales de siete países.
El Encuentro del Grito de los Excluidos/as reunió a más de cien personas, representantes de 56 movimientos sociales y organizaciones populares de México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. Tuvo como objetivos promover una reflexión sobre la construcción del sujeto político e del proyecto popular alternativo mesoamericano; consolidar la articulación de los movimientos sociales de la región y dar visibilidad a las acciones del Grito en la región.
A lo largo del evento, fue reafirmada la metodología del Grito, la cual prioriza el protagonismo de los excluidos/as, la mística y las prácticas innovadoras a partir del lenguaje y de las aspiraciones populares, de la osadía y de una acción política que no pretende imponer ni disputar el control de los procesos.
Una región saqueada a lo largo de su historia
Desde la conquista española, la codicia por los recursos naturales y la superexplotación de la fuerza de trabajo en la región mesoamericana, han sido una constante en crecimiento. Mesoamérica fue víctima de un colosal saqueo, genocidio y destrucción de las culturas existentes a la llegada de los españoles. La riqueza y el poder del capitalismo en Europa y en América del Norte solamente se explican en función de este proceso de pillaje.
Pero esta historia continúa hoy, por medio del impacto negativo de los acuerdos de libre comercio sobre los campesinos y trabajadores/as, sobre las poblaciones originarias, mujeres, jóvenes y niños/as. En estos años de aplicación de políticas neoliberales, aumentaron la miseria, la violencia y la exclusión social. Y además de eso, las empresas transnacionales explotan y contaminan los recursos naturales.
Resistencia popular
Pero a pesar de toda la opresión y explotación, siempre hubo resistencia popular, rebeldía y búsqueda de alternativas. Recordemos las rebeliones indígenas y de los movimientos sociales; todas estas luchas tienen un denominador común: el espíritu de libertad que siempre animó a los pueblos de la región. Fueron luchas contra el intervencionismo y el expansionismo imperialista y, recientemente, los procesos revolucionarios en busca de transformaciones. La Revolución Sandinista y las luchas revolucionarias de los países vecinos son un ejemplo de ello. También la Campaña Continental por los 500 años de Resistencia; el alzamiento zapatista y la lucha contra los acuerdos de libre comercio, contra el ALCA y la deuda externa. Actualmente, merece un reconocimiento especial la lucha del pueblo costarricense contra el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos, que en octubre próximo será sometido a un referéndum. El Grito apoyó la lucha del “NO AL TLC” en Costa Rica.
También debemos mencionar las luchas más recientes contra la explotación de proyectos de minería, contra las represas y los megaproyectos de infraestructura que invaden las culturas de los pueblos y destruyen el medio ambiente. (Conf. de Gerardo Cerdas Vega)
Propuestas del Grito
Frente a la problemática histórica y actual de las luchas de resistencia que estos pueblos desarrollan, el Grito reafirma la legítima resistencia, persistencia y lucha para la liberación de todos/as y condena al sistema capitalista, patriarcal, excluyente y discriminatorio que reproduce y profundiza las desigualdades sociales, económicas y de género.
En cuanto al tema de las migraciones, denuncia todas las formas de explotación y discriminación, así como los muros ideológicos, legislativos y físicos, por lo cual exige la Ciudadanía Universal para la región.
El Grito también denunció la criminalización de los movimientos sociales, la militarización y exige la retirara de las bases militares de Mesoamérica.
Propone el desarrollo de proyectos basados en la iniciativa popular, solidaria y sustentable, teniendo como base el fortalecimiento de las entidades culturales y étnicas.
Propone una integración basada en los valores de igualdad, participación, pluralidad y solidaridad; una integración que reconozca, valorice y haga posible la diversidad de los modos de vida de los pueblos de nuestro continente. En síntesis, no acepta una integración entendida como área de libre comercio, como espacio económico para la libre circulación de mercancías y de los capitales. En esta dirección, se seguirá luchando contra la aplicación del TLC con los Estados Unidos y a la negociación de un nuevo TLC entre Centroamérica y la Unión Europea, que da privilegios y consolida el saqueo por parte de las empresas transnacionales europeas.
El Grito busca una integración a partir de los procesos de resistencia frente al “orden global” establecido, que pretende imponer a toda costa la política imperial del gobierno de los Estados Unidos.
Para el próximo 12 de octubre, se realizarán manifestaciones del Grito en todos los países y el próximo año serán realizados encuentros nacionales del Grito para fortalecer la articulación en cada país. Luego, el VIº Encuentro Mesoamericano del Grito de los Excluidos/as quedó para realizarse en Oaxaca, México, en agosto del 2009.
* Luiz Bassegio es Secretario del Grito de los Excluidos/as Continental