Migración está transformando las sociedades del mundo

2006-06-23 00:00:00

Hoy, 23 de junio, dentro de las actividades del II Foro Social Mundial de las Migraciones, se efectuó el seminario “Los derechos sociales de los migrantes: una comunidad de iguales”. El seminario fue organizado y propuesto por el - Observatorio de Derechos Humanos (DESC), el Servicio Pastoral de los Migrantes (SPM), la Confederación Mundial del Trabajo y Askapena. Participaron cerca de 60 personas de varios países y el debate se centró en los derechos de los migrantes, el sentido de la proposición de una universalidad de los derechos políticos, lo que solamente se logrará a partir de la primacía de la ética sobre la economía.

El Observatorio de Derechos Humanos presentó la publicación “Sur o no sur: los derechos sociales de las personas inmigrantes”, destacando que la migración es un fenómeno estructural que afecta a todos y está transformando las sociedades del mundo.

La Confederación Mundial del Trabajo denunció que los migrantes son vistos únicamente como mano de obra y así se les quita todos sus derechos, equiparándolos a la condición de mercancía. Para enfrentar esta cuestión, se propone un nuevo contrato mundial, centrado en la universalidad de los derechos.

Askapena afirmó que la situación de los migrantes empeora en todo el mundo y también en España, donde proponen seguir la lucha por la independencia del País Vasco y por la paz duradera con España.

El Servicio Pastoral de los Migrantes de Brasil denunció la muerte de trabajadores y el empleo del trabajo esclavo en la cosecha de la caña de azúcar, a partir del video “La Esclavitud del Azúcar”, producido en Pernambuco, Brasil, por la Comisión Pastoral de la Tierra y la Red Social. Mal alimentados, transportados como animales, viviendo en alojamientos que no ofrecen las mínimas condiciones de vivienda y de trabajo, esos migrantes son víctimas del sistema capitalista, que prioriza la economía con relación a la ética, concentra la renta, la tierra y la riqueza, a costa de la degradación ambiental y de la esclavitud y muerte de los trabajadores. La lucha de los movimientos sociales en apoyo a los migrantes significa garantizar la defensa de los derechos humanos y laborales, pero se extiende también a la proposición de políticas públicas capaces de promover un desarrollo sostenible en los lugares de origen de los migrantes, llegando a un modelo en el que la ética se sobreponga a la economía.

La resistencia a los monocultivos y al agronegocio, la articulación de las fuerzas sociales y el no pago de la deuda externa permitirán el pago de las deudas sociales a las minorías, especialmente a los migrantes. Ese otro mundo es posible y ya se está construyendo, en la resistencia de las comunidades al monocultivo y a la explotación de la mano de obra migrante.

Rivas - Vaciamadrid - España.