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Partimos por reconocer que el ámbito laboral se aprovecha en las actuales condiciones para la explotación de la migración forzada en función de lograr una mayor tasa de ganancia para las empresas y el capital, a la vez que se logra con esto una tendencia a la baja de la legislación y la protección local del trabajador (a). Así, esta situación de la migración actual se debe a una necesidad del sistema productivo de lograr trabajadores (as) sin derechos; mano de obra flexible, barata y en determinados nichos laborales.

Esto esta planificado (incluido el contrato de origen) para el aprovechamiento máximo de la mano de obra. Hay dos pilares para la explotación:

a)      Normativa discriminatoria que impide la acción colectiva.
b)      Promoción permanente de la ideología racista y xenófoba para que este sistema funcione.

Por otro lado, es fundamental comprender que esta explotación y violencia se expresa diferenciada por género. En el caso de las mujeres migrantes, sobre todo de Marruecos, se aprecian flujos migratorios que se vienen produciendo en los últimos años. Por ejemplo, muchas mujeres  firman contratos de trabajo con autoridades españolas.  En el caso de unas13mil mujeres que están en  Huelva, se puede ver como viven en viviendas en el mismo lugar de trabajo, con cocinas comunes y de 6 a 8 camas.

Están lejos de las ciudades y muy decepcionadas por la jornada laboral, y por el salario. Están mal tratadas, sufren acosos y despidos. La legislación española ignora sus derechos, la sobreexplotación es evidente a lo que se agregan los problemas raciales.  Las diferencias también se presentan en el problema de la trata de mujeres, expuestas a violencia física y sexual por parte de los mismos empleadores.

Esta claro que una de las mayores causas de migración es el tema económico y que a través de esta se busca una rentabilidad mayor en el trabajo a la vez que se destruyen los derechos de los (as) trabajadores (as). A través de las deslocalización se explota la mano de obra y se destruye la legislación local, se construyen verdaderos campos de concentración…

Para combatir esta tendencia actual es preciso garantizar que los derechos de los migrantes sean respetados, así como los derechos y normas de la Organización Internacional del Trabajo. Hay que desarrollar trabajo de base con los migrantes. Los Estados deben promover condiciones justas y equitativas en materia laboral. La riqueza social debe ir al lado de las migraciones y no solo el tema legal y punitivo. Hay que crear redes de acción conjunta a nivel estatal y de organizaciones. Lo otro es fortalecer el debate ideológico y de ideas, porque las empresas y los medios manipulan la información para difuminar ideas racistas y xenófobas. Muchas veces se presenta a los migrantes como victimas de la delincuencia, de las mafias que trafican con trabajadores y no relacionados con los empleadores y las empresas.
 
Precisamos regularizaciones masivas por arraigo y pleno respeto de los DDHH y laborales. Este es un tema que debemos conquistar entre todos (as), con planificaciones a largo plazo.  Debemos reconocer que tenemos algunas aspiraciones generales en este Foro: “Migración por opción, con libre circulación de las personas y con trabajo decente”. También esta la aspiración de la integración.  Para esto debemos mundializar la solidaridad y la unión de nuestros intereses.