El seminario inicio con gran cantidad de público y una actividad intensa en la discusión sobre las políticas actuales que en materia de comercio y economía, vincula los intereses de la Unión Europea y las grandes transnacionales con buena parte de los problemas migratorios, laborales y de derechos humanos en África, Asia y América Latina.

Se destacó particularmente el creciente vínculo entre políticas securitarias y políticas económicas y comerciales en los planes internos y externos de la UE, sobre todo después del documento “Europa Global: Competir en el Mundo”, la Agenda de Lisboa y la Directiva de la Migración, conocida como “Directiva de la Vergüenza”.

Las negociaciones actuales de acuerdos de comercio, promovidos con los países del Caribe, África y Asia (ACP), así como las actuales negociaciones con Centroamérica y algunos países andinos, se inscriben en esta lógica y refuerzan las condiciones del neocolonialismo y la dependencia de los pueblos. A su vez, todos los ponentes pusieron un acento marcado en como estas políticas están afectando los procesos de integración en África y America Latina, en momentos en que estos procesos tienen apoyo de movimientos sociales y gobiernos amigos, como el caso de Bolivia.

En cooperación, la evaluación de las relaciones con la UE también es deficitaria, pues se mencionó, como para el caso Africano, desde los acuerdos de Lomé -por ejemplo-, la misma viene orientada en función de los intereses europeos y no necesariamente para el desarrollo de los países empobrecidos del continente. La discusión siempre ha sido central para la UE en relación con acceso a mercados, pero nunca de manera recíproca y justa.

Por suerte, muchos países y gobiernos vienen resistiendo estas políticas, como por ejemplo la negativa reciente de Senegal a firmar el acuerdo EPAs con la UE, que ha provocado una dispersión de las negociaciones, como también se aprecia en el caso de la región andina, por las posiciones del gobierno de Ecuador y Bolivia. Hoy se reconoce como estos acuerdos han facilitado a las corporaciones el acceso a las tierras, a los servicios y a la destrucción del medio ambiente con efectos considerables sobre los flujos migratorios de seres humanos, que después caen bajo los muros de las políticas europeas.

Finalmente se señaló la importancia de la resistencia y el trabajo de las redes como Nuestro Mundo no Esta en Venta, Enlazando Alternativas y Seattle to Brussels, que trabajan la solidaridad pero en un nuevo sentido, desde los componentes birregionales y no solo unilateralmente como “ayuda al tercer mundo”. Esto demuestra la construcción de otro tipo de alianzas y sobre todo el esfuerzo para fortalecer estas resistencias, y enfrentar las causas del desplazamiento y de la pobreza. Basados en la triple libertad. Libertad de moverse cuando es deseado, libertad para tener oportunidades y derechos en los propios países y libertad de retornar cuando se desee.