Comercio justo y soberania alimentaria

2006-02-06 00:00:00

En el VI Foro Social Mundial que tuvo lugar en Caracas, Venezuela, la
Carpa de Vía Campesina, fue de nuevo, lugar de encuentro de
movimientos campesinos y sus luchas por la reforma agraria, la
soberanía alimentaría, las campañas por la semilla...

Fue aquí precisamente, donde el día 27 de enero, se reunieron
organizaciones de Argentina, México, Francia y España que debatieron y
presentaron diversas alternativas de comercialización frente al
sistema neoliberal que ha impuesto el poder monopolizador de las
multinacionales por encima incluso de los derechos de los agricultores.
Anotaron como punto esencial promover las estrategias de mercado, que
fortalecen la soberanía alimentaría y el desarrollo de los pueblos al
margen de los caprichos de comercio mundial y la exportación.

Expusieron que el comercio justo ha viabilizado las expectativas de
exportación de muchos campesinos pero que estas no han contribuido a
un fortalecimiento del comercio regional y local. En algunos casos,
sobretodo del sector agrícola, la producción para la exportación ha
supuesto el abandono de la producción destinada al comercio local,
pasando así a dedicarse exclusivamente a la agroexportación. Este
motivo planteó la necesidad de un comercio justo local para la
proliferación de estrategias de mercado regionales y locales. Ya que
el comercio puede movilizar los recursos y activar el crecimiento de
economías regionales y locales, para que se resuelvan los problemas
del mercado interno.

Expresaron que el comercio justo no debe suponer tan solo
posibilidades de exportación, sino también una manera de arraigar el
pueblo a los procesos de desarrollo local y regional, que haga posible
a los campesinos: apropiarse de sus propios procesos de producción,
financieros y de transformación. Y así, lograr autonomía frente al
estado, los partidos políticos, los agentes financieros y las
organizaciones que le permita comercializar sin necesidad de un
intermediario.

Las experiencias compartidas exponían que las legislaciones existentes
recortan las posibilidades, porque los requisitos de tipo industrial
que exigen no están al alcance de los campesinos y porque excluyen la
producción artesanal; ejerciendo, de este modo, un control de las
posibilidades de los campesinos para acceder a nuevos mercados y para
crear relaciones comerciales.

Se destacó que los sellos, por lo general, también van ligados a
requisitos industriales que finalmente crean una nueva dependencia de
los campesinos frente a grandes empresas y almacenes; las mismas, que
monopolizan los precios, que utilizan los sellos y el marketing
“ético” con el objetivo de aumentar precios y ventas, convirtiendo el

comercio justo en un producto de su catálogo.

Coincidieron en que se debe abordar el comercio justo no solo como un
medio de alternativas comerciales sino también de movilización de
acciones de resistencia locales en pro de la soberanía de los pueblos.

Se concluyó en la necesidad urgente de ampliar este debate, discutir
sobre las alternativas y consensuar acciones concretas de resistencia.