Haití: Los movimientos sociales frente a las elecciones
Entrevista con Marc-Arthur Fils-Aimé de Plateforme Haïtienne de Plaidoyer pour un Développement Alternatif (PAPDA) de Haitì.
Iván: ¿Me puedes dar un marco general de la situación en Haití?
Marc-Arthur: Estamos viviendo un tiempo muy violento; estamos pasando por el fenómeno del secuestro y antes no conocíamos esto. Yo veo dos raíces de esta violencia: la social que va junto con la miseria y la política que es la raíz más fuerte. Los partidos políticos aprovechan la situación de violencia para preparar su derrota y culpar a la mala preparación de las elecciones que está en manos de la comunidad internacional.
La MINUSTAH, la cual tiene el objetivo de llevar la paz, no cumple su misión. Haití nunca ha sido tan violenta como ahora. El gobierno también ha fracasado porque está totalmente dependiente de los EE.UU. y del capital extranjero.
Hay una falta de alternativa revolucionaria. La izquierda está muy débil y no hay movimientos revolucionarios.
Las elecciones no van a resolver ningún problema porque todos los candidatos son pro neoliberales y pro imperialistas.
Existe una coyuntura fértil para los traficantes de drogas; la droga es muy fuerte y tiene base en los barrios pobres. También cuenta con el apoyo de oficiales del gobierno y esto sucedía en gobiernos precedentes.
Esto es en rasgos muy generales de lo que está pasando.
Iván: ¿Qué se espera de las elecciones?
Marc-Arthur: El 7 de febrero fue una fecha impuesta por la comunidad internacional sin las preparaciones necesarias. En enero de 2006 hubo un encuentro en el Consejo de la ONU donde se decidió la fecha de las elecciones.
Iván: ¿No se le consultó a la sociedad haitiana sobre esto?
Marc-Arthur: No se le consultó ni a los partidos políticos.
Iván: ¿Cómo ha sido la participación electoral en Haití?
Marc-Arthur: La elección de Aristide en el 1990 fue masiva pero la última fue muy floja. No sé lo que pueda pasar en febrero pero creo que el porcentaje de participación no será muy alto. La población no tiene confianza en los partidos políticos ni en el Consejo Electoral; la OEA y la MINUSTAH lo controlan todo.
Hubo un nivel de decepción muy alto con Aristide; todas las esperanzas caían en Aristide. Actualmente no hay partidos políticos con programas claros. Hay muchos lemas como “Vamos a terminar con la violencia” pero sin programas.
Iván: ¿Cuáles son las propuestas de las organizaciones sociales para resolver, o comenzar a resolver, los problemas en Haití?
Marc-Arthur: Debemos trabajar en la paz con las organizaciones populares. Cuando digo populares significa una visión alternativa popular, trabajamos con organizaciones con visiones alternativas.
Muchas veces las organizaciones en Haití reciben golpes fuertes. El trabajo fue mayormente clandestino durante el gobierno de Duvalier. Cuando ocurrió el golpe de estado hubo una represión muy fuerte de los cuadros políticos. Una de las estrategias de los EE.UU. para desarticular la lucha fue darle visas a los miembros de los cuadros y a sus familias para que se fueran del país.
Mucha gente pensaba que Aristide era la alternativa. Pero la esperanza está allá; hay muchos grupos con una visión clara. El problema es salir del aislamiento de los grupos organizados para crear un movimiento fuerte.