Practicar la fe

2006-01-28 00:00:00

Hombres y mujeres de fe comprometidos con las luchas
populares de Latinoamérica se reunieron este sábado en
una de las salas del Parque Central que sirve de sede
al VI Foro Social Mundial, para debatir sobre el tema
Vivir la fe en tiempos de cambio social. El compromiso
del cristiano-revolucionario en la lucha por la paz.

Convocado por el Movimiento Continental de Cristianos
por la Paz con Justicia y Dignidad, de Colombia, el
Grupo de Reflexión y Solidaridad Oscar Arnulfo Romero
y el Centro Memorial Dr. Martin Luther King, jr, ambos
de Cuba, el taller resultó una oportunidad para
“compartir experiencias y unir lazos que nos acompañen
en el camino de la lucha a favor de los pueblos”.

La venezolana Migdáleder Mazuera habló de la necesidad
de repensar la iglesia desde adentro, a partir del
contexto de movilidad social que vive el continente.
“La Iglesia en sus jerarquías nunca ha estado a favor
del cambio, pero la iglesia de la comunidad sí;
entonces, cómo podemos invertir ese orden”, preguntó.

Sobre la reacción adversa de muchos cristianos y
cristianas ante la revolución venezolana, Mazuera dijo
que “cuando alguna luz les ayude a comprender el
sentido cristiano del mensaje revolucionario, tendrán
que tomar una decisión”.

Uno de los puntos de mayor énfasis en el taller fue la
necesidad de articulación de los movimientos
cristianos en tanto sujetos sociales de
transformación. Al recordar al sacerdote guerrillero
Camilo Torres, el colombiano Omar Fernández aseveró la
importancia de “aportar desde nuestros contextos” para
gestar procesos de cambio.

Durante las tres horas que duró el taller, los
participantes subrayaron la pertinencia de lograr una
mayor coherencia entre la palabra y el trabajo diario,
así como de propiciar un debate sobre esa dinámica que
“nos hace trabajar más hacia nosotros mismos y menos
con los otros que van en nuestra dirección”.

Por su parte, el cubano Raúl Suárez profundizó en la
tendencia del imperialismo a utilizar la religión para
legitimar proyectos de muerte y en la apolitización de
una buena parte de la Iglesia que prefiere delegar en
Dios la responsabilidad de transformar lo establecido.

El taller dejó como saldo una red de trabajo y una
memoria escrita en la que se trabajará con vistas a
dar a conocer con mayor profundidad las experiencias
de los participantes en sus respectivos países.