Transformar la economía: visiones y desafíos feministas fue tema de debate
promovido por la Red Mujeres Transformando la Economía en este
jueves. La mesa contó con la participación de la economista peruana Ana Tallada y Francine
Mestrun, profesora de la Universidad de Bruselas.

La relación entre pobreza de las mujeres y cómo esa situación contribuye en el
mantenimiento de la desigualdad, en la explotación de la mano de obra femenina y del
propio sistema capitalista fue presentada por Francine, que cree que
las políticas compensatorias del Banco Mundial (BM) utilizan la pobreza
para
profundizar sus políticas neoliberales. Además de eso, la profesora relató
que
el BM considera la pobreza como un problema individual de las personas, no
teniendo
los Estados y gobiernos ninguna responsabilidad.

El año 2000, el término pobreza fue definido por los técnicos del Banco
Mundial
como un estado de vulnerabilidad y de falta de poder. Esa tesis fue
incorporada la idea de que las mujeres son quiénes más defienden las
familias, gastan el dinero en pro del bienestar de los otros,
olvidándose
de ellas mismas. De ahí la garantía de que siempre aceptarán los peores
trabajos y salarios

En América Latina, 50% de las mujeres no tienen renta propia, lo que genera
una
serie de situaciones discriminatorias y de control de la vida de las mujeres.
Aún las que trabajan, sufren de la desigualdad
salarial, que puede variar entre el 60 al 70% de lo que gana un hombre en la misma
función.

Otro tema de estudio es el trabajo doméstico no remunerado y sus
impactos,
pues es a partir de él que el sistema patriarcal se perpetúa. Las políticas
económicas neoliberales también son vistas como responsables por la pobreza
en el
mundo, alcanzando particularmente las mujeres. Y mismo países que
crecen
económicamente no son capaces de retornar esas ganancias a la población. En el
Perú, que tuvo crecimiento en los últimos años del 21%, redujo la pobreza sólo en un 2%. Para
Ana
Tallada, la solución que el feminismo presenta es recoger nuevos enfoques
para la producción, distribuir renta por medio de mejorías en los
salarios,
acceso a la tierra y agua, y presentar la lucha contra la pobreza como una
política contra la riqueza y la concentración de renta.

Mujeres de muchas nacionalidades presentes a la actividad crearon un
cuadro
diverso de experiencias y expectativas de luchas que deben ser articuladas, entre esas
propuestas está la unificación del movimiento de mujeres en la lucha
contra los tratados de libre comercio y la lucha en pro de la igualdad de género
en los procesos revolucionarios.