El II Foro Sindical de las Américas que finalizó ayer, fue el encuentro que convocó, durante los días 25 y 26 de enero en el FSM de Caracas, a representantes sindicales de las Américas, especialistas de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y representantes de actores sociales. Las experiencias y propuestas que debatieron giraron en torno a los siguientes ejes: el escenario internacional y el movimiento sindical frente a la globalización y los Tratados de Libre Comercio; el movimiento sindical frente a los procesos de integración como alternativa a la globalización y el libre comercio; el trabajo digno como eje fundamental del desarrollo sostenible programa mundial de empleo y los derechos laborales; género, trabajo y sindicalismo; y los desafíos de la unidad para el movimiento sindical en las Américas.

El contexto social que crean los procesos de mundialización económica y el neoliberalismo, donde empresas y gobiernos priorizan los Tratados de Libre Comercio y el capital sobre los derechos humanos y el desarrollo sostenible, llevó al movimiento sindical a debatir sobre la actuación de los sindicatos en este escenario y a proponer una nueva agenda que haga frente sus causas y consecuencias.

Los participantes incidieron en la necesidad de avanzar en el proceso de unificación de la acción sindical a nivel regional y nacional y de la integración en las Américas para trazar la estrategia sindical frente a los procesos en curso que se definan en acciones concretas y así actuar frente a las transnacionales y otros agentes que a través de la globalización y los tratados de libre comercio hacen uso del trabajo como si de una mercancía se tratara. De entre las propuestas presentadas se destacó también la importancia de exigir que se sancione a las empresas y gobiernos que no cumplen la legislación internacional del trabajo tanto para hacer justicia social como para devolver a la sociedad la dignidad y el valor del trabajo.

En el Foro, los sindicatos presentes, manifestaron la necesidad de transformar y reestructurar el sindicalismo tradicional para luchar en los nuevos escenarios que se plantean entorno a la integración de la mujer al mundo laboral, el trabajo informal, los desempleados, las nuevas formas de contratación...

Se incidió en que los sindicatos deben implementar estrategias integrales de participación y de inclusión de la mujer para avanzar del discurso políticamente correcto a las acciones concretas.

"No solo se trata de hacer talleres sobre la mujer o crear un comité de jóvenes, es necesario que empecemos a sentarnos, pensar y planificar en la misma mesa, y de forma concreta se reduce a tomar en cuenta a las mujeres a la hora de programar reuniones, prever el cuidado de los niños pues la sobrecarga de trabajo dificulta la participación de la mujer en el sindicato, incorporar a la mujer en todas las acciones del sindicato,...".

Estas propuestas concretas que surgieron fueron planteadas como decisivas para lograr mayor unidad sindical interna, democracia y fortalecimiento. Es imprescindible la lucha de mujeres y hombres para destruir las brechas salariales, de participación, y sociales y para trabajar por la igualdad de oportunidades para todos los seres humanos.

Se reiteró que la equidad es uno de los pilares en los que se debe basar la unión sindical y se concluyó que la discusión sobre genero debe ser el mínimo con el que empezar a generar a nivel nacional e internacional un nuevo sindicalismo mas democrático y mas fuerte para desafiar al neoliberalismo.