La principal riqueza del Foro Social Mundial es la diversidad que
participa de este proceso. La propuesta es compartir los conocimientos, respetando las diferencias y reconociendo las distintas formas de expresión de las verdades individuales. Este proceso de comprensión de las diversidades no es una clasificación de los pueblos, pero si una forma de ver el mundo y la humanidad extremamente incluyente. Por el principio de incentivar un sentido crítico, de que todas las voces sean escuchadas.

A partir de 2002, año en que se adoptó la diversidad y la igualdad de
género como ejes transversales, estos conceptos se transforman en
herramientas metodológicas de trabajo para las y los organizador@s de los Foros Sociales Mundiales, regionales y temáticos.

La aculturación globalizante del capital exige que las personas se
adecuen a una forma de vida homogénea. A partir del principio de propiedad se impone la cultura del individualismo, dificultando el trabajo en grupo. La líder indígena de Guatemala Juana Vásquez explica que la cultura Maya dice que todos los seres son interdependientes. El trabajo colectivo significa la suma de las habilidades individuales. El reflejo de una realidad colectiva sustentada en bases políticas, económicas, sociales y culturales de una comunidad. Sin tomar en cuenta estos puntos no hay còmo lograr la sobrevivencia colectiva sustentable.

Desde un punto de vista más científico, Gioconda Espina, investigadora de la Universidad Central de Venezuela, explica que la tolerancia al
diferente se comunica más a partir del subconsciente, que del conciente de la persona. Este comportamiento se expresa con un alto grado de posicionamiento personal, es un lenguaje puro, cargado de preconceptos. Ejemplifica citando el caso del movimiento LGBT caraqueño que encuentra dificultades de comunicación entre los grupos de orientaciones distintas.

Algunos propuestas presentes en los Foros Sociales del mundo es la
reformulación de los métodos, superar las forma de visualizar los
comportamientos, de pensar y hacer. Esto corrobora Francisca Rodríguez, de ANAMURI (Chile), Vía Campesina: “construir una fuerza a partir de la diversidad que tenemos…”. La agricultura familiar que defiende es la agricultura de la diversidad y de la inclusión. Contra la monocultura. En la práctica, uno de los proyectos es la concientización de las mujeres campesinas en cuanto a la importancia del trabajo con la alimentación. Garantizando la diversidad y calidad alimentaria.

El III Foro Social por la Diversidad Sexual propone juntar el concepto de diversidad con la política de igualdad. Incentiva un espacio de integración de las diversidades, donde haya diálogo entre de las diferencias de sexo, étnicas, culturales y demás. Plantea la igualdad en el discurso y en la práctica. El análisis y potenciación del pensamiento crítico, en busca de alternativas contra las formas de discriminación abonadas por la globalización neoliberal.