Comunicación: Vigilar a los vigilantes

2003-01-29 00:00:00

Los temas relacionados con la comunicación y la cultura despertaron un gran interés en el FSM. Miles de personas se concentraron para escuchar a Ignacio Ramonet, director de Le Monde Diplomatic, Sally Burch de la Agencia Latinoamericana de Información, Susan George, directora del Centro Isis de Manila y al profesor brasileño Eugenio Bucci.

Tradicionalmente a los medios se les ha asignado el papel de “perros guardianes” de la democracia. Siempre se ha dicho que su papel es vigilar a los tres poderes del Estado, por eso, a la prensa se le conoce comúnmente como el “cuarto poder del Estado”. Pero Ignacio Ramonet planteó que hoy ha llegado el momento de crear el quinto poder, es decir, una instancia ciudadana que vigile al cuarto poder.

Para Ramonet, de lo que se trata es de rearmar a los ciudadanos / as para que puedan oponerse al abuso de algunos medios que pertenecen a los grandes grupos mediáticos. El periodista franco-español señaló que la información que consumimos está contaminada, está envenenando el cerebro, está tratando de manipular, de colocar en nuestro cerebro ideas que no son las nuestras o que no deberían ser las nuestras. “Por consiguiente es necesario elaborar una ecología de la información, hay que limpiar la información, movilizarse para exigir que los medios tengan un respeto elemental de la verdad, que eso constituye la legitimidad de la información”.

Ramonet anunció que en el FSM se creará el Observatorio Internacional de los Medios, un arma que van a tener ahora los ciudadanos / as para poder oponerse al superpoder de los medios. “Debemos obtener que los medios a partir de ahora tengan miedo, que recapaciten, que sepan que si los medios pertenecen a la globalización liberal, nosotros pertenecemos al movimiento social mundial. Estamos colectivamente forjando un arma nueva para este siglo nuevo, ellos dijeron que éste es el siglo de Internet, nosotros decimos que este siglo pertenecerá a los pueblos y nos apoderaremos de la verdad, porque con la verdad triunfaremos”, agregó.

Sally Burch presentó la ponencia denominada "El reto de articular una agenda social en comunicación". Luego de analizar los cambios producidos en la comunicación en los últimos años, señaló que ahora la comunicación interpela a todos aquellos movimientos y sectores ciudadanos que anhelan construir ese Otro Mundo Posible, el cual no es pensable, si no se democratiza la comunicación. “Es por ello, agregó, que estamos planteando la necesidad de una agenda social en comunicación, vinculada a las demás luchas sociales presentes en este Foro. En este sentido, el Foro Social Mundial se presenta como un espacio catalizador, que puede contribuir a crear las sinergias necesarias. A su vez, para los diversos actores sociales, como el movimiento campesino, indígena, afro, ecologista, de mujeres, jóvenes y otros, esta propuesta implica adoptar definiciones para incorporar efectivamente esta lucha dentro de sus plataformas y programas”.

Susanna George, de Malasia, criticó, desde una perspectiva feminista, a los medios de comunicación que presentan una visión occidental del mundo. Se refirió al “arte” de los Estados Unidos de crear enemigos ficticios, hiperenemigos o hiperhéroes semejantes a las figuras de Hollywood, que ahora son los actores de los noticieros mundiales de la CNN. La diferencia escalofriante con las ficciones de Hollywood es que ahora las balas son reales y acaban con vidas reales. Contrastó, así mismo, la saturación de la información en el caso de los atentados a las Torres Gemelas de Nueva York, de sus víctimas y familiares, con la ausencia casi total de cobertura mediática para las decenas de miles de víctimas civiles en Afganistán.

El brasileño profesor y periodista Eugenio Bucci se refirió a los grandes negociados que se mueven alrededor de las grandes transnacionales de la información. La cifra anual de negocios de las 6 más grandes corporaciones mediáticas (Disney, AOL-Time Warner, Sony, News Corporation, Viacom, Vivendi-Universal) superan los 25 billones de dólares. La comunicación democrática se encuentra amenazada por esta industria cultural que ha transformado la información en mercancía, despojándola de la función social que debe cumplir como un bien público. Por ello, subrayó la necesidad de crear medios públicos, no solo en el plano nacional, sino también para la cobertura internacional de las noticias.