Colombia: Llamamiento a organizaciones sociales y de DDHH
Conocedores-as de la difícil situación que padecen las comunidades de la Zona Norte del Cauca, en los resguardos indígenas de Tacueyó, particularmente en la finca El Torne, y, en los municipios de Toribío y Jambaló, donde según informes directos de las comunidades y sus procesos organizativos, se vienen presentando hechos de confrontación, como producto de la agudización del conflicto de tierras que se ha suscitado entre comunidades hermanas, ante la indiferencia Estatal por resolver esta difícil problemática que tensiona la vida interna de los resguardos, sus comunidades y autoridades indígenas.
La Red por la Vida y los Derechos Humanos del Cauca, amparada en los principios de justicia social, hermandad, solidaridad, y, trabajo arduo por la defensa de los derechos humanos, resalta el destacado papel de los pueblos indígenas a través de sus formas organizativas propias, tanto zonales como a nivel regional con la participación activa de la ACIN y el CRIC, en liderar el proceso denominado “Liberación de la Madre Tierra ”, ante los incumplimientos por parte del Estado de los acuerdos pactados en aras de atender las demandas de dicha población que al igual que en las comunidades campesinas y urbanas de toda la región es una necesidad sentida, para sustentar la vida digna.
Para todos-as es conocida y reconocida la tradición de lucha y el legado histórico del movimiento social, que encarna el pueblo caucano, lo cual hoy es su principal soporte en la defensa de los derechos humanos, el territorio y el tejido social, que se fundamenta en el respeto a la vida en toda su dimensión.
Son preocupantes para el movimiento social las fricciones y enfrentamientos que se vienen dando entre hermanos-as indígenas y campesinos, donde el común denominador es la tierra y el derecho al trabajo, derechos que reconocemos desde el movimiento social, deben ser garantizados por el Estado. Esta actitud omisiva por parte del Estado no solo elude su responsabilidad social sino que además acepta y estimula este tipo de hechos que redundan a su favor, bajo el precepto maquiavélico de dividir para reinar.
Llamamos a las organizaciones de derechos humanos, a no continuar incentivando el conflicto por intermedio de comunicados de denuncia pública, donde se trata de desconocer a través de epítetos y calificativos de comparación desmedidos a espacios organizativos de mucha importancia como lo es la guardia indígena y lo que ésta significa para la lucha de resistencia del movimiento indígena. Al contrario, la misión que nos corresponde a las organizaciones de derechos humanos es a contribuir a regular los conflictos y no a agudizarlos y profundizarlos.
También llamamos y EXIGIMOS a los actores armados a mantenerse al margen de este conflicto social y político al interior de las comunidades indígenas en mención, a RESPETAR las dinámicas internas de las organizaciones indígenas y sociales, así como su autonomía, independencia y desarrollo propio, pues su incidencia armada hoy tiende a romper nuestros tejidos sociales y organizativos.
Por lo anterior, acogemos la propuesta de las organizaciones indígenas, a pesar de las contradicciones generadas al interior de sus comunidades, los duros enfrentamientos presentados y el delicado clima de convivencia al interior de los territorios ancestrales mencionados, que es a través de la palabra y el diálogo como debemos seguir caminando y construyendo senderos de unidad e integración en la diferencia, que conduzcan a propósitos comunes en la búsqueda de dignidad, equidad y justicia social, imprescindibles hacia la construcción de un país diferente.
Popayán, 13 de febrero de 2007
Red por la Vida y los Derechos Humanos del Cauca
CIMA - ANUC-U.R. - MOVIMIENTO CAMPESINO DE CAJIBIO - CODESCO