Guatemala: CONIC exige atención del gobierno
Gobierno guatemalteco indiferente ante la muerte de cinco
campesinos indígenas Q'eqchíes
La Coordinadora Nacional Indígena y Campesina, CONIC, ante la opinión
pública nacional y comunidad internacional, manifiesta:
Que es lamentable que el gobierno de Guatemala sea incapaz de evitar
que más campesinos indígenas Q'eqchíes mueran a causa de la invasión
que soldados beliceños realizan en la frontera con nuestro país,
mientras se mantiene indiferente ante la muerte de seis guatemaltecos
en lo que va del presente año, sin que haya emitido declaración
alguna.
En menos de 15 días, 5 campesinos han muerto, mientras uno más
continúa desaparecido, sin que este régimen atienda el clamor de la
población, que exige una desmilitarización en el área por parte de
los dos ejércitos, tanto el de Guatemala como el de Belice, el pronto
esclarecimiento de estos crímenes y el castigo a los responsables y
exigir al gobierno de Belice, el resarcimiento a las viudas de las
víctimas. Por lo que se ve innecesaria la estadía del ejército en
nuestro país por no cumplir con su papel de resguardar la soberanía
nacional, dedicando sus funciones a favor de los grandes ricos, de
altos funcionarios y de sus bienes.
Se ve con claridad la discriminación por parte de este gobierno en
contra del movimiento indígena y campesino, al no poder resguardar su
seguridad y de poner al servicio de la población a la Policía
Nacional Civil y al ejército nacional, para velar por la
independencia, soberanía y la integridad del territorio, tal como
está establecido en la Constitución Política de la República.
El campesinado de la región ha visto reducida su oportunidad de
subsistencia, debido a los riesgos que enfrentan al vivir en la zona
fronteriza, de la cual Belice se ha adueñado de más de 12 mil
kilómetros cuadrados, con la complicidad de gobiernos pasados y la
tolerancia del actual.
Exigimos que el gobierno deduzca las responsabilidades políticas,
militares y económicas al gobierno de Belice, y agilice los trámites
y reuniones para la resolución de este conflicto que impide que los
campesinos del área puedan desarrollarse libremente y realizar tareas
agrícolas para su subsistencia, así como la dismilitarización y
reducción del presupuesto del ejército para el año 2002.
Al Presidente Portillo tampoco le importa que miles de
guatemaltecos y guatemaltecas mueran por hambre.
Según cifras oficiales, casi 3 millones de guatemaltecos/as sub-viven
con apenas un ingreso diario de Q.8.00 y 6 millones más lo hacen con
Q.16.00, mientras que los salarios mínimos establecidos en la Ley son
incumplidos por los dueños de las fábricas, agroexportadoras, fincas
y empresas de comercio y de servicios.
En el campo, aunque lo establecido como salario mínimo es de Q.25.00,
por jornal o por día, esto no se cumple además de ser insuficiente
para garantizar una alimentación adecuada y satisfacer las
necesidades de vivienda, vestuario, salud y educación, entre las más
elementales.
El Estado es responsable de controlar y velar por que se cumpla lo
establecido en Ley, pero en la mayoría de casos actúa con ceguera y
tolerancia para que los patronos no paguen lo que corresponde. Por
otro lado, a la fecha ningún patrono ha sido encarcelado ni multado
por incumplir con sus obligaciones.
Sólo en lo que va del año, el incremento de precios ha sido de más
del 50%, lo que hace necesario un aumento equitativo y justo al
salario mínimo de por lo menos a Q.50.00 diarios, para poder
compensar la exagerada subida de los productos de primera necesidad.
No se trata solo de favorecer a los grandes terratenientes y
empresarios, como lo ha venido haciendo el gobierno del FRG, con los
bonos a los grandes caficultores y el apoyo millonario dado a bancos
en quiebra, sino de apoyar a todo el campesinado y trabajadores,
junto a sus familias, que son quienes más padecen de hambre y
miseria, rodeados de enfermedades y violencia.
Para combatir el desempleo, el hambre, la desnutrición y la
miseria, exigimos salarios justos y dignos.
La paz y la democracia guatemalteca
están más lejos ahora que hace cinco años
La Coordinadora Nacional Indígena y Campesina, CONIC, ante la opinión
pública nacional y comunidad internacional, manifiesta:
Nuevamente este 10 de diciembre se estará celebrando el Día Mundial
de los Derechos Humanos, donde Guatemala es parte de la Declaración
Universal y de la Convención Americana de los Derechos Humanos, los
cuales dan un marco para la consolidación de la paz y la democracia.
A pesar de tener estos instrumentos, que ayudan a eliminar los abusos
que en materia de derechos humanos ocurren y podrían continuar, poco
se ha avanzado para librarnos de la discriminación, de la miseria,
del temor, de la injusticia, la falta de oportunidades para
desempeñar un trabajo con dignidad acompañado de un salario justo y
equitativo.
La lucha por los derechos humanos es un tema actual e inacabado,
sobre todo cuando el hambre se come a la población más desprotegida
en las áreas rurales y el desempleo se extiende con toda su furia,
impidiendo la subsistencia de 40 de cada 100 guatemaltecos empujados
hacia la miseria, hambre y muerte, sin que el gobierno sea capaz de
proponer políticas reales e inmediatas para eliminar el hambre y la
pobreza.
Con los cambios que a nivel mundial se han dado, más la sequía y la
baja en los precios del café y la injusta distribución de la riqueza,
se hace necesario la construcción de una sociedad, donde las
relaciones interculturales sean equitativas y justas, donde los
constructores seamos toda la población sin discriminación y con el
objetivo común de tener bienestar, paz, trabajo, desarrollo, justicia
y tierra en especial a los que siempre hemos sido excluidos y
marginados.
A espaldas del pueblo se diseñan planes como el caso del Plan Puebla
Panamá, con el que se pretende disfrazar una falsa integración entre
los países centroamericanos y del caribe y la creación de fuentes de
empleo, cuando en realidad esto sólo servirá para beneficiar a las
grandes empresas transnacionales a las que solo les importa la
obtención de sus ganancias y dejan por un lado el desarrollo humano y
la protección del medio ambiente.
Esperamos que el tema de los derechos humanos no aparezca solo por
cuestiones de la época, sino que sirva de motor para que marque la
lucha política, social y económica de nuestro país e impedir un
retroceso a la militarización, la cual se evidencia con los recientes
cambios realizados en el gabinete de este gobierno, que pretende
darle más control a los militares y sirven a la vez para proteger a
aquellos funcionarios que fueron destituidos por corruptos, sin que
se les haya sometido a la justicia. Estos cambios en nada benefician
al pueblo y solo sirven para seguir fomentando la cadena de la
corrupción.
Sumado a lo anterior se aumenta el presupuesto al minsiterio de la
defensa, mientras que al de educación se le disminuye al igual que a
los fondos sociales.
Las organizaciones de Derechos Humanos debemos decir ¡Basta ya a las
violaciones de Derechos Humanos¡ y unir nuestras fuerzas para la
construcción de una sociedad justa, democrática y con paz.
Coordinadora Nacional Indígena y Campesina -CONIC-
Miembro del Foro del Pueblo Maya, de la Coordinadora de
Organizaciones Campesinas, -CNOC-, de la Coordinadora Latinoamericana
de Organizaciones del Campo -CLOC-, de la Vía Campesina y de la
Asociación de Organizaciones Campesinas Centro Americanas para la
Cooperación y el Desarrollo-ASOCODE-
Guatemala, diciembre 10 de 2001