La niñez AWA
La Nacionalidad Awa en la primera etapa de socialización de la Agenda Mínima de la Agenda de la Niñez Indígena del ECUARUNARI.
Los maestros, niños, adolescentes y madres de familia de la Nacionalidad Awa caminaron cuatro, ocho, doce horas, dos días, desde las provincias de Esmeraldas e Imbabura para llegar a la parroquia Chical, cantón Tulcán, provincia de Tulcán. Chical una parroquia que esta a unas 5 horas de camino en bus desde Tulcán, a orillas del río San Francisco en el límite con Colombia. Allí se desarrollo el Taller de Socialización de la Agenda Mínima de la Niñez Indígena del Ecuador, convocado por la Dirección de Educación Awa y el Ecuarunari del 27 al 29 de Septiembre.
Los Awa son una de las Nacionalidades indígenas de la sierra y la costa ecuatoriana. Un pueblo que ha sabido defender su identidad, y que hoy pelean por proteger sus territorios contra las compañías madereras. El Taller se realizo con la presencia de 60 miembros de la nacionalidad incluidas las autoridades como el presidente de la junta parroquial y el teniente político de la parroquia.
Los cuatro ejes temáticos fueron Identidad y Cultura, Salud, Educación y protección social y la Defensa del Territorio. Los asistentes trabajaron durante estos días en cuatro grupos, de diferentes comunidades. Identificando colectivamente sus problemas, que son iguales a de los restos de los pueblos y nacionalidades del país. Julián Canticuz director de la dirección Awa señaló “que lamentablemente ya habíamos oído, que en sus territorios casi ya no hay cacería, pesca. Hay tala indiscriminada del bosque de parte de los grandes comerciantes de madera que engañan a las comunidades Awa con ofrecimientos falsos. En Salud se hablo de la necesidad de socializar más los conocimiento de los parteros - que cosa curiosa - eran su mayoría varones. Y uno los escuchaba también conversando del uso de yerbas para la picadura de las serpientes (que solo la nacionalidad awa tiene), y que han protegido por temor a ser burlados o robados, como sucede a menudo. Los pueblos indígenas son las victimas preferidas de los biopiratas que se disfrazan de investigadores en el país, por lo que discutieron sobre como conservar y proteger sus conocimientos milenarios. En cuanto a educación se señaló que hay 22 centros educativos con 55 maestros entre awa y mestizos. Pero los maestros y padres de familia señalaron que la mayoría de los niños deben caminar tres o cuatro horas para llegar a la escuela. Y faltan materiales escolares en estos centros educativos que son atendidos por uno o dos profesores.
A pesar de esta dura situación los profesores, niños, padres de familia que asistieron a este taller, salieron animados de la discusión y el análisis de los temas. Demostraron con los sociodramas, la fuerza de su identidad hablando solo en awapit durante sus presentaciones. Pudieron ver mejor sus desafíos y también sus tristezas en el mismo territorio y fuera de ella. Pero que además sirvió para que todos se conocieran mejor, incluyendo al teniente político que participó durante un día. El producto final de estos dos días de la socialización de la Agenda Mínima, fue la conformación de dos grupos de trabajo para la elaboración de proyectos que puedan ser gestionados y ejecutados para el 2007. Por lo pronto las propuestas de los huertos escolares en las escuelas son la base para proyecto que serán aplicados en las escuelas por los profesores awa.
El taller termino y cada uno emprendió el regreso a sus comunidades. En el caso de nosotros, regresamos a Quito conjuntamente con los amigos awa de Esmeraldas y Imbabura. Acompañadas por el ruido del carro y los murmullos de niños y ancianos que viajaban parados hasta sus lugares de destino porque no hay más que un solo bus que sale a las 8 de la mañana. Durante este tiempo pensábamos cuanto nos falta para ser más dinámicos y eficientes en nuestras organizaciones indígenas y así seamos más fuertes.
Quito, 6 de octubre de 2006