Solidaridad con los hermanos y hermanas de Oaxaca
En junio de 2006 los profesores de Oaxaca se movilizaron para reclamar sus derechos ante el gobernador Ulises Ruiz, perteneciente al PRI. La respuesta fue un violento desalojo el 14 de junio que incluyó gases desde helicópteros. Las comunidades, indígenas, sindicalistas, universitarios, se organizaron en la Asamblea Popular, paralizaron el gobierno y han realizado grandes marchas, entre ellas una que avanza ya 260 kilómetros hacia Ciudad de México. Ampliar contexto.
Hermanos y hermanas:
Las comunidades indígenas del norte del Cauca, Colombia, les saludamos. Ante los graves hechos y la brutal represión que han vivido en los últimos meses les expresamos nuestra solidaridad.
Al conocer su situación no dejamos de recordar la situación nuestra, tan parecida a la de ustedes. En Mayo una brutal represión ordenada por el gobierno nacional nos golpeó cuando nos movilizábamos en la Cumbre Nacional Itinerante. Y apenas la semana pasada presentamos un informe ante una Misión Internacional de Verificación sobre la situación de derechos humanos de los pueblos indígenas. El panorama es aterrador. Se extingue la vida y se extinguen los pueblos que la sostienen.
En toda la historia siempre hubo una luz en el horizonte, la que nos mantuvo firmes y aunque a veces tuvimos que agachar la cabeza nunca agachamos el corazón: todavía seguimos tejiendo la vida para que siga siendo posible. La convicción de una resistencia pacífica nos acompaña.
Entre México y Colombia es muy corta la distancia, si es que la hay. Primero porque sus pueblos están enfrentados al mismo modelo. Ustedes ya viven las consecuencias del tratado de libre comercio con Estados Unidos (y Canadá) y el gobierno de Colombia anuncia la firma de uno semejante para noviembre. Ese es el hilo conductor de las acciones políticas, militares y jurídicas de los gobiernos, los que defienden intereses ajenos a nuestros pueblos. Y segundo porque apelando a su riqueza y diversidad cultural a lo largo de la historia esos mismos pueblos han afrontado en cada momento ese modelo, que es el mismo desde hace cinco siglos.
Por eso somos solidarios, porque conocemos lo que significa agresión y resistencia. Desde este rincón del mundo les animamos a permanecer en resistencia y tejiendo solidaridad. Sabemos que la única alternativa que nos queda es la unidad de los pueblos para defender los derechos y la vida, como lo hemos expresado en el Mandato Indígena y Popular. Estaremos atentos y en lo pequeño les acompañaremos en lo que esté a nuestro alcance.
Un abrazo fraterno.
ASOCIACIÓN DE CABILDOS INDÍGENAS DEL NORTE DEL CAUCA, ACIN
Santander de Quilichao, departamento del Cauca - Colombia