Mano dura para quienes reclaman sus derechos, corazón grande para los asesinos
Cuarto aniversario del asesinato de Aldemar Pinzón
Hoy se cumplen cuatro años del asesinato de ALDEMAR PINZON, y su hija Cxalimar Briyith. El líder y comunero del resguardo de Huellas se desempeñaba como coordinador de la escuela de formación en Derecho Propio “Cristóbal Secue”. Aldemar es reconocido por ser un gran luchador, defensor de los derechos indígenas, ocupando cargos importantes en la comunidad y en el Cauca.
Precisamente hoy, en el cuarto aniversario de su asesinato, la Fiscalía de Caloto, ha iniciado un proceso judicial contra diecisiete (17) líderes y comuneros indígenas bajo la acusación de ser INVASORES DE TIERRAS. A lo que ellos llaman invasión nosotros llamamos Liberación de la MADRE TIERRA ya que ésta se encuentra concentrada en pocos terratenientes de este País quienes la explotan y la degradan causando miseria y muerte. Esto no es nuevo desde hace 500 años la tierra nos ha sido expropiada para ser sometida y para someternos. Siempre resistimos.
Con el recuerdo vívido de la figura de Aldemar y del coraje de hombres y mujeres que reclaman nuestros derechos, nuestro territorio ancestral, exigimos al Gobierno Nacional a través de las instituciones judiciales, que de la misma manera que judicializa a comuneros responda por los hechos y los autores de asesinatos selectivos, masacres, desplazamientos y desapariciones como la de KIMI PERNÍA DOMICÓ.
También exigimos:
Que se agilice las investigaciones por la muerte del Padre ALVARO ULCUE CHOCUE asesinado en la ciudad de Santander de Quilichao Cauca el 10 de noviembre de 1984.
Que se haga justicia por los más de cien masacrados por los paramilitares en el NAYA con la permisividad de la fuerza pública en el año 2001.
Que se esclarezca y haga justicia por la masacre de trece comuneros indígenas en el Crucero de Gualanday, Corinto, en el año 2001, hecho perpetrado a unos trescientos metros de donde se encontraba instalado la fuerza pública.
Que se esclarezca y haga justicia por el asesinato de siete comuneros indígenas en la vereda San Pedro, zona perimetral de la Ciudad de Santander de Quilichao en el año 2000, lugar este custodiado por la policía y el ejército nacional.
Que se esclarezca y haga justicia por el asesinato de OLMEDO UL el 31 de diciembre del 2003, en el Resguardo de Huellas Caloto y APARICIO ÑUSCUE el 01 de mayo del 2004 en el Resguardo de San Francisco, por la Fuerza Pública.
Finalmente exigimos que el Gobierno cumpla la cantidad de acuerdos firmados con las diferentes organizaciones sociales y se haga justicia para que no reine la impunidad y la razón del más fuerte.
Exigimos respeto a la autodeterminación de los Pueblos por parte de la insurgencia y del Gobierno Nacional, que no estigmaticen la organización indigena y que nos excluyan de sus propósitos de guerra.
Recordando a Aldemar, a su espíritu de lucha que permanece en nuestra historia, convocamos al país, a sus organizaciones sociales, a que unamos esfuerzos, nos articulemos para buscar una solución negociada al conflicto social y armado que vive Colombia.
CONSEJO REGIONAL INDIGENA DEL CAUCA CRIC
6 de septiembre de 2006