CONAIE: Construyendo el Estado Plurinacional
Con un llamado a la unidad y la condena a las políticas
neoliberales, en la tarde del martes 9 de octubre la
Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador
(CONAIE) instaló formalmente el 1er Congreso de las
Nacionalidades y Pueblos Indígenas, con el cual
aspira marcar un salto cualitativo en su estructuración
interna, en la perspectiva de seguir "Construyendo el Estado
Plurinacional", como reza el lema del evento.
Ignorados durante cinco siglos, los pueblos indígenas
irrumpieron en la escena pública ecuatoriana con el
"levantamiento" que protagonizaron en 1990. A partir de
entonces, el movimiento indígena, paulatinamente, con otros
"levantamientos" de por medio, ha logrado convertirse en un
importante protagonista de la vida nacional, teniendo como
referente a la CONAIE. Organización cuya conformación hasta
ahora se ha basado en un esquema federativo de instancias
provinciales -de acuerdo al ordenamiento político vigente en el
país-. Pero este Congreso, precisamente, ha sido convocado
para redefinir tal modalidad en términos del reconocimiento de
nacionalidades y pueblos indígenas.
Se trata, por lo mismo, de un evento que se engarza con una
trayectoria, pero que a la vez es fundante. Una ocasión para
evaluar, confrontar discrepancias y trazar líneas hacia
adelante. Habida cuenta que hay tensiones internas pendientes,
en el acto inaugural la constante de quienes intervinieron fue
reconocer que se impone fortalecer la unidad de los pueblos
indígenas y del conjunto del pueblo. Como también fue la
unánime la condena a la orientación neoliberal del gobierno del
presidente Gustavo Noboa.
En suma, abundaron las críticas a la dolarización que coloca a
Ecuador en una condición de país neocolonizado; a las
privatizaciones que no sólo conllevan a la pérdida del
patrimonio nacional sino a un perverso incremento de la
corrupción -siendo que Ecuador es el segundo país más corrupto
de la región-; a la deuda externa que se lleva cerca de la
mitad del PIB; al "fariseismo" de las élites que presionan para
que el Estado abandone sus responsabilidades sociales pero, al
mismo tiempo, le piden que pague las facturas que quedan de sus
atracos, como es el caso dramático del llamado "salvataje
bancario"; a la falta total de representatividad y legitimidad
de los gobernantes actuales -subordinados los intereses de los
grandes monopolios internacionales... Y, en el plano
internacional, no se hizo esperar el rechazo a la violencia
terrorista que sacudió a Estados Unidos el pasado 11 de
septiembre, al igual que a la que este país ha recurrido, desde
una lógica guerrerista, para vengarse de aquella, perdiendo
todo sentido de justicia.
El próximo 12 de octubre, cuando concluye este evento, se podrá
saber cual es finalmente el futuro trazado para este movimiento
que, hoy por hoy, es el más importante en este país andino.