Declaración desde el Centro del Mundo

2004-10-28 00:00:00

Nosotros, los pueblos indígenas de Abya Yala, nos hemos reunido
con la cooperación internacional en la Ciudad de Quito, Ecuador,
entre los días 25 y 27 de octubre de 2004, respondiendo a la
convocatoria de la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de
la Cuenca Amazónica COICA, el Consejo Indígena de Centroamérica
CICA y el Fondo Para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de
América Latina y el Caribe; para desarrollar una evaluación
sobre las limitaciones, avances, retos y perspectivas del
"Decenio Internacional de las Poblaciones Indígenas del Mundo",
en cuya agenda resaltaban los siguientes compromisos:

– El fortalecimiento de la cooperación internacional para la
solución de los principales problemas que afectan a las
poblaciones indígenas.

– El reconocimiento y pleno ejercicio de los derechos de los
Pueblos Indígenas.

– La aprobación de la Declaración de las Naciones Unidas sobre
los Derechos de los Pueblos Indígenas del Mundo.

– El establecimiento del Foro Permanente sobre Cuestiones
Indígenas en el sistema de las Naciones Unidas.

– El mejoramiento de las relaciones entre los Pueblos Indígenas
y los Estados.

Tomando en cuenta las conclusiones a que han llegado nuestros
Pueblos en toda la región, que previamente han realizado
acciones de evaluación y que constatan los escasos resultados
alcanzados durante el transcurso de la Década, reafirmamos:

– Nuestro compromiso por la vida a fin de garantizar nuestra
continuidad como pueblos originarios, con nuestra
espiritualidad, identidad y valores propios. Somos las
semillas que sembradas en la tierra, generamos como fruto una
sociedad que vive en la diversidad, la solidaridad y la
reciprocidad como fundamentos de vida.

– Nuestra voluntad y esperanza de que los esfuerzos para el
desarrollo se orienten en el principio cosmogónico de una
convivencia armónica entre la humanidad y la madre naturaleza,
según la práctica de nuestros Pueblos Originarios de este
continente, ligados por una continuidad histórica, con
culturas, identidades, espiritualidades, territorios y
cosmovisiones propias.

– La trayectoria milenaria de nuestros sistemas organizativos,
con los cuales, en los últimos treinta años, hemos ampliado
nuestros horizontes de acción, constituyéndonos en actores
económicos, sociales, políticos y culturales de los países, y
hemos incidido en las agendas nacionales e internacionales con
nuestras propuestas y planteamientos.

– Nuestro compromiso de construir alianzas con los diferentes
sectores de la sociedad civil para retomar los temas de la
agenda de la década que han quedado pendientes.

Al mismo tiempo, constatamos:

– Que, tras diez años de haberse presentado el "proyecto" de
Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los
Pueblos Indígenas de Mundo por parte de la Subcomisión de
Prevención de la Discriminación y de Protección a las Minorías
y más de veinte años desde que el Grupo de Trabajo Sobre
Poblaciones Indígenas iniciara su estudio y discusión, el
texto aún no ha sido aprobado por la Asamblea General de la
ONU.

– Que, en el transcurso del Decenio, si bien se han logrado
avances normativos en el sistema jurídico internacional en
materia de derechos indígenas, gran cantidad de Estados no han
reconocido formalmente dichos instrumentos, ni han reconocido
la existencia y derechos de los Pueblos Indígenas en las
legislaciones nacionales.

– Que, a pesar de que El Plan de Acción del Decenio contemplaba
que las actividades promovidas por la cooperación
internacional, debían generar en la práctica mayores grados de
participación e incidencia política de las organizaciones
indígenas, en la práctica, los niveles de incidencia
alcanzados por los Pueblos Indígenas son fundamentalmente
producto de nuestras propias acciones organizativas.

– Que, a pesar de los importantes aportes y apoyos con que la
Cooperación Internacional nos ha acompañado a lo largo de
estos años para mejorar la situación y condiciones de vida de
los Pueblos Indígenas, su impacto ha sido escaso.

– Que, la situación de los indígenas migrantes, los que hoy
viven en los medios urbanos y los nuevos sectores sociales
indígenas emergentes, continúan ausentes en la agenda de la
Cooperación Internacional y los Estados.

Sobre la base de estas reafirmaciones y constataciones,
manifestamos que es tiempo de apurar el paso, ya que no se puede
continuar postergando la materialización de nuestras legítimas
propuestas y aspiraciones. Debemos asumir el desafío de avanzar
en el cumplimiento de aquellos compromisos urgentes que han
quedado sin ser honrados, en especial por los Estados y la
Comunidad Internacional; y por eso declaramos y exigimos:

– Nuestra indignación por la demora injustificada en la
aprobación de las Declaraciones de Naciones Unidas y de la
OEA, sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y exigimos la
revisión de los mecanismos e instancias previstos para la
aprobación de estos instrumentos jurídicos.

– Que los Estados de la región deben realizar profundas
transformaciones, que garanticen el reconocimiento y la
participación de los Pueblos Indígenas en las estructuras
jurídicas e institucionales, reflejen su condición pluriétnica
y multicultural; y admitan y reconozcan nuestros derechos a la
autonomía y libre determinación.

– Que, los Estados y la cooperación internacional deben
establecer mecanismos para que los Pueblos Indígenas, puedan
participar activamente en los procesos de diseño y formulación
de Políticas Públicas, a partir de sus propuestas en el
ejercicio de sus derechos colectivos.

– Que, se deben establecer y garantizar espacios
institucionalizados en los que los Pueblos Indígenas
participemos en el diálogo político con los Estados y la
cooperación internacional en igualdad de condiciones, y con la
capacidad de incidir en la toma de decisiones en los asuntos
relacionados con nuestro futuro; y que éstos cuenten con las
condiciones necesarias.

– El diseño y ejecución de las políticas, planes y programas,
tanto a escala nacional como regional, debe contar con el
consentimiento previo, libre e informado de los Pueblos
Indígenas, para evitar, los impactos negativos sobre las
culturas, cosmogonías, identidades y el patrimonio territorial
de los Pueblos Indígenas y que se respeten los procesos
socioeconómicos y culturales de nuestros pueblos.

– Nuestra alta preocupación por la grave amenaza que se cierne
sobre los Pueblos Indígenas no Contactados y demandamos a los
Estados, respetar su libre determinación.

– Que, es necesario avanzar hacia un nuevo relacionamiento
entre la cooperación internacional y los Pueblos Indígenas;
construido sobre la base de nuevas reglas, las que deben ser
concordadas en el marco de un proceso de diálogo político
equitativo, justo y en igualdad de condiciones. Estas nuevas
políticas deben incluir como condición mínima, la
participación directa de los Pueblos Indígenas con la
cooperación internacional, sin la intermediación de los
Estados ni de terceros.

– Que, la agenda de cooperación para el futuro, debe recoger
los temas que han quedado pendientes y construirse sobre la
base del reconocimiento de la diversidad y los derechos
colectivos de los Pueblos Indígenas.

– Que, los Pueblos Indígenas en coordinación con las
Universidades e institucionales académicas contribuyan a
elaborar sistemas de evaluación del Decenio, así como, la
creación de programas y proyectos de formación de nuevos
cuadros indígenas, desde su propia cosmovisión.

– Que, los Pueblos Indígenas reiteramos que los derechos
contenidos en las disposiciones del Convenio 169 de la OIT,
del Proyecto de Declaración de Naciones Unidas Sobre los
Derechos de los Pueblos Indígenas y en la jurisprudencia de
los fallos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos,
constituyen el marco legal mínimo que debe ser respetado y
observado por los Estados para garantizar el ejercicio de los
derechos de los Pueblos Indígenas.

– Que, los Pueblos Indígenas nos proponemos liderar, gestionar
y promover la ratificación del Convenio 169 de la OIT, en
aquellos Estados que aún no lo han hecho y velar por su
cumplimiento en los Estados que ya lo han ratificado.

Exhortamos a los Estados, a la Comunidad Internacional y
Agencias de Cooperación a respetar y asumir compromisos de
acción con los Pueblos Indígenas. A las agencias de cooperación
participantes en la presente actividad, sean las primeras en
asumir compromisos de acción con los Pueblos y Organizaciones de
COICA, CICA y otros Pueblos y organizaciones.

Llamamos a nuestros Pueblos, líderes y organizaciones a ejercer
los derechos que son consustanciales a nuestra condición de
pueblos, reconstituyendo y fortaleciendo nuestras instituciones
propias.

Concientes que solo será posible avanzar en el cumplimiento de
nuestros derechos y nuestras agendas de trabajo de manera
conjunta; convocamos a todos los sectores sociales, a los
gobiernos, a la comunidad internacional y los organismos de
Cooperación y solidaridad del mundo, para unirse en el impulso
de una sociedad planetaria que respete la diversidad, fomente
las relaciones entre las diversas culturas y Pueblos, combata la
exclusión y la guerra, y cultive la solidaridad, la equidad y la
paz.

En Quito, a veintisiete días del mes de octubre de 2004