Colombia: Festival de Cine de Pueblos Indígenas, escenario de unidad e integración
El arte, la comunicación y la cultura ancestral son mecanismos que contribuyen a la promoción y consolidación de la cosmovisión, cultura y de los procesos indígenas, a través de la producción y difusión audiovisual...
Lanzamiento del XI Festival Internacional de Cine y Video de los Pueblos Indígenas, por la vida, imágenes de resistencia, a realizarse en Colombia en septiembre y octubre próximos…
“Los pueblos indígenas desde las raíces, ancestralmente, hemos comunicado espiritualmente; hoy tenemos medios apropiados que sirven para complementar esa comunicación tradicional y debemos usar las herramientas tecnológicas de la modernidad como radio, prensa, internet y los audiovisuales como medios de expresión y unidad… Esta XI versión de este gran Festival debe ser símbolo de unidad e integración para nuestros pueblos indígenas”, señaló Álvaro Piranga, consejero de la ONIC en el ritual de Armonización, durante el Acto de lanzamiento del Festival que se llevó a cabo el pasado 20 de enero en la sede de la ONIC en Bogotá.
La Consejería de gobierno de la Autoridad Nacional Indígena de Colombia, ONIC; La Coordinadora Latinoamericana de Cine y Video de los Pueblos Indígenas, CLACPI; la Organización Indígena de Antioquia, OIA; la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca, ACIN; el Tejido de Comunicaciones por la Verdad y la Vida ACIN y; la Fundación Cine Documental, que conforman el Comité Organizador del XI Festival, expusieron aspectos fundamentales de lo que será esta versión del Festival audiovisual más importante de los pueblos indígenas del Abya Yala. Al Acto de lanzamiento que inició con un ritual asistieron varias organizaciones sociales, investigadores, académicos, estudiantes, medios de comunicación, pueblos y organizaciones indígenas, organizaciones internacionales como agencias de cooperación y de la ONU e instituciones del Estado y del Distrito, entre ellos el Programa Presidencial para la Formulación de Estrategias y Acciones para el Desarrollo Integral de los Pueblos Indígenas de Colombia.
Más de un siglo debió pasar para que nuestro país sea anfitrión de un evento de tal magnitud, en 1895 los hermanos Antoine y Auguste Lumiére proyectaran imágenes en movimiento que, a juicio de algunos, eran sombras y luces para crear ilusión al espectador que atónito asistía a las primeras presentaciones en París. Sólo dos años después el cine llegaría a Colombia, pero la colonia y la sociedad aristocrática criolla no permitirían mirar hacia la raíz ancestral, es más europeizados como estaban ni siquiera se les hubiera ocurrido tal propósito.
Si bien la comunicación indígena ha sido inherente a los pueblos, sólo empezó a hacerse visible, en la sociedad, con el auge del Movimiento indígena a mediados del siglo pasado y unos 20 años después, con el auge organizativo y posterior reconocimiento de los derechos indígenas en la constitución, empezarían a hacer uso de las tecnologías para la expresión de la cultura y la reivindicación colectiva. Recogiendo este proceso y mucho del avance en comunicación que hoy consolidan muchos pueblos y organizaciones indígenas de América Latina, nace en 1985 el Festival Internacional de Cine y Video que se realizó por primera vez en México.
Diez y seis (16) años después el anfitrión del Festival es Colombia, país ponderosamente rico en diversidad cultural y grandes valores ancestrales, pero que lo enturbia un conflicto armado de más de medio siglo que se ensaña contra los pueblos indígenas y que sumado a aspectos como la explotación minera, de hidrocarburos, y de recursos naturales o el desarrollo económico han propiciado casi el extermino de 63 de los 102 pueblos que existen en el país. “Queríamos que hubiera una mirada a Colombia y por ello luchamos para que el Festival fuera aquí”, expresó muy conmovida Martha Rodríguez, una mujer que ha dedicado su vida a registrar las bondades y riquezas de esta tierra y de las culturas indígenas, pero que también ha sido testigo de la ignominia que han sufrido los indígenas, afro y campesinos del país expresada (y propiciadas por actores armados del conflicto) en masacres, vejaciones, desplazamiento, violaciones y otras formas absurdas de denigrar la dignidad, la intrigad y los derechos de una persona o comunidad.
Martha es la directora de la Fundación Cine Documental, con su lente y su alma ha registrado muchas de las masacres y barbaries de la guerra, acompañó en Guatemala la mascare del pueblo maya, la de los Awá en Nariño, la de los Nasa en el Cauca… recientemente fue testigo de como “esta guerrilla, las FARC, irracional está matando niños en el Cauca ¡por Dios!; esperamos que este Festival y este proceso coadyuven a construir la paz…”
Quizá este festival despierte un poco de sensibilidad, como expresó el médico tradicional Jesús Teteye. “Para nosotros este mundo de la fotografía y las imágenes está en la tercera dimensión (tercer planeta) y los dueños de ellas son los espíritus (fantasmas) y por ello los invocamos; este momento ritual es para tranquilizarlos a ellos, pues sabemos que en el Festival habrán imágenes y realidades que nos van a conmover mucho el corazón; nos causara tristezas e incluso puede generar sentimientos de venganza. Este acto nos permite armonizar esos sentimientos”, señaló el dirigente Bora, quien con Álvaro Piranga del Pueblo Koreguaje dirigieron el ritual.
Por su parte el consejero mayor de la ONIC, Luis Evelis Andrade, indicó que este Festival es un gran reto y un momento muy relevante para los pueblos colombianos y el movimiento indígena continental; “un momento que nos va a permitir mostrar a la sociedad colombiana lo que ocurre con nuestros pueblos, lo que producen, lo que hacen, lo que somos, lo que piensan. El festival permitirá mostrar además de las preocupaciones, problemas y aportes de nuestros pueblos, las distintas formas de resistencia pacífica y romper esos prejuicios que se tienen sobre ella que en el fondo es muy diversa, admirable y es la que nos ha permitido pervivir. Nos permitirá mostrar esa fuerza transformadora del pensamiento y espiritualidad que implica los sitios sagrados como aporte al resto de la sociedad, necesitada de esos niveles de sabiduría…”
Las organizaciones que convocan el Festival se mostraron muy entusiastas y ponderaron el esfuerzo para hacer posible este Festival, “estamos contentos, con mucha fuerza para sacarlo adelante; contamos con los potenciales, las potencialidades nuestras y la experiencia de otros festivales como el Rodolfo Maya, que expresan también nuestra realidad. Una realidad que en el caso nuestro en el Cauca no la escuchamos, la vivimos. Estamos inmersos en ella y nos afecta lo que pasa en nuestro territorio: la violencia, la minería, la contaminación y negocio del agua. La ley del despojo y un proyecto de muerte se han ensañado contra nuestros pueblos, especialmente contra los del norte… pero tenemos sueños, esperanza y creemos y apostamos por una paz con justicia…”, manifestó Isadora Cruz Ascue del Tejido de Comunicaciones ACIN.
Por su parte Janeth Paillam, directora de CLACPI indicó que estos festivales permitirán mostrar el lenguaje y la riqueza ancestral de los pueblos, se convierten en escenarios de convivencia y, a su vez, contribuyen a construir democracia. La XI versión del Festival, en su fase preparatoria ha contado con apoyo de distintos sectores sociales y se ha enriquecido con la experiencia de los festivales anteriores y de otros festivales como el Festival Ojo Al Sancocho, el Daupará y de experiencias como Cine Libertad, entre otras. También investigadores de universidades como la Nacional, Fernando Urbina, y Santo Tomas, Eliana Herrera, aportaron su experiencia e hicieron algunas proposiciones para el buen desarrollo del Festival.
El Festival Internacional de Cine y Vídeo de los Pueblos Indígenas se realiza desde 1985 año en que surgió CLACPI y ésta en asociación con organizaciones indígenas de cada país organiza un Festival cada 2 años en Latinoamérica para estimular y visibilizar los procesos de comunicación y producción audiovisual de comunicadores y pueblos indígenas. El Festival incluye actividades de difusión, capacitación y producción, foros, seminarios y reuniones preparatorias en las que participan autoridades, líderes y organizaciones indígenas.
Este año el Festival se realiza en Colombia del 23 al 30 de septiembre en Bogotá y del 3 al 6 de Octubre de 2012 en Medellín. Los ejes temáticos son: territorio y sitios sagrados; resistencia y lucha de los pueblos y; pueblos en vía de extinción con el propósito de fortalecer los procesos de comunicación de los pueblos indígenas del Abya Yala fomentando la producción audiovisual propia y la amplia divulgación de la realidad y los derechos indígenas.
Las anteriores versiones del Festival se llevaron a cabo en México D.F. México, 1985; 1987 en Río de Janeiro, Brasil; 1989 en Caracas, Venezuela; 1992 en Lima y Cuzco, Perú; 1996 en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia; 1999 en Quetzaltenango, Guatemala; 2004 en Santiago, Wallmapu, Chile; 2006 en Oaxaca, México, 2008 La Paz-Bolivia y 2010 en Quito, Ecuador. Algunas producciones han ganado espacios en televisión abierta de distintos países.
El Festival Internacional de Cine de los Pueblos Indígenas se ha convertido en un escenario de vital importancia e incidencia política y visibilizacion de la realidad indígena que permite a los pueblos y las organizaciones indígenas, además, consolidar un proceso de reivindicación social y política en el cual la comunicación adquiere una relevancia como pilar de defensa, resistencia y promoción de la cultura y los derechos indígenas.
El arte y la cultura audiovisual son mecanismos que contribuyen a la promoción y consolidación de la cosmovisión, la cultura y los procesos indígenas. Por ello hemos impulsado la producción y difusión audiovisual, expresados en temas como cultura, derechos humanos y colectivos, territorio, memoria, militarización, saqueo territorial, mujer y familia, violencia en las comunidades y su impacto en el tejido sociocultural.
http://www.cineyvideo-indigena.onic.org.co/index.php?option=com_content&...