Al pueblo de Guatemala y a la comunidad internacional manifestamos
La Coordinación y Convergencia Nacional Maya “Waqib’ Kej” en representación de organizaciones y comunidades del Pueblo Maya, manifestamos nuestra postura en torno al contexto político y Segunda Vuelta Electoral 2011.
Nuevamente asistimos a una recta final electoral entre un militar y un civil; el primero, representa la historia de opresión, aliado incondicional y servil a los intereses de la oligarquía; Desde su conformación como institución armada en 1871 y desde 1954 aliado del Imperialismo Norteamericano, que jugó un papel importante en derrocar el único proceso revolucionario y democrático que ha vivido nuestro pueblo. Para mantener viva nuestra memoria histórica, debemos hacer un recuento de militares en el poder desde Rafael Carrera, Justo Rufino Barrios, Jorge Ubico, Carlos Arana Osorio, este último que se le conoció como el Chacal del oriente por las masacres que llevó a cabo en contra de comunidades del oriente del país. La institución armada ha representado una historia de dictaduras contra del pueblo y a finales del siglo pasado llego a su más alto nivel aplicando el genocidio bajo los gobiernos de Lucas García, Efraín Ríos Montt y Óscar Humberto Mejía Víctores (prófugo de la justicia). Nunca debemos olvidar que esta institución armada es quien cometió el genocidio en contra de nuestras comunidades que hasta la fecha el Estado ha desarrollado pocos avances en el resarcimiento y en la aplicación de justicia en contra de los autores materiales e intelectuales de tan horrendo crimen de lesa humanidad.
El segundo representa la nueva burguesía emergente, interesado en disputar la hegemonía del antiguo poder económico oligárquico y, como grupo emergente, no ofrece otra alternativa más que el de seguir con el proyecto neoliberal explotando mano de obra de nuestros pueblos y en su proyecto actual está cargada de populismo. Además de ser uno de los promotores de los tratados de libre comercio que violenta la soberanía de nuestro país entregando el territorio a las transnacionales y que nos obliga a una mayor dependencia económica.
Estos candidatos pretenden presentarse como alternativas a los problemas económicos y sociales que ha venido provocando este mismo sistema que ellos defienden, es por ello que no tienen la mínima intención de cuestionar las estructuras que generan los grandes problemas sociales como: la tenencia de la tierra en pocas manos, la explotación bárbara que enfrentan los trabajadores, el racismo hacia los pueblos indígenas, la marginación que enfrentan las mujeres y la juventud.
Los dos candidatos utilizan de manera propagandística el empobrecimiento de nuestro pueblo, pero es importante denunciar que estos candidatos uno más que otro, manipulan la consciencia colectiva de nuestro pueblo resaltando el combate a la violencia, presentando dicho problema como proyecto principal para ocultar el problema estructural mencionado anteriormente; Es importante decir que la violencia que enfrentamos actualmente es el resultado de una política violenta del Estado y de los grupos de poder económico para mantener a nuestro pueblo en la miseria, en el analfabetismo y la desnutrición.
No debemos engañarnos en esta coyuntura electoral, el proyecto neoliberal que dio inicio desde el tiempo de Álvaro Arzú, es la agenda que han venido aplicando los diferentes gobiernos en los últimos años y es la que van a desarrollar en los próximos cuatro años sin importar quien gane la segunda vuelta. Este proyecto neoliberal ha provocado crisis, conflictos sociales, empobrecimiento, migraciones y represiones en diferentes partes del mundo porque tiene como objetivo principal la acumulación de riqueza para los grupos de poder económico, esencia del capitalismo salvaje.
Por eso estos candidatos se encuentran en un momento de efervescencia, llegando a supuestas “alianzas” que se están generando alrededor de los dos partidos políticos que irán a segunda vuelta, mismas que se constituyen en una muestra clara de la utilización de los pueblos como botín político. Esto fundamentado en los siguientes aspectos:
1. De acuerdo a las denuncias hechas al pueblo de Guatemala y al Tribunal Supremo Electoral, por las diferentes instancias de observación, varios partidos políticos usaron artimañas para favorecerse con el voto de los ciudadanos y ciudadanas, acarreo de personas desde sus comunidades a los centros de votaciones, la compra de votos, la entrega de bolsas solidarias, amenazas, coacción, ayudas condicionadas, entre otras acciones de manipulación.
2. En la mayoría de casos, nuestras comunidades y pueblos indígenas son utilizados por los diferentes partidos políticos como recursos electorales como históricamente ha sucedido, pero sin responder a nuestras demandas sustanciales como la educación con pertinencia cultural, salud integral, vivienda digna, respeto a la identidad cultural, entre otros.
3. Lo que presenciamos de estos dos partidos políticos es la unificación de intereses personales y de grupos de poder, en mantener el estatus Quo, el poder de dominación que afecta a las grandes mayorías y a los pueblos indígenas. De igual manera, la suma de algunas organizaciones y personas indígenas dentro de las estructuras partidarias solo contribuyen a la oxigenación de un sistema político desgastado y de un sistema de dominación colonialista.
4. La cantidad considerable de voto nulo y en blanco consideramos que es también una manifestación de rechazo al sistema de partidos políticos que cada vez es menos representativo. Es necesario hacer cambios profundos, iniciando con reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos.
Por respeto a nuestros pueblos, los dos candidatos deben hacer propuestas políticas serias fuera de ataques personales, manipulación de las necesidades inmediatas sin populismo y otras artimañas. Hasta ahora los dos candidatos solo han reflejado el más bajo nivel de accionar político.
POR LO TANTO EXIGIMOS A LOS DOS CANTIDATOS LO SIGUIENTE:
1. El respeto a las voces y demandas de los pueblos manifestadas en las más de 58 Consultas Comunitarias realizadas, respaldadas por el Convenio 169 de la OIT y por las propias instituciones ancestrales de los pueblos originarios. Asimismo, al próximo gobierno, reconocer su vinculancia y que se abstenga a la reglamentación de este instrumento internacional sin el consentimiento de los pueblos.
2. La promoción de la no violencia de todo tipo y a todo nivel, y la no criminalización de los defensores y defensoras de la Madre Naturaleza, campesinos, sindicatos, mujeres, organizaciones juveniles quienes defienden el territorio y nuestra libertad de expresión desde el movimiento de los pueblos indígenas.
3. No más desalojos violentos, no más exploraciones y explotaciones mineras, hidroeléctricas, petroleras, monocultivos que dañan no sólo a los pueblos indígenas, sino la vida misma de todos los pueblos que co-habitamos en este territorio.
Por eso, los Pueblos Indígenas vemos la gran necesidad de la Refundación del Estado guatemalteco, pasando por la descolonización de las relaciones de opresión, a liberación esta condición es el camino para la construcción del plurinacionalismo propio necesario, donde se pueda convivir y coexistir desde el espíritu y de los procesos históricos de los Pueblos y de encaminarnos a cambios profundos hacia el Buen Vivir.
Iximulew, B’elejeb’ Ajmaq, Kab’lajuj E
Guatemala 24 de octubre 2011
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