Recuerdo que hace tres años, mientras desbrozaba mi chacra, llegó hasta mi un hombre mayor, mi padre, cansado de correr con un papel en la mano que contenía el mensaje: ”tú eres nuestro candidato a la Presidencia de la CONAIE” y la firma del kuraga de Sarayaku, Dionicio Machoa.
 
- Los dirigentes dicen que salgas urgente. Hay un vuelo de avioneta que va venir a llevarte en una hora- me dijo mi padre, recordándome que una delegación de guerreros de Sarayaku habían salido por el rio Bobonaza una semana antes para participar en el Congreso de la CONFENIAE. En obediencia al llamado, arreglé mi shigra y con dos maytos de chicha me dirigí a la olvidada pista de mi pueblo. Al despedirme de la gente que estaba allí, vinieron a mi memoria las palabras de mi madre, Beatriz Gualinga, que en su discurso cuando llegó a Quito la Gran Marcha Indígena de 1992 dijo: ”los gobiernos solo nos llaman ecuatorianos cuando les interesa, de ahí no les importamos. Somos la raza de Atahualpa y Rumiñahui, por eso venimos caminando hasta aquí, Señor Presidente.”
 
La CONAIE entonces se encontraba en un momento de mucha debilidad, divididas sus regionales y sufriendo aún los rezagos de la alianza electoral con Lucio Gutiérrez.
 
Por eso llegué con un plan: mantener la independencia del movimiento indígena. Yo dije entonces: no cogobernaremos ni pediremos puestitos a Alianza País. Levantaremos la unidad de las regionales, haremos prevalecer los objetivos por los que fue creada la CONAIE; trabajaremos en el proyecto político de la CONAIE, aglutinando la fuerza de los distintos sectores sociales. Haremos respetar los derechos territoriales de los pueblos y nacionalidades frente a las petroleras, mineras y empresas forestales.
 
Con esa aspiración vine a la CONAIE.
 
Ahora, después de 3 años de caminar por los páramos, recorrer los manglares, la Amazonía; luego de luchar en las calles en múltiples movilizaciones, digo que tuvimos razón en no confiar en un gobierno que se decía de izquierda pero que en la práctica ha demostrado ser más fascista que los gobiernos neoliberales que decía combatir.
 
En mi calidad de Kuraga, Sarayku Runa, jefe del gobierno de las nacionalidades y pueblos indígenas del Ecuador, no me he doblegado ante nadie; hemos luchado entre todos, por el buen vivir. Hemos hecho todo lo que nuestras fuerzas nos permitieron para el pueblo. Hemos alzado la voz firme de los que nunca fueron escuchados. El Gobierno nunca nos quiso oir, pero igual no callamos, porque nuestra voz es el reclamo de muchos siglos de dolor.
 
Nuestra voz tiene lágrimas, tiene canto, tiene grito. Ese grito hiere a los señores supremos del poder. Por eso nos han dicho infantiles, ecologistas extremos, ponchos dorados. Han insultado y denigrado a nuestra raza para tapar la verdad de que nos quieren despojar de los recursos naturales de nuestros territorios. Pero a pesar de los insultos, nuestra dignidad no ha sido pisoteada.
 
Aquí estamos ahora y seguimos caminando. Nos aproximamos al IV CONGRESO DE LA GRAN CONFEDERACION DE LOS PUEBLOS Y NACIONALIDADES INDIGENAS DEL ECUADOR. CONAIE.
 
Les invito a participar activamente para tratar los temas de nuestro Ecuador Plurinacional, para que se respeten los derechos de las nacionalidades y pueblos, para que se cumplan los derechos de la Pachamama y para que la justicia no sea usada para humillar y perseguir a los luchadores populares.
 
Herman@s les espero en Puyo para avanzar unidos y para dar al Ecuador un ejemplo de la verdadera democracia que ejercemos las nacionalidades y pueblos originarios.
 
Con un abrazo fraterno de dignidad,
 
 
Marlon Santi
CONAIE JATUN PUSHAK KURAGA