Organizaciones indígenas andinas y amazónicas consolidan unidad contra la criminalización y persecución política, por el ejercicio de sus derechos y por la construcción del Estado Plurinacional y el Buen Vivir.
 
El compromiso de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas – CAOI con la lucha por la libertad y corte de juicios para Alberto Pizango nace de la identidad de los pueblos indígenas y amazónicos en las demandas y propuestas sustentadas en los derechos de los pueblos indígenas, expresó hoy Miguel Palacín Quispe, Coordinador General de la CAOI.
En el Perú, las comunidades andinas y amazónicas que constituyen los pueblos indígenas, son igualmente violentados en sus derechos por las políticas neoliberales que despojan territorios, imponiendo proyectos extractivos –minería, petróleo, gas, forestales- y de infraestructura –carreteras, hidroeléctricas- para facilitar el saqueo de los bienes naturales por las empresas multinacionales.
Esta lucha común –recordó Palacín- llevó desde inicios de la década a plasmar la unidad de las organizaciones indígenas andinas y amazónicas, materializando en acciones concretas una plataforma común y el debate de propuestas para enfrentar las políticas neoliberales.
Así, Miguel Palacín desde la Confederación Nacional de Comunidades del Perú Afectadas por la Minería (CONACAMI) y Alberto Pizango desde la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP), desempeñaron roles esenciales en el desarrollo de los debates y construcción de una agenda andino-amazónica, desde las comunidades, de abajo hacia arriba, validada en los ámbitos locales y regionales hasta el nacional.
La movilización amazónica iniciada en abril del 2009 tuvo el respaldo activo de la CAOI en diferentes espacios: presencia en la zona de conflicto, coordinación de acciones de solidaridad nacional e internacional, amplia difusión en espacios globales, fueron muestras efectivas de la unidad de los pueblos indígenas y su articulación nacional y continental.
Juntas, las organizaciones indígenas andinas y amazónicas sustentaron el cuestionamiento legal, técnico y político a los decretos legislativos emitidos por el gobierno de Alan García para implementar el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. Y juntas lucharon por su derogatoria, logrando que el Congreso de la República derogara los más perjudiciales.
Esta unidad se hizo más evidente a raíz de la Masacre de Bagua, del 5 de junio del 2009, en la que murieron 34 personas, cuando la CAOI denunció ante los organismos internacionales y los movimientos sociales de todo el mundo la criminal represión ejercida por el gobierno peruano contra los líderes indígenas amazónicos, subrayando que esta criminalización alcanza también a cientos de dirigentes de las comunidades andinas que también defienden sus derechos territoriales y enfrentan múltiples procesos en el Poder Judicial.
Tras su obligado exilio en Nicaragua, Alberto Pizango fue visitado por Miguel Palacín en Managua en octubre del 2009, visita que se repitió en un reencuentro realizado en mayo del 2010 en la misma ciudad. En este reencuentro, Palacín acompañó a Pizango en la conferencia de prensa que anunció su retorno al Perú, renovando su respaldo y solidaridad con su lucha y contra persecución política de la que es víctima el presidente de AIDESEP.
“Es un compromiso personal y un compromiso de la CAOI. Pizango y yo luchamos conjuntamente por nuestros pueblos desde la unidad andino-amazónica. Por eso hemos acordado desarrollar campañas en defensa de los perseguidos y criminalizados a nivel nacional e internacional, articulándonos al conjunto de los movimientos sociales para conquistar verdaderos cambios políticos en el Perú”, afirmó Palacín.
En el reciente encuentro de Managua, los dirigentes indígenas reafirmaron también la decisión de continuar juntos, pueblos indígenas andinos y amazónicos, la consolidación de propuestas concretas para la construcción del Estado plurinacional, que represente la diversidad política y cultural del Perú y sea la expresión del Buen Vivir.
“Mi compromiso, personal y como CAOI, es insistir en la demanda de un tratamiento justo en los tribunales para nuestro hermano Alberto Pizango. Vamos a estar atentos a su proceso en el Poder Judicial y activaremos nuestros mecanismos de diplomacia indígena para que los organismos internacionales otorguen garantías para la libertad y la vida del Presidente de AIDESEP”, concluyó Miguel Palacín, Coordinador General de la CAOI.
 
27 de mayo de 2010.
 

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Norma Aguilar Alvarado
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