Políticas de militarización y el cambio climático
El cambio climático es una preocupación que compartimos en todos los países del mundo pero los modos de afrontarlo son disímiles unos de otros. El tema del panel “Seguridad, militarización y cambio climático” ha puesto sobre el tapete cómo las grandes potencias vienen trabajando estrategias para afrontar las consecuencias del cambio climático desde la militarización, el recrudecimiento de políticas contra los migrantes y ocupación de territorios.
Este panel, que fue organizado por la Fundación Solón, Vía Campesina, la Marcha Mundial de las Mujeres y la Campaña Continental contra las Bases Militares, contó con la presencia de destacados participantes, entre ellos Elizabeth Peredo de Bolivia, Miguel D´Scotto de Nicaragua, Egidio Brunetto, de Brasil, quienes destacaron que tras la imposición autoritaria que terminó siendo el acuerdo de Copenhague existe la gran evidencia que el multilateralismo para llegar a acuerdos para afrontar el cambio climático no significa nada para las grandes potencias.
Uno de los frentes desde el que los países desarrollados quieren abordar la crisis que supone en el corto plazo el cambio climático es el militar. “Lo que hacen es incrementar sus fuerzas militares, planteando además una política de defensa, ocupación de territorio, prioridades que están absorbiendo los presupuestos de estos países: La CIA por ejemplo tiene ya un Dpto. de cambio climático, con un claro discurso de seguridad y cambio climático”, señaló Elizabeth Peredo de la Fundación Solón.
Dentro de este panel se hizo mención a cómo, por ejemplo ya en abril del año pasado, EEUU propuso que el cambio climático fuera un tema de seguridad, situación que generó el rechazo de los países de la ALBA porque sienta un precedente muy negativo para enfrentar las emergencias climáticas. También se podría señalar los neocolonialismos humanitarios que se han planteado en Haití y Chile tras los terremotos que sufrieron estos territorios y en los que se adoptó un esquema de intervención basado en una estrategia militar.
Este tipo de estrategias se constituyen, sin duda, en un peligroso referente y evidencia cómo no existe una verdadera disposición de los países desarrollados para llegar a acuerdos que posibiliten salvar el planeta, sino que, lo que se pretende es sencillamente, en un discurso perverso, salvar a la mitad de la humanidad (si esto es posible, reduciendo el calentamiento a 2 ó 3 grados) y aniquilar a los que no pertenecen a la otra mitad con el uso de la violencia, con políticas de militarización, ocupación de territorios y endurecimiento de las políticas para los migrantes.
Desde este escenario de la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra se abre esta importante reflexión y también se llama a la sociedad civil de los distintos países a luchar y fortalecer el tejido social de la solidaridad, de la democracia y, sobretodo, luchar contra la impunidad.