Colombia: “Buscamos una agenda en donde quepamos todos”
Esto ‘pinta’ bien siempre y cuando la gente tenga el control y este proceso no se politice convirtiéndose en un tema electoral. Y nos estamos cuidando que este proceso no se convierta únicamente en un proyecto electoral. Se trata de que esto se vuelva un proyecto político de país, que es muy diferente. Que se vinculen los partidos políticos progresistas, pero que respeten la agenda, al colectivo, que no vengan de patrones.
F. VALENCIA, CONSEJERO DEL CONSEJO REGIONAL INDÍGENA DEL CAUCA
La Minga [trabajo colectivo] de los Pueblos, con un modelo incluyente y comprometido, ha conseguido movilizar a miles de indígenas y el apoyo de organizaciones sindicales, de mujeres y estudiantiles contra el Gobierno de Uribe.
DIAGONAL: ¿Cómo surge la idea de la Minga de los Pueblos y en qué consiste?
FELICIANO VALENCIA: La implementación de leyes nocivas para los pueblos y la política de Seguridad Democrática de este Gobierno, apoyada por el Plan Colombia, así como la firma de los tratados de libre comercio, nos coloca en riesgo inminente. Todo ello no es más que dar continuidad a los procesos de colonización e invasión de nuestros territorios. El conflicto armado obedece a esas pretensiones: volver a los territorios escenario de guerra para desplazar a la población y poder instalarse las multinacionales, los monocultivos, etc. Ante esa situación, esta Minga busca salir a buscar otros procesos y unificar una sola agenda diversa, multiétnica, abierta, donde todos quepamos. Algo que el movimiento indígena nunca ha hecho en Colombia. La Minga busca juntar a ese sector históricamente excluido del país y empezar a construir un proyecto diferente en Colombia.
D: ¿Qué modelo plantean?
F.V.: Debe ser un modelo incluyente, abierto, comprometido. Proponemos el modelo comunitario, que puede venir a ser la confluencia de varias tendencias. En Colombia se habla del centro-izquierda y del centro-derecha. Nosotros no tenemos esa lógica. Nuestro proceso es colectivo, las decisiones se toman en colectivo y nosotros, las autoridades, debemos hacer lo que la gente dice bajo la tesis de “mandar obedeciendo”. Es difícil, porque la cultura política de Colombia ha sido la de que unos mandan y el pueblo obedece. Romper esa lógica es todo un reto, pero estamos haciéndolo. En Colombia hay un proyecto de muerte, apoyado por EE UU, que está masacrando el proyecto de vida de los pueblos. Este Gobierno, por ejemplo a través de programas como Familias en Acción, combina lo social con lo militar y mete en el conflicto armado a la población para fortalecer su Seguridad Democrática. Es aberrante lo que nosotros vemos en el país.
D: ¿Qué sectores han respondido a esta nueva estrategia del movimiento indígena colombiano?
F.V.: La Minga buscaba movilizar gente y lo ha logrado. Los sindicatos se unieron, la nacional judicial se unió, la Central Unitaria de los Trabajadores se unió, los camioneros, los corteros de caña, el movimiento nacional y regional de mujeres, algunos sectores estudiantiles... Esto ‘pinta’ bien siempre y cuando la gente tenga el control y este proceso no se politice convirtiéndose en un tema electoral. Y nos estamos cuidando que este proceso no se convierta únicamente en un proyecto electoral. Se trata de que esto se vuelva un proyecto político de país, que es muy diferente. Que se vinculen los partidos políticos progresistas, pero que respeten la agenda, al colectivo, que no vengan de patrones.