Colombia: Por qué nos movilizamos!
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Hoy…..martes 14 de octubre de 2008, 516 años de invasión para el continente americano, (descubrimiento para algunos). No celebramos esta fecha, simplemente la recordamos con tristeza, en memoria de los millones de indígenas que fueron masacrados de la manera más dantesca que se conozca en la historia.
Para los indígenas desde 1492, se inició una permanente lucha por la vida y ya no se pudo pensar la cultura en su totalidad, pues la vida se volvió una constante lucha por sobrevivir, en una guerra que al comienzo fue por los metales preciosos, oro, plata, esmeraldas, cobre etc. Después por la tierra, petróleo, esmeraldas. Hoy la guerra se sigue dando por la tenencia de la tierra, la biodiversidad y la mucha agua que tiene Colombia.
Esa historia que se dio pero no se escribió, y si se escribió fue de manera general ocultando la terrible verdad. Pero lo más grave de esta historia es que casi nunca se dio a conocer si no hasta ahora y de manera muy general, mucho tiempo después de acaecida, donde la sociedad tras cinco siglos ha olvidado lo que sucedió y aconteció desde hace 516 años para acá, en contra de los indígenas y de la tierra.
Es tan grande… amarga y tan horripilante… según lo narra la historia, refiriéndose a lo que sucedió con los indígenas hace 516 años… que de manera triste recordamos:
“Entre éstas, fue particularmente impresionante el recuerdo que se hizo, de cómo diversos historiadores relatan que los españoles utilizaban perros feroces y especialmente amaestrados, para lanzarlos en horrorosas cacerías de indígenas, a los que destrozaban a dentelladas. Pero según la historia, no solo azuzaban a los perros contra los indígenas, sino que, además, alimentaban a las bestias con los cadáveres destrozados, para que adquirieran el hábito y el gusto de tan horrendas matanzas”.
El Cerro de Potosí.
“En tres siglos, el cerro rico de Potosí quemo, según Josías Conder, ocho millones de vidas. Los indios eran arrancados de sus comunidades agrícolas y arriados, junto con sus mujeres y sus hijos, rumbo al cerro. De cada diez que marchaban hacia los altos paramos helados, siete no regresaban jamás. Luis Capoche, que era dueño de minas y de ingenios, escribió que estaban los caminos tan cubiertos de indios, que parecía que se mudara todo el reino. En las comunidades los indígenas habían visto volver…volver muchas mujeres afligidas sin sus maridos y muchos hijos huérfanos sin sus padres y sabían que la mina los esperaba <mil muertes y desastres.”
“Los españoles batían ciento de millas a la redonda, en busca de mano de obra. Muchos de los indios morían por el camino, antes de llegar a Potosí. Pero eran las terribles condiciones de trabajo en la mina las que más gente mataban. El fray Domingo de Santo Tomas, denunciaba al consejo de indias, en 1550, a poco de nacida la mina, que Potosí era una <boca del infierno>, que anualmente tragaba indios por millares y millares y que los rapaces mineros trataban a los naturales como a <animales sin dueño> “.
“Y lo que se pensaba, era que los indígenas de América No eran hombres, sino bestias; que no tenían alma; que en ellos la maldad era <natural> que eran judíos, enemigos de Jesucristo; que estaban tan abajo en la escala humana, que no les era posible recibir la fe; que el Papa Paulo III se había equivocado al declarar, en 1537, que los indígenas eran verdaderos hombres…
Si todo esto conforma la triste realidad, aquí antes y ahora, ¿Qué no podrá decirse de la ferocidad, de la bestialidad, del racismo desalmado, con que, hace 500 años se emprendió la aniquilación de América y el despiadado exterminio de los indígenas? Según la historia…antes de 1492 en solo Colombia éramos varios millones. Hoy escasamente somos 1 millón doscientos mil indígenas que luchan contra toda las adversidades para no desaparecer.
Hoy 516 años después de la invasión del continente americano, para los pueblos indígenas, ese cambio de la dominación española por la del colonialismo norteamericano, de ninguna manera nos ha sido benéfico, Por el contrario, en muchos aspectos su situación social de marginados, de discriminación, de menosprecios, y de persecución continúa, unas veces con asesinatos selectivos de los líderes, otras con muertes bajo la supuesta protección de tierras ancestrales de los indígenas hoy en manos de descendientes de los asesinos colonizadores y otras, las más, mediante los desplazamientos masivos de los territorios ambicionados por las multinacionales utilizando fuerzas paramilitares, muchas veces (como se ha comprobado) armadas y orientadas por las Fuerzas Militares del Estado y esta situación se ha extendido y acentuado notoriamente en la medida en que se va preparando el País para el TLC. La única diferencia perceptible es la de que anteriormente se hacía contra los nativos, en nombre del rey de España y para extender la fe cristiana; ahora se hace para extender el imperio de los Estados Unidos en nombre de la libertad y de la democracia. Tan grande es la falacia del Gobierno que aparenta ante las naciones del mundo ser la abanderada de los derechos de los pueblos indígenas, mientras internamente va dictando leyes que sutil y paulatinamente cercenan esos derechos.
Y, como si todo eso fuera poco, los indígenas, en sus propias tierras, son perseguidos como alimañas y exterminados en matanzas de crueldad implacable y repugnante.
…Afirmamos, sin la más mínima sombra de duda, que estamos frente a casos concretos y espantosos de genocidio y etnocidio, ante asesinatos en masa de la población indígena, ante el completo arrasamiento de su tradicional modo de vivir, ante la sistemática expulsión de sus propias tierras, el aniquilamiento de sus riquezas naturales, la excesiva explotación de su mano de obra y la violación de los fundamentos espirituales de su cultura>... Hoy en Colombia, donde la destrucción de la naturaleza corre pareja con la lucha de nuestras comunidades indígenas por su supervivencia. En Colombia donde se confunde la nostalgia, la tragedia, y la esperanza heroica de unas tribus precapitalista. Se les instituye la expresión más sincera y cruel de una persecución etnocida declarada contra los pueblos indígenas de la actualidad.
Hoy como ayer, los indígenas americanos, desde Alaska y Groenlandia, hasta la Tierra del Fuego en Argentina, continúan sin derechos, sin libertad, sin paz y sin justicia.
Este pequeño recordatorio es para aquellos que olvidan la verdadera historia de América y piensan que el pasado ya se acabó; pero para el indio el pasado representa el futuro y si el indio olvida su historia empieza a morir culturalmente. Para evitar esa muerte cultural es que hoy 516 años después de empezada la pesadilla que nos trajo Colón en sus carabelas, nos manifestamos pública y pacíficamente como nos autoriza la Constitución Política, aunque sabemos que este “ESTADO SOCIAL DE DERECHO” violará muy seguramente todos nuestros Derechos Constitucionales para reprimirnos con la fuerza como siempre lo ha hecho.
Por las razones históricas aludidas, es que hacemos esta marcha que igualmente rechaza el accionar del Gobierno en los siguientes campos que contribuyen a nuestra desaparición :
1. No aceptamos “Tratados de Libre Comercio” como el que se ha “negociado” a puerta cerrada y sin consultarnos con los EEUU, Canadá, la Unión Europea, la Asociación Europea de Libre Comercio y cualquier otro que persiga el mismo propósito de despojarnos de nuestros derechos, culturas, saberes y territorios, explotar las riquezas y los pueblos y robarse el valor económico y el capital para someternos. Queremos tratados entre pueblos, para los pueblos y la vida y no entre patrones contra los pueblos y la Madre Tierra que están matando con su codicia.
2. Denunciamos, resistimos y exigimos la Derogatoria de las Reformas Constitucionales y de la Legislación de Despojo con la que entrega lo nuestro a intereses privados y nos someten al silencio, a la estupidez, al trabajo forzado, a la exclusión y a la muerte. Son muchas las leyes y reformas ya implementadas o en camino. Entre estas las peores incluyen el Estatuto Rural, el Código de Minas, las Leyes y Planes de Aguas, la Ley de Bosques, La Ley de Páramos, Etc. …Lucharemos para conseguir que sean derogadas.
3. No más terror a través del Plan Colombia, la Seguridad Democrática, la parapolítica, que infestan todos nuestros territorios y los siembran de muerte y desplazamiento con la excusa falsa de alcanzar su “recuperación social”. Que el mundo se entere de la forma en que el Gobierno de los EEUU y el Comando Sur, establecen Centros de Coordinación de Acción Integral desde donde ocupan nuestros territorios para entregarlos a las transnacionales con los recursos de los pueblos de acá y de allá. En estas condiciones protestar no es un delito si no una obligación convertida en crimen por los que le temen a la libertad. Que se larguen los señores de la guerra que se sirven del terror para robar y matar. Queremos juzgar en nuestros territorios y desde el derecho propio a quiénes nos han convertido en víctimas sirviéndose del poder del Estado, del para Estado y de la guerra, vengan de donde vengan sin importar sus discursos y pretendidas justificaciones.
4. Exigimos el cumplimient