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El diario El Tiempo de Colombia, conocido vocero de la oligarquía de ese país, publicó una nota el pasado 29 de agosto, según la cual en la computadora del dirigente de las FARC asesinado en territorio ecuatoriano Raúl Reyes, se encontró un correo dirigido al líder social y académico Héctor Mondragón en el que se le califica como "un camarada de absoluta confianza" de esa organización guerrillera.
 
Esta agresión es parte de la criminalización de las demandas indígenas que llevan adelante los gobiernos de la región aliados de Estados Unidos y las transnacionales, en particular Álvaro Uribe de Colombia y Alan García de Perú. Y es un eslabón más de la interminable cadena de acusaciones surgidas de una computadora supuestamente hallada en la incursión militar colombiana en territorio ecuatoriano.
 
Los gobiernos que implementan las políticas neoliberales en la región han puesto sus ojos en los movimientos indígenas, porque los pueblos indígenas son los más vulnerados por esas políticas, las cuales vulneran sus derechos territoriales y todos sus derechos amparados por instrumentos internacionales como el Convenio 169 de la OIT y la Declaración de Derechos de los Pueblos Indígenas de la ONU. Para ello cuentan con los grandes medios de comunicación como instrumentos de justificación y reproducción de su modelo económico, político y cultural.
 
El pretender vincular a los movimientos indígenas, sus líderes y los intelectuales que los defienden, además de formar parte de la criminalización, demuestra una gran ignorancia, pues es conocido que en los países que sufren el flagelo de la violencia, las mayores víctimas son precisamente los pueblos indígenas, encerrados entre los fuegos del terrorismo y la represión del Estado. La guerra interna colombiana se libra en territorios indígenas y el Informe Final de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación en el Perú demostró que tres de cada cuatro víctimas de la guerra interna entre 1980 y el 2000 fueron indígenas, mayoritariamente quechuahablantes.
 
La Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas, CAOI, expresa su solidaridad con Héctor Mondragón y su rechazo a la agresión en su contra, y hace extensivos esta solidaridad y este rechazo a todos los movimientos indígenas del continente, exigiendo poner fin a la criminalización de sus demandas y el respeto a sus derechos por parte de los gobiernos.
 
Lima, 4 de setiembre del 2008.
 
Miguel Palacín Quispe
Coordinador General CAO

COORDINADORA ANDINA DE ORGANIZACIONES INDÍGENAS – CAOI
Bolivia, Ecuador, Perú, Colombia, Chile, Argentina