Manifiesto de las Organizaciones Campesinas, Pueblos Indígenas y Afrodescendientes contra el ALCA

¡ NO AL ALCA !

2002-11-25 00:00:00

Ciento veintitrés (123) dirigentes (as) indígenas,
campesinos y afrodescendientes de los países de Ecuador,
Colombia, Perú y Bolivia; 20 instituciones de desarrollo
y ecologistas, integrantes de la Región Andina, con la
participación de productores de México, Argentina,
Uruguay y Francia; nos reunimos en Quito entre el 15 y el
17 de abril, para salir en defensa de la vida y el
desarrollo de los pueblos; manifestamos lo siguiente:

Los pueblos indígenas, campesinos, afrodescendientes y de
América, estamos viviendo el anticipo del ALCA: el
Consenso de Washington, las políticas de ajuste y de
reformas estructurales

1. Desde la década pasada, a través de las llamadas
Cumbres de las Américas y en medio del actual proceso de
globalización neoliberal, los diferentes gobiernos de los
Estados Unidos de Norteamérica, vienen impulsando con
agresividad el proyecto ALCA, el cual constituye un
proyecto recolonizador y de anexión de América Latina a
los intereses de la principal potencia imperial del mundo
y a los poderosos intereses económicos de las grandes
empresas transnacionales.

2. En realidad el ALCA es parte y continuidad de una
escalada neoliberal que implementa el gobierno de los
EE.UU. desde hace mas de dos décadas, cuyos hitos más
saltantes se han expresado en el llamado Consenso de
Washington y en la imposición de las orientaciones y
reglas comerciales de la OMC, donde lo mas destacado es
el hecho que los países pobres y de mediano desarrollo
han perdido importantes grados de autonomía para
implementar políticas en función de sus propios objetivos
e intereses.

Para la implementación de estas políticas sé ha requerido
del concurso del FMI, que a través de sus políticas de
ajuste y de reformas estructurales, que en los últimos
años se implementan bajo una nueva careta: los programas
para la reducción y los alivio de la pobreza,
prefigurando y diseñando en nuestros países economías
basadas en mercados abiertos al comercio exterior y a la
inversión extranjera, es decir, en economías de fronteras
abiertas.

Los pueblos agrarios e indígenas de América en especial
de América Latina, hemos sido testigos de los impactos
negativos de estas políticas devastadoras del progreso y
bienestar de nuestros países, naciones y pueblos, a tal
punto que la propia Conferencia de las Naciones Unidas
sobre Comercio y Desarrollo ha manifestado:

"El sistema mundial se caracteriza por asimetrías de
desequilibrios que desfavorecen a los pobres y a los
excluidos....Una competencia desenfrenada, en particular
cuando las armas son desiguales, jamás ha sido suficiente
para activar el crecimiento ni para incrementar la
prosperidad." (CNUCED.1999)

El ALCA es también un instrumento de control geopolítico
y social de la potencia más poderosa del mundo

3. El ALCA surgió en un clima de triunfalismo al inicio
de la década de los años 90, cuando la superpotencia
norteamericana parecía omnipotente frente a las débiles,
desarticuladas y endeudadas economías latinoamericanas.
Pero la década comenzó y continuo transcurriendo con la
mezcla contradictoria del triunfalismo verbal y sucesivas
crisis económicas en países desarrollados y sub
desarrollados que indicaban una tendencia hacia
desórdenes mayores y profundos.

4. En el actual contexto internacional el ALCA no es un
proyecto aislado sino que viene acompañado de otros
instrumentos como el Plan Colombia, la Iniciativa Andina,
el Plan Dignidad de Bolivia o el Plan Puebla de Panamá.
Ellos buscan no solo reiterar la subordinación de
Latinoamérica a las necesidades y prioridades del
neoliberalismo norteamericano, sino que esta vez tiene el
ingrediente de buscar integrarnos a los planes
estratégicos militares de los Estados Unidos.

Pero sus finalidades no se quedan ahí, por que el ALCA,
es parte de una estrategia de control de mercados, que
pretende también ser usada por EE.UU., como un espacio de
acumulación para consolidar su hegemonía y hacer frente a
las contradicciones que tiene con otras potencias
capitalistas, tanto en el terreno político, económico,
comercial y militar.

5. Estas necesidades de control mundial y en especial de
América Central y del Sur, se acrecientan si tomamos en
consideración que el neoliberalismo ha comenzado a
trastrabillar como resultado de un conjunto de crisis que
han ocurrido en los últimos años como es el caso de la
crisis Mexicana, Asiática, Rusa, Brasilera, Argentina y
que incluye la propia recesión económica del ultimo año
de los EE.UU.

Pero sobretodo es la respuesta a la lucha de los pueblos
indígenas y campesinos del Ecuador que en su jornada
histórica del 21 de enero desalojaron del poder a Mahuad;
las luchas del pueblo peruano que con la Marcha histórica
de los 4 Suyos, expulsó del poder a la mafia
fujimontesinista; las luchas del movimiento campesino y
popular de Bolivia que con bloqueos y marchas han puesto
en jaque a la clase dominante de este país; las luchas
del pueblo colombiano por la vida y por la paz. No menos
importante son las luchas del pueblo argentino que ha
puesto en salmuera los postulados del FMI..

Es decir, en América Latina, la crisis del neoliberalismo
y las movilizaciones sociales han abierto un cuadro de
inestabilidad y de creciente ingobernabilidad, tanto en
el Eje Andino como en el MERCOSUR. Estos hechos han
demandado el desarrollo de una contraofensiva de parte de
EE.UU., para imponer el ALCA. Por estas mismas razones
están afanados en bloquear los procesos de integración
que los pueblos estamos interesados en potenciar para
ubicarnos en la senda del Progreso, Bienestar y Justicia;
así como para negociar en mejores condiciones con los
países desarrollados.

6. Después del 11 de setiembre el gobierno de EE.UU. con
la administración de Bush, no solo expande la guerra a
escala planetaria, sino que se ha convertido en uno de
los regímenes mas genocidas que registra la historia de
la humanidad, al agredir con ventaja y alevosía al pueblo
de Afganistán y amparar la política genocida contra el
pueblo palestino realizado por el sionismo israelí, que
hace recordar al mundo la masacre que el propio pueblo
judío sufrió en manos del fascismo nazi.

7. Como parte de estos planes en América Latina y el
Caribe ha redoblado su plan de dominio geopolítico
buscando desestabilizar temerariamente la revolución
Cubana y jaquear y bloquear a los pueblos y gobiernos que
han comenzado distanciarse de sus planes económicos,
políticos y militares. Así lo demuestra el Plan Colombia
con el pretexto de combatir el narcotráfico y el
terrorismo ha profundizado la guerra interna contra los
esfuerzos y paz y salida política negociada.

Es parte de esta misma ofensiva, la visita relámpago al
Perú del Presidente Bush, ofreciendo el mendrugo del APTA
(Ley de preferencias arancelarias Andinas) a cambio de
convertirlo en peón de su política de agresión a Cuba y
de control territorial de América del Sur; así como el
fracasado intento de destruir el Estado de Derecho y el
orden Constitucional recientemente en Venezuela;
respaldando el golpe de estado de la derecha empresarial.
En ese sentido, respaldamos la voz y acción de la inmensa
mayoría del pueblo de Venezuela que ha restituido la
democracia y la dignidad de este hermano país.

El ALCA profundizará la marginación y la exclusión de la
agricultura y de los pueblos indígenas, agrarios y
afrodescendientes.

8. Para las organizaciones del campo de América Latina,
la implementación del ALCA, no será sino la reiteración
de los impactos negativos de las políticas del Consenso
de Washington y de la OMC, con la agravante que será a
mayor escala, que implicará:

(a) Una mayor marginación y exclusión de las economías
campesinas y/o de las agriculturas familiares de los
mercados; y que al mismo tiempo destruye la agricultura
como fuente de generación de trabajo y de progreso para
las poblaciones rurales que contribuyan alcanzar el
bienestar de nuestros países.

Ello se produce aún cuando la pequeña producción es el
soporte de la seguridad alimentaria de nuestros pueblos,
de la vida, de la preservación de nuestros ecosistemas y
de nuestra cultura. Para los pueblos indígenas, agrarios
y Afrodescendientes el ALCA no será sino el sometimiento
a un supuesto libre mercado de sus formas de organización
y también de sus culturas.

(b) Se ha profundizado los desplazamientos forzosos que
no sólo amplían el despoblamiento rural, sino que además
de producir la pérdida de identidad, desarraigo cultural
y pérdida de los medios productivos expulsa a ciento de
miles de ciudadanos de nuestros países, que han pasado a
engrosar las filas de mano de obra barata en los países
desarrollados y son considerados como ciudadanos de
tercera clase.

(c) La imposición de patrones de consumo homogenizantes
en base a los Alimentos importados desde el principal
granero del mundo que son los Estados Unidos, atentando a
la Soberanía y Seguridad Alimentaria de nuestros países y
pueblos;

(d) El ALCA, como expresión de planes geopolíticos,
también constituye la potencial amenaza de deterioro y
destrucción del medio ambiente, de nuestros recursos
naturales como tierras, bosques y aguas, sustento de
nuestra producción agropecuaria; es decir, de la
biodiversidad que se deposita en suelos y montañas de
América Latina, entre ellos la que se ha cultivado y se
ha preservado por acción de nuestros pueblos indígenas y
agrarios de la Cordillera de los Andes.

(e) El ALCA al tener como sustento el modelo neoliberal
también pasará a desnacionalizar y privatizar el agua,
los bosques, la tierra y recursos genéticos que posee la
montaña Andina, para beneficiar a minorías intermediarias
y transnacionales generando mas desocupación y exclusión.

(f) Como parte de este proceso ha abierto un conflicto
entre las grandes empresas mineras y de hidrocarburos,
afectando el territorio de nuestras históricas
comunidades campesinas, de nuestros pueblos indígenas y
de los productores agrarios en general, al punto de
generar enormes perdidas a través de compras devaluadas y
remates forzados por la banca privada.

(g) El agravamiento de las condiciones de pobreza y
extrema pobreza de nuestras poblaciones en particular de
aquella que se asienta en los ámbitos rurales de nuestros
países.

Tejiendo alternativas

Las organizaciones asistentes al Foro Andino consideramos
indispensable formular las siguientes alternativas para
construir alianzas estratégicas de los actores del campo
y la ciudad.

9. Propuestas inmediatas.

Para enfrentar el corto así como el mediano plazo, que al
mismo tiempo nos permita acopiar fuerzas para las
orientaciones de largo plazo y en la lucha contra la
profundización de las casi perfectas asimetrías que
auspicia la OMC, es necesario relevar en primer plano y
reivindicar lo siguiente:

- Protección de las prácticas agrícolas sustentables de
autoabastecimiento, a través del control comunitario y
ancestral de las semillas nativas y la recuperación del
conocimiento ancestral; fundamentos de la soberanía
alimentaria de nuestros pueblos y naciones.

- Incorporación de la tierra como patrimonio cultural,
base de la vida y no como una simple mercancía,
reivindicando la tierra, el territorio y la
interculturalidad. Todo ello implica el desarrollo de
una nueva reforma agraria integral.

- Defensa y promoción de los ecosistemas de los países
andinos, en tanto que son depositarios de una de las más
ricas biodiversidades que existen en el mundo,
implementando políticas agro ecológicas y de gestión de
microcuencas.

- El agua es un elemento vital y básico para el
sostenimiento de la vida por lo tanto es un derecho
fundamental que debe estar garantizado en cantidad y
calidad para toda la población; por tanto debe mantenerse
su accesibilidad mediante la entrega como servicio
público bajo ninguna forma de privatización.

- En tanto la deuda externa está pagada por nuestros
países y es éticamente inmoral cobrarla, planteamos que
los recursos destinados al pago de la deuda sean
invertidos para el desarrollo de nuestros pueblos y por
ello rechazamos que estos recursos sean destinados para
estrategias militares y para fortalecer a los grupos
dominantes que existen en nuestros países.

- Respeto sistemático al principio de la precaución para
la salud, la alimentación y el medio ambiente.

- El rechazo de todo dumping económico y social, en
particular el que organiza de manera sofisticada la OMC.

- Organizar y promover las consultas populares para
ejercer nuestro derecho a voz y decisión de las
organizaciones del campo para plantear nuestras
alternativas.

10. Construir una nueva competitividad basada en la
equidad y los mismo derechos.

En tanto que la competitividad entre las agriculturas de
los países marginados y excluidos y las agriculturas de
los países ricos; está determinada por los presupuestos
públicos destinados y por las políticas de ayuda a la
producción interna y las exportaciones que los países
ricos otorgan a sus respectivas agriculturas; debemos
plantear que los productores y campesinos de los países
en desarrollo, queremos producir con los mismos derechos.

Necesitamos generar condiciones de equidad, justicia e
igualdad para competir entre iguales, con mercados
regulados, con precios justos y estabilidad; lo cual
significa que tengamos las mismas prerrogativas que
tienen los países ricos y sus respectivas agriculturas.

Todo ello implica nuevas políticas macroeconómicas
nacidas de una nueva política económica, que pone como
centro el desarrollo de nuestros mercados internos, que
contribuyan a la descentralización y reforma del Estado
que se atienda los principales derechos de la población e
impulse el progreso y bienestar de nuestros pueblos.

En el marco de esta nueva política económica se debe
impulsar políticas diferenciadas para la pequeña
agricultura o la agricultura familiar que está destinada
a incrementar la soberanía y seguridad alimentaria de los
pueblos, a proteger el empleo rural y combatir la
pobreza; en contraposición de aquellos subsidios que
están orientados a las empresas transnacionales, que
provocan una sobre producción crónica, el dumping y a la
distorsión de los precios internacionales.

11. Plantear, la moratoria sobre toda nueva negociación
en la OMC, pues sus reglas y prácticas han propiciado y
profundizado la desigualdad, la exclusión y marginación
social, en el mundo.

En el ámbito agrícola, estas mismas reglas de la OMC han
desembocado en una competencia desigual y desleal, que
han traído como resultado la creciente política de
destrucción de la agricultura familiar, en especial la
campesina que se mueve en los marcos de la sobre
vivencia.

12. La agricultura por ser parte sustancial de la vida y
patrimonio de los pueblos y naciones; requiere de nuevas
condiciones basadas en la equidad y la justicia; para
devolverle su carácter multifuncional al estar
directamente vinculada con la soberanía y seguridad
alimentaria de los pueblos, la protección de los recursos
naturales del medio ambiente y con el bienestar de sus
propios productores. Por tanto, sostenemos que la
agricultura no debe estar considerada en las
negociaciones de la OMC.

Otra agricultura sí es posible construir, siempre y
cuando sepamos también recoger de manera diferenciada, la
visión y los intereses de la agricultura campesina y/o
familiar con enfoque de género y generacional; así como
su conocimiento ancestral, entrelazándolos con las nuevas
tecnologías que preservan y defienden la vida.

13. Para alcanzar estas nuevas condiciones, es necesario
tomar en consideración que aquellas políticas que
pretendan encerrarse en sus propias fronteras, son
limitantes, poco viables y tienen escasas posibilidades
de éxito, ante el intenso proceso de globalización que
vivimos. Pero, por otro lado, tampoco tiene suficiente
asidero proponer procesos multilaterales que no se basen
en prioridades ni en la búsqueda de alianzas estratégicas
entre los pueblos y naciones.

Desde esta perceptiva, para nosotros es fundamental
avanzar en la integración regional de las Naciones
Andinas, en la medida, que además de habitar en una misma
montaña, tenemos razones económicas, sociales, culturales
e históricas, que nos unen.

En este proceso de integración, la agricultura juega un
rol fundamental y dentro de ella, hay la necesidad de
impulsar políticas diferenciadas que tengan como
finalidad defender a la pequeña producción y a los pobres
de la sociedad rural.

14. Nuestras demandas, las enarbolamos amparados en la
Declaración de Universal de los Derechos Humanos de la
ONU firmada en 1948, en el Pacto Internacional relativo a
los DESC firmado en 1966, los cuales estipulan que en
ningún caso "un pueblo podría ser privado de sus medios
de subsistencia"; en la Carta de los Derechos y Deberes
Económicos de los Estados de las Naciones Unidas, firmada
en 1974 y que señala que "cada nación tiene el derecho
inalienable de reglamentar las inversiones extranjeras y
ejercer su control sobre las inversiones".

En este mismo sentido, los ciudadanos, ciudadanas y los
pueblos así como los Estados debemos reafirmarnos en las
iniciativas de la ONU, entre ellas, en la conferencia
sobre el Medio Ambiente y Desarrollo realizada en Río de
Janeiro; en la conferencia sobre Desarrollo Social,
realizada en Copenhague; en la conferencia sobre
Seguridad Alimentaria realizada en Roma; así como en las
convenciones de base de la Organización Internacional del
Trabajo (OIT).

Globalicemos la esperanza, la solidaridad y la lucha

15. Ante esta difícil y compleja situación que vivimos,
los pueblos de América y del Mundo nos hemos lanzado a
buscar las rutas, que nos permitan globalizar la
esperanza y la solidaridad. Entre ellas destacan los
movimientos de Seattle, de Praga, de Génova, el Foro
Mundial de Soberanía Alimentaria realizado en la Habana.

Todos estos esfuerzos han comenzado a cristalizarse
durante el primer (2001) y segundo (2002) Foro Social
mundial realizados ambos en Porto Alegre- Brasil, que han
reunido a las fuerzas populares, democráticas,
campesinas, indígenas y a todos aquellos sectores que
luchamos por un mundo más libre, digno, justo y
solidario.

16. En estos mismos foros, precedidos de la orientación
de que otro mundo es posible, hemos venido analizando el
denominado proyecto ALCA y hemos acordado desarrollar
acciones para frenar este nuevo intento de recolonización
de la potencia imperial norteamericana; así como
formulando propuestas alternativas que se orienten a
fortalecer nuestra integración regional, principalmente,
nuestra Comunidad Andina de Naciones, CAN.

17. Los participantes en este Foro, nos reafirmamos en
que el ALCA es una opción ABSOLUTAMENTE INACEPTABLE para
nuestras naciones; demandamos a los gobiernos que asuman
su responsabilidad en la definición de políticas
nacionales de desarrollo económico que promuevan
bienestar y desarrollo y soberanía nacional; y , sobre
todo, que defienda nuestras agriculturas campesinas que
son la base de la alimentación de nuestros pueblos. Por
ello mismo, exigimos espacios de apertura en la decisión
de estas políticas en los cuáles desarrollaremos nuestras
propuestas.

FORO AND