Mandato desde los Pueblos Indígenas de ABYA YALA

2002-10-30 00:00:00

Conferencia Continental preparatoria de la Segunda Cumbre de los Pueblos Indígenas de las Américas "Pueblos Indígenas: Otra integración Posible ante el ALCA"

Mandato desde los Pueblos Indígenas de ABYA YALA

Rechacemos el ALCA, paremos el nuevo genocidio con la resistencia
y afirmación cultural - territorial de los Pueblos Indígenas

Desde Kito, el sitio del sol recto, nosotros los primeros
habitantes de las naciones de Abya-Yala expresamos nuestro
pensamiento frente al ALCA, nuevo instrumento con el que se
consumará en nuestros territorios sagrados la expoliación, el
genocidio y el etnocidio

Representamos a nacionalidades y pueblos indígenas descendientes
de quienes poblaron estas tierras hace más de cuarenta mil años,
y somos hoy en día una reserva moral del continente.

Nos hemos enterado de que ustedes, representando a los diferentes
estados, vienen con un llamado proyecto de integración para
América Latina, pero nosotros, siendo los ANFITRIONES, los
primeros habitantes de estas tierras no hemos sido ni notificados,
menos consultados.

Por eso, su sola presencia nos parece no grata y sospechosa.
Sabemos que desde los EE.UU, quienes se sienten dueños y amos del
mundo están maquinando un plan concebido en secreto para favorecer
a las corporaciones transnacionales norteamericanas y algunos
socios locales.

Conocemos que este plan conllevará mayor destrucción del medio
ambiente; como pueblos indígenas una vez más seremos desalojados
de nuestros propios territorios, nos veremos abocados a someternos
a la privatización del agua, al uso generalizado de transgénicos;
se producirá la degradación de los derechos laborales y de las
condiciones de trabajo; las condiciones de vida y salud de los
pueblos se verán disminuidas porque se ratificarán y
profundizarán las privatizaciones de los servicios sociales;
muchas medianas y pequeñas empresas que aún sobreviven
quebrarán; se limitarán aún más los derechos democráticos de la
sociedad; se incrementará la pobreza crítica, la desigualdad,
la inequidad; se producirá la destrucción de las culturas
ancestrales y de los valores éticos que aún subsisten y; hasta
terminarán por desmantelar los estados nacionales y los
convertirán en colonias incorporadas.

De qué integración nos quieren hablar si con la ejecución de sus
planes nos están desintegrando y eliminando. Qué integración
proponen si en la base de la propuesta están la competencia, el
afán de acumulación y conseguir ganancias a cualquier precio, la
inequidad, el irrespeto de los pueblos y culturas y el afán de
unificarnos a todos en el mercado y el consumismo. Qué integración
pregonan si la primera y fundamental interrelación de todo ser
humano es con la madre tierra y ustedes no la realizan.

Nosotros venimos a hablarles en nombre de todas las vidas, pero
sobre todo de aquellas que no están más. Venimos a hablarles de
los seres de las aguas, de los seres de la montaña y de la selva,
de los seres de la fecundidad, de los seres de la siembra, de los
seres de la cosecha, de los seres de la abundancia, de todos los
seres que nos sentimos amenazados con su "plan integrador" y
frente a la decisión de ustedes de crear el ALCA queremos
expresarles los siguientes puntos que constituyen NUESTRO MANDATO:

1. Reafirmamos nuestra autonomía y libre determinación territorial,
cultural, política y gubernativa, y en consecuencia reiteramos
nuestra resistencia milenaria frente a la creación del ALCA. A
los Jefes de Estado de nuestro continente les decimos que para
nosotros, las primeras naciones de Abya-Yala ya son suficientes
estos 510 años de saqueo y exclusión.

2. Rechazar el modelo que explota al hombre y a la naturaleza,
irresponsable con las generaciones futuras. Como pueblos indígenas
no admitimos las patentes y otros derechos de propiedad privada
sobre la vida y los conocimientos tradicionales porque para
nosotros son de carácter colectivo, inalienable e
intergeneracional y se hallan vinculados a la noción de nuestros
territorios ancestrales. Por lo tanto los Pueblos Indígenas hemos
decidido no competir en el sistema de mercado globalizante.

3. Demandar el derecho a la titularidad y administración de los
recursos naturales, la biodiversidad y los conocimientos
ancestrales y, en el supuesto de una explotación de estos
recursos, en consulta con los pueblos interesados, a la
participación en la distribución equitativa de beneficios
especialmente de aquellos recursos genéticos puros y derivados
donde nuestros conocimientos, innovaciones y prácticas están
involucrados.

4. Afirmar el amor, respeto y veneración por nuestra Pachamama, por
nuestra Madre Tierra y desde ella, amor respeto y veneración por
todos los seres vivos. "La tierra es nuestra madre, Todo lo que
afecta a la tierra afecta a los hijos de la tierra. En esto
creemos: la Tierra no pertenece al hombre, sino que el hombre
pertenece a la Tierra"

5. Reclamar el derecho natural e inalienable a recuperar y conservar
los territorios que poseemos y a reivindicar los territorios de
los cuales hemos sido despojados, así como a determinar libremente
su uso y aprovechamiento. Sin tierra no hay vida, sin territorio
no hay integración.

6. Conservar nuestras formas de manejo de los recursos naturales y la
vinculación cercana que mantenemos con nuestra Madre Tierra y con
sus espíritus que son una garantía no sólo para nosotros, sino
también para todos los seres vivos, para toda la sociedad
occidental que ya se olvidó de donde provino.

7. Afirmar los valores que provienen de nuestra interrelación con la
Madre Tierra: lazos de fraternidad -no de competencia- con todos
los seres humanos, sentimientos de cuidado y relaciones de
compasión con todos los seres vivos con la piedra y el cervatillo,
con el viento y la flor.

8. Reafirmar y respetar nuestra tradición y cosmovisión aprendida de
nuestros abuelos: el concepto de propiedad sobre la tierra no
existe tal como se entiende en el lenguaje de los no indígenas;
nosotros más bien hablamos de que la madre naturaleza nos provee
de los frutos que provienen de la tierra, la montaña, los valles,
la selva, los ríos, las vertientes, las cascadas, las lagunas.
Este derecho se gana una comunidad frente a otra, o un pueblo
frente a otro por el grado de conocimiento y familiaridad que
tiene sobre los secretos de su territorio. Esto requiere primero
entrar en armonía con las fuerzas y espíritus que lo animan

9. Fortalecer alianzas de unidad y solidaridad entre nuestras
organizaciones indígenas y con los diferentes sectores del mundo,
e impedir al interior de cada uno de los estados nacionales que
sus gobiernos se comprometan en la participación del ALCA.

10. Mantener las normas de comportamiento con la tierra, con la
montaña con la selva que se aprenden a través de la observación,
de la tradición oral, de los sueños y de los cantos sagrados...
normas que nos han permitido sobrevivir con éxito a veces en un
medio tan frágil como la selva, sin alterarlo negativamente. Esto
requiere entrar en armonía con la naturaleza y la fuerza y
espíritu que lo anima. Algunas de estas normas son:

Sentido comunitario:

El bienestar social de nuestras comunidades reposa sobre la
reciprocidad, la complementariedad y la solidaridad. Con base en
estos valores, cuando tenemos en posesión un territorio, éste
pertenece a los pueblos, y las parcelas de cultivo al dominio de
las familias extendidas. Cuán diferente sería la humanidad si
pudiéramos integrarnos en una comunidad de comunidades.

Pensar en el largo plazo:

Medimos el bienestar de nuestro pueblo no únicamente por lo que
podamos obtener hoy, sino también por lo que podrán disfrutar
nuestros hijos, nietos y bisnietos y lo hijos y nietos de nuestros
bisnietos. Por eso hemos mantenido por ejemplo en la selva zonas
de reserva que no son utilizadas intensivamente o que no son
utilizadas en absoluto. Estas áreas de reserva sirven de refugio a
la fauna silvestre, la que renueva nuestras zonas de cacería,
recolección y pesca.

Adoptar Tecnologías apropiadas:

Hacemos y mantenemos terrazas, cultivamos sin químicos,
enriquecemos los suelos al realizar cultivos asociados, con esto a
la vez que garantizamos el mantenimiento de la diversidad
genética; fortalecemos el sistema agrícola frente a las plagas y a
los imponderables de la Naturaleza; adoptamos formas renovables y
no contaminantes de generación de energía; exploramos la
posibilidad de adoptar tecnologías energéticas renovables y no
contaminantes, como el biogas, la energía solar. Estamos abiertos
a introducir los aportes tecnológicos de otros pueblos del mundo
si estos no alteran radicalmente nuestro medio ambiente. Y estamos
abiertos a compartir la sabiduría que viene de nuestros abuelos.

Sentimiento de humanidad:

El mismo sentimiento comunitario que compartimos al interior de
nuestros pueblos originarios quisiéramos extenderlo hacia toda la
humanidad. El mismo sentimiento de pertenencia a la madre tierra
quisiéramos que lo viviéramos todos los seres humanos. Que todos
tomemos conciencia de que "El hombre no ha tejido la red de la
vida, es sólo una hebra de ella. Todo lo que se haga con la red se
lo hará a sí mismo". Clamamos por que se mantengan todos los
ecosistemas libres de contaminación. Solamente quien no siente
pertenencia, quien no se siente integrado a nuestra Madre
Naturaleza, puede violentarla. Por esta razón nuestro mandato
incluye un llamado a la unidad entre los pueblos.

En tal virtud establecemos las siguientes exigencias a los Estados
y Gobiernos del Continente:

1. Cumplir la normativa internacional con la que se han comprometido
los Estados en materia de Pueblos Indígenas, en particular el
derecho a la consulta previa antes de tomar decisiones que puedan
afectar a nuestros Pueblos, como por ejemplo las que tienen que
ver con acuerdos comerciales.

2. No volver a cometer el error histórico de la invasión y la
conquista europea, de llevar a la catástrofe y a la muerte a los
pueblos originarios de América.

3. Establecer, mantener e implementar el reconocimiento jurídico -
constitucional y la identidad étnica-cultural, social, económica y
territorial de los Pueblos Indígenas.

4. La reparación e indemnización de daños por el genocidio, etnocidio
y ecocidio de parte de los blancos europeos y norteamericanos a
través de sus gobiernos, empresas, iglesias, y otras formas de
explotación y dominio.

5. La desmilitarización de los territorios indígenas y la
desocupación por parte de las fuerzas armadas, y el cese del
desplazamiento de los Pueblos Indígenas de nuestros territorios,
así como las fumigaciones y las amenazas de bombardeos.

6. El cumplimiento de nuestros derechos colectivos y humanos,
constantes en constituciones, acuerdos, convenios y tratados
nacionales e internacionales. Así como nuestras agendas y planes
de desarrollo aprobadas en foros indígenas nacionales e
internacionales, tales como el "Plan de Aplicación de los Pueblos
Indígenas sobre Desarrollo Sostenible" aprobado en el marco de la
Cumbre de Desarrollo Sostenible celebrada en Johannesburgo.

7. El compromiso en organismos internacionales como la ONU y la OEA
para la expedición del Proyecto de Declaración de los Derechos de
los Pueblos Indígenas y del Proyecto de Declaración Americana en
base a la sustentación establecida por los propios Pueblos
Indígenas.

8. La intangibilidad de nuestros territorios a todas aquellas
actividades y empresas explotadoras de recursos que depreden el
ambiente y atenten contra la integridad cultural y territorial de
nuestros Pueblos.

Si desarrollamos nuestros principios de unidad, territorio,
cultura y autonomía, podremos encarnar no sólo nuestros intereses
como indígenas, sino la soberanía nacional, la dignidad de todos
nuestros pueblos, la oposición a un Tratado de anexión colonial.
Si resistimos, será posible impedir el etnocidio que nos tienen
anunciado. Ahora más que nunca, la idea de la Resistencia indígena
toma más valor. Resistir es construir gobiernos propios y
comunitarios, contra el interés del ALCA de liquidar la soberanía
de los pueblos; resistir es aplicar la justicia nuestra, abierta y
transparente, contra los tribunales de expertos que se reúnen en
secreto para condenar a los países; resistir es defender los
territorios, los nombres que le han puesto cientos de generaciones
y los recursos naturales, contra la política de expropiación y
robo que promueve el ALCA.

La fuerza de nuestros antepasados están con nosotros. Rumiñahui,
Túpak Katari, Camarao, Hatuey, Caupolican, Lempira, Túpak Amaru,
Guaycaypuro, Atlacatl, Anacona, Carabito, Tehuelche, la Cacica
Gaitana, Manuel Quintín Lame, Kimy Pernia, y todos los mártires de
la tierra y por la tierra, por la dignidad y la soberanía de
nuestros pueblos están delante de nosotros y constituyen nuestro
referente y nuestra fuerza. Así mismo la vigencia de nuestras
propias formas de vida y pensamiento demuestran que otra América
si es posible.

Y, el día en que todos los seres humanos, la humanidad entera que
habitamos nuestro planeta -incluido Bush - asumamos plenamente en
nuestra conciencia este hecho, nacerá un gran sentimiento de
pertenencia, de integración, de respeto universal y estaremos
frente a una actitud de profunda veneración por todo lo que
existe, por todo lo que nos rodea.

Kito, 28 de octubre del 2002

Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador - CONAIE
Consejo de Ayllus y Markas de Kollasuyo - CONAMAC
Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica - COICA
CSUTCB
Movimiento Juventud Kuna de Panama
Organización Nacional de Indígenas de Colombia - ONIC
Organización Indígena de México
Organización Indígena de Chile