Llamado al mundo por Lorenzo Largo Dagua
Lorenzo Largo Dagua ha sido asesinado. Su muerte es un llamado por la vida y la Libertad para la Madre Tierra. Un llamado para que la vida triunfe sobre la muerte y para que los Buenos Gobiernos se hagan realidad y superen para siempre a los Malos Gobiernos que nos quitan la vida y nos roban la dignidad. Porque frente a su muerte y con dolor gritamos y exigimos, porque YA BASTA! No más silencio frente al terror y la injusticia. No más apoyo a quien roba y mata desde el poder.
El día 14 de diciembre del año 2007en la Clínica Rey David en la ciudad de Cali, siendo aproximadamente las 6:20 p.m fallece nuestro hermano y compañero Lorenzo Largo Dagua de 23 años de edad, después de luchar 16 días contra la muerte a causa de un disparo a la altura del pecho que le propinaron miembros del ESMAD (Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía Nacional). Este hecho ocurrió el día 29 de noviembre en la finca la Emperatriz en Caloto Cauca, cuando Lorenzo al lado de su Pueblo luchaba exigiendo una vez más el cumplimiento de los acuerdos y obligaciones de Estado adquiridos con las comunidades a raíz de la masacre de El Nilo. Durante este último proceso de exigencia de nuestros derechos resultaron heridas 17 personas de los diferentes Cabildos. Quienes dispararon contra nuestro hermano lo hicieron para asesinarlo y lograron su cometido. El tipo de herida que le causaron, el hecho de que se encontraba en medio de comuneros sin armas y fuera de los predios en disputa son algunas de las evidencias que nos permiten aseverar que se trata de un asesinato por el que deben responder sus autores materiales y quienes desde el alto Gobierno y los altos mandos militares les dieron la orden de matarlo.
Lorenzo Largo Dagua era miembro de la Guardia Indígena, al momento de su muerte se desempeñaba como Alguacil del Cabildo de Tacueyó. La partida de nuestro hermano Lorenzo, ocurre faltando dos días para el aniversario número dieciséis de la masacre El Nilo, en la que 20 hermanos indígenas fueron asesinados por sicarios al servicio del narcotráfico y miembros de la policía nacional el 16 de diciembre de 1991. Masacre por la que el Gobierno ha tenido que reconocer su responsabilidad ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ante las autoridades indígenas y ante los familiares de las víctimas. Masacre que es la causa directa y permanente de nuestra recurrente movilización porque el Estado y los Gobiernos sucesivos no han cumplido con su obligación de reparar a las víctimas y garantizar los derechos fundamentales de nuestros pueblos.
El asesinato de Lorenzo Largo Dagua en la finca la Emperatriz se suma al de Belisario Camayo caído en la hacienda el Japio el día 10 de noviembre del 2005 y al de Pedro Poscué caído en la María Piendamó el día 16 de mayo del 2006 todos asesinados por miembros de las fuerzas públicas del Estado Colombiano.
De acuerdo con las estimaciones del propio Gobierno y de sus instituciones especializadas en temas agrarios (INCODER), son 218.000 hectáreas las que se requieren de inmediato para responder a los derechos y suplir las necesidades básicas de los pueblos indígenas del Cauca. 218.000 hectáreas de deficit que nos condenan al hambre y a la muerte y nos obligan a movilizarnos y a luchar para sobrevivir. 218.000 hectáreas que son nuestras y deben hacerse realidad de inmediato en los términos y según los procedimientos que hemos propuesto y exigido sin otra respuesta que la represión, la exclusión y la mentira.
Históricamente las justas luchas de los Pueblos Indígenas por la tierra, el respeto al territorio y la exigencia de los derechos han sido ahogadas en sangre por los gobiernos de turno.
En este orden, sobre los últimos hechos responsabilizamos al régimen de Alvaro Uribe Vélez y al gobernador del Cauca Juan José Chaux Mosquera como autores intelectuales y a la Plicía Ncional como autores materiales en los asesinatos de Belisario Camayo, Pedro Poscué y Lorenzo Largo Dagua. Hemos denunciado de manera pública y pacífica la ilegitimidad del Gobierno de Alvaro Uribe Vélez y su desprecio por la vida y los derechos de nuestros pueblos. Hoy, la muerte de nuestro hermano Lorenzo Largo Dagua ratifica la validez de nuestra denuncia.
La verdadera autoridad se basa en el respeto merecido. Un Gobierno que hace leyes contra su pueblo, que entrega la soberanía y la autonomía, que tiene como prioridad la defensa y promoción del enriquecimiento de grandes grupos económicos, que incumple con sus obligaciones y miente aseverando que cumple, que no asume la responsabilidad que le corresponde por su colusión con el narcotráfico, el paramilitarismo y con crímenes horrendos y recurrentes y que ahora ordena el asesinato de nuestro hermano, ha perdido su autoridad.
El poder, para nosotros los Nasa, se sostiene sobre la legitimidad. Quien pretende ejercer el poder abusando de la fuerza, lo ha perdido y no lo merece. El Gobierno que asesina a nuestros hermanos y que utiliza la fuerza del Estado para sembrar el terror, defender privilegios y derramar la sangre de quienes defienden en paz sus legítimos derechos, no merece el poder que detenta y por eso se escuda en la represión.
En este contexto de muerte instaurado en Colombia, le decimos al país y al mundo desde nuestro dolor sereno y ancestral que este Gobierno no nos representa y nos persigue. Reclamamos y llamamos a los gobiernos del mundo para que se abstengan de hacerse cómplices por apoyar diplomática, política y económicamente al régimen que preside Alvaro Uribe Vélez que sólo ha traído muerte, persecución y desconocimiento de derechos para los pueblos. Múltiples hechos, evidencias graves y testimonios irrefutables a los que se suma el asesinato de nuestros hermanos dan fe de lo que aseguramos. Apoyar al Gobierno de Colombia y hacer acuerdos con quienes lo presiden es respaldar a un régimen ilegítimo y criminal y hacerse cómplices de sus delitos.
Lorenzo Largo Dagua ha dado la vida para que se haga justicia, para que la Madre Tierra sea Liberada. No descansaremos hasta cuando el llamado que reclama su muerte sea escuchado y la vida derrote a la muerte y a la injusticia a que nos somete un régimen que no representa al pueblo al que somete.
Consejería Mayor
Consejo Regional Indígena del Cauca
CRIC