Asamblea Permanente para la Jornada Electoral en Territorios Indígenas en el Cauca
En el Cauca la coyuntura de elecciones marca una dinámica que aumenta la amenaza para población civil y coloca en alto riesgo tanto a los candidatos a las alcaldías municipales como a quienes han sido avalados para conformar las listas a Concejos y Asambleas departamentales. Tres situaciones claramente identificadas en esta coyuntura hacen parte de la agenda social en el Cauca para hacerle seguimiento y evitar su continuidad:
1. La corrupción del sistema electoral: El Cauca sigue siendo una zona liberada para los controles de la democracia; aquí los varones electorales cuentan con altas formas de clientelismo; la institucionalidad marca los niveles de presión o chantaje a través de la promesa de empleo para limitar la conciencia política; otro fenómeno es el hábito del conteo amañado, con altos niveles de eficacia, que no permite el ingreso a las corporaciones y administraciones públicas de fuerzas renovadoras de la política (la máxima de quien escruta gana en este departamento es una verdad de a puño).
2. Las amenazas, Gustavo Mejía, líder popular del norte del Cauca, quien contribuyó a la creación del CRIC en 1971, y quien gozaba del apoyo popular como firme aspirante a la Cámara por el MRL, fue asesinado en 1973. Desde esa época, ser candidato alternativo y apoyar los procesos sociales, se ha considerado una mezcla peligrosa contra los poderes autoritarios. Hoy, esta mezcla sigue causando escozor, tanto en las líneas tradicionales como en los grupos políticos de extrema, razón por la cual siguen apareciendo panfletos amenazantes provenientes del paramilitarismo y de la guerrilla o voces irresponsables desde las instituciones contra personas o movimientos que han asumido procesos electorales. Los asesinatos del candidato a la alcaldía de Morales y del expresidente de la Asamblea departamental en Corinto marcan el riesgo que vive el proceso electoral en el Cauca.
3. Falta de garantías para sufragar: Son muchas las zonas apartadas de los cascos urbanos, donde los grupos armados amenazan con quemar las urnas; razón por la cual las administraciones municipales, en vez de fortalecer los niveles civiles de garantía, piden el ingreso de la fuerza pública, situación que no aminora el conflicto sino que lo activa, o, trasladan los puestos de votación para sitios cercanos a las cabeceras municipales, situación que limita la participación popular que acompaña las candidaturas alternativas.
En la actual coyuntura electoral, asumiendo las indicaciones y mandatos provenientes de los congresos indígenas y juntas directivas regionales de cabildos, recomendamos:
a) Continuar nuestros procesos de asambleas permanentes.
b) Asumir el control territorial y exigir de las instituciones del Estado, en especial de las instituciones civiles, coordinar con los cabildos las acciones tendientes al buen desarrollo de la jornada electoral
c) Activar el control de las zonas de votación, a través de acciones propias de la guardia indígena y otras formas de protección tradicional de nuestras comunidades.
Finalmente; como Consejería Mayor CRIC, invitamos a todas las personas integrantes y acompañantes del proceso organizativo a asumir con responsabilidad y altura la coyuntura electoral que culmina el 28 de octubre, para que desde sus diferentes estructuras orgánicas y comunitarias, programas, cabildos y asociaciones acompañemos, promovamos, observemos y apoyemos la transparencia del proceso electoral, invitando a que la gente brinde apoyo a sus candidatos, que en el caso indígena fueron definidos en procesos propios y autónomos, avalados por la Alianza Social Indígena.
Consejo Regional Indígena del Cauca –CRIC-
Popayán, octubre 25 de 2007