Carta de la Mesa de Trabajo Mapuche sobre Derechos Colectivos

2009-05-30 00:00:00

PUNO, MAYO 2009

Estimados y estimadas hermanas y hermanos participantes de la IV Cumbre de Pueblos y Nacionalidades Indígenas del Abda Yala, presentes en Puno, Territorio del Tahuantisuyo, hoy conocido como Perú, frontera con Bolivia.

Desde la Mesa de Trabajo Mapuche sobre Derechos Humanos Colectivos integrada por autoridades ancestrales, dirigentes, profesionales y técnicos Mapuches de diferentes representatividades orgánicas dedicadas a la defensa, exigibilidad y ejercicio de nuestros derechos humanos colectivos como Pueblo; Y, desde el Wallmapu, territorio ancestral del Pueblo Mapuche, nos dirigimos a Uds. Para exponer lo que a continuación se indica.

- Saludamos y valoramos el enorme esfuerzo desplegado para la realización de esta convocatoria que reunirá a muchas voces, almas y raíces del Abda Yala, como asimismo, a la CAOI, la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas quien hace de anfitriona.

- Nos recordamos del camino trazado en la cumbre anterior realizada en Guatemala: “De la Resistencia al Poder”; Y la señalada en la actual de Puno “Por estados Plurinacionales y Buen Vivir”. Grandes conceptos que marcan nuestros caminos, sin embargo, se hace indispensable ponernos en alerta real ante la difícil realidad que se está viviendo, particularmente ante la violencia estatal en medio de la crisis capitalista de las corporaciones económicas y sus coletazos neoliberalista, como la negación de Derechos a los Pueblos Indígenas que pretenden hacer Gobiernos sometidos y corruptos a este modelo.

- Hermanos y hermanas, se hace fundamental que levantemos nuestras voces para que nazcan nuevas formas de construir poder a través de nuestras fuerzas sociales, para una transformación profunda de los estados. La situación de exclusión, imposición, negación y atropello a los derechos colectivos de nuestros Pueblos son graves. Somos víctimas de un modelo económico y política neoliberal y de Estados capitalistas unicentristas, patriarcales y colonialistas, lo que se traducen en problemáticas significativas en cada aspecto del bienestar social o buen vivir, desde la situación de la salud y educación, los territorios, medio ambiente, Bienes Naturales, hasta la exclusión de los procesos políticos, participativos, del mercado, comercio y de una economía justa, productiva y sustentable, y en general, de nuestro derecho fundacional que tenemos como Pueblos: La Libre determinación.

-Mientras hablamos de nuevas formas de poder, mientras hablamos de buen vivir, mientras nos referimos a estados plurinacionales, camino emblemático en la lucha de nuestros Pueblos y que ha sido señalado por el Gobierno de Bolivia de Evo Morales, en otros lugares, en vez de avanzar, se nos está imponiendo tránsitos a verdaderos abismos, a involuciones en nuestros derechos, como ocurre en Chile. Junto con la violencia estatal asumida históricamente por el estado y de querer imponernos en nuestros territorios ancestrales nefastos proyectos industriales, llámense de tipo forestal, de celulosa, hidroeléctricos, mineros, plantas, entre otros, van también acompañados de políticas de criminalización hacia nuestras protestas, con militarización, juicios, persecuciones y encarcelamiento y hasta muerte para muchos hermanos y hermanas. —

- También, se nos quiere negar derechos. Mientras se habla de la plurinacionalidad en algunos países, acá, en Chile, no solo se quiere consolidar al estado como unicentrista, sino que además, en un actual proyecto de Reforma Constitucional se quiere establecer la “Nación chilena única e indivisible” y “reconocer” el aporte que hacen los indígenas a la construcción de esta nacionalidad, pasando a llevar nuestras autonomías como pueblos y de querer asimilarnos jurídica y políticamente, negando que los Pueblos son sujetos y titulares de Derechos.

- Del mismo modo, así como en varios otros países, no se están respetando las Normas Internacionales de los Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas como es el Convenio 169 de la OIT y la Declaración de Naciones Unidas sobre los Pueblos Indígenas, ambas vinculantes a los estados, quienes tienen la obligación de implementarlas y hacerla cumplir, pero, como consecuencia del racismo profundo y arraigado que aún existe, no se hace. Lo mismo ocurre con algunos organismos internacionales de asistencia, desarrollo y/o financieros, como el BID, FMI, el Banco Mundial o hasta el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) quienes a través de sus políticas han atentado en numerosas ocasiones a los Derechos Indígenas y de manera sistemática.

- Hermanas y hermanos, participantes del IV Cumbre Continental de Pueblos y Nacionalidades del Abda Yala, exponemos todos estos puntos, porque creemos que se hace fundamental asumirlos; Y no solo manifestarnos, sino actuar con convicción para terminar con estas situaciones que nos afectan como Pueblos. Los derechos no se esperan, los derechos se ejercen y debemos marcar caminos que contribuyan a fortalecer nuestras resistencias frente a la imposición de proyectos industriales en nuestros territorios, que reflejan un modelo aberrante, dañino e inhumano y que debe terminar de una vez.

- Asimismo, debemos abrir caminos a la construcción de diversas formas de autogobiernos indígenas, en base a la autonomía y autosuficiencia. También, para exigir con más fuerza mecanismos eficientes de participación como derecho en las tomas de decisiones; y así, contribuir hacia la transformación de los estados y de articularnos de manera amplia, representativa, efectiva, horizontal, solidaria y eficiente. Por Ello, hacemos un llamado a aquellas organizaciones internacionales que buscan representatividad y articulaciones regionales, a asumir responsablemente la integridad y actuar con la mayor cantidad posible de organizaciones que verdaderamente trabajan por los Derechos colectivos, de manera autónoma; Y no para Gobiernos o estados capitalistas o ultra neoliberales como ocurre en Chile, con una extrema violencia estructural, racismos institucional y un descontrol en la privatización de bienes naturales, como se pretende hacer ahora con el MAR por sobre leyes, normas y nuestros derechos ancestrales. Resaltamos: Si no hay aperturas, si no hay unidad en la acción, no van a ver cambios profundos como se espera, solo reformismos y/o asistencialismos.

- Finalmente, en medio de la denominada crisis capitalista, que agrupa e impacta a diversas ideologías occidentales de diferentes colores, surjan entonces nuestras fuerzas sociales con su diversidad de propuestas y alternativas con relación a formas de organización social y política, economías, tipos de energías y un cambio radical de trato con la naturaleza, donde, con firmeza, se diga y se asuma que es mejor no seguir destruyendo ni maltratando a nuestra madre tierra. El calentamiento global es un indicador que nos señala la grave situación por la que estamos viviendo en el planeta a causa de Corporaciones y/o malos gobiernos. Nuestras luchas deben centrarse por nuestros Pueblos, por las soberanías populares, por la paz, la que es capaz de abrir las fronteras no para el capitalismo, sino para la integración y la solidaridad bajo toda la sabiduría ancestral que existe en nuestra memoria colectiva.

Desde Wallmapu, Ngulumapu (Chile), Atentamente,

MESA DE TRABAJO MAPUCHE SOBRE DERECHOS COLECTIVOS