Rigoberta Menchú, Premio Nobel da Paz, en visita al Ecuador el 7 y 8
del presente mes, para respaldar las movilizaciones de los
movimientos indígena, campesino y popular, movilizados en ese país en
los últimos diez días, afirmó que el Foro de las Américas por la
Diversidad y la Pluralidad(Quito, 13 a 16 de marzo), será el evento
más importante para las organizaciones y movimientos sociales en ese
inicio de milenio en el contexto de la globalización.

El Foro tratará de temas relacionados directamente con las más
anheladas propuestas de los movimientos y organizaciones indígenas, de
afrodescendientes y populares de las Américas, que históricamente
vienen luchando contra el racismo, la discriminación, la xenofobia y
la intolerancia, incrustados tanto en las relaciones sociales y
económicas, como en las instituciones políticas, y que se reflejan en
todos los aspectos cotidianos de los grupos afectados.

Para Rigoberta Menchu, la persistente impunidad en la que permanecen
estas formas de discriminación, hace que el racismo continúe y se
reproduzca. Por ello es importante la creación de instrumentos y
mecanismos internacionales que lo sancionen y propicien su abolición.
En esa línea, señaló que el Foro de las Américas por la Diversidad y
la Pluralidad, será una instancia privilegiada donde las
organizaciones podrán presentar propuestas en ese e sentido. Además
de reafirmar su disposición de seguir combatiendo el racismo, la
discriminación, la xenofobia y la intolerancia de forma articulada y
con mecanismo más eficaces, la Nobel fustigó a los sectores racistas
del Ecuador, que según ella, han pretendido calificar a la lucha del
pueblo indígena como simples reclamos de una minoría, al tiempo de
insistir en la necesidad de defender la plurinacionalidad y la
pluriculturalidad, como una fuente de riqueza de la nación.

Destacó también, que el Foro de las Américas será un marco para las
que las organizaciones indígenas, afrodescendientes y populares de
las Américas puedan impulsar un proceso de lucha conjunta para
construir un novo siglo sin racismo, discriminación, xenofobia ni
intolerancia.

Celebraciones por el triunfo del levantamiento indígena

En reunión con la dirigencia indígena, de las organizaciones y
movimientos que protagonizaron el levantamiento de los últimos días,
logrando que el gobierno retrocediera y aceptara negociar con ellas,
Rigoberta Menchu respaldó el diálogo que resultó en la firma de un
acuerdo entre las organizaciones y el gobierno, cuyos contenidos
además de reconocer la "existencia de conflictos
históricamente no resueltos en la relación Estado - Pueblos
Indígenas, y que el proceso de ajuste estructural genera impactos en
los pueblos indígenas y sectores pobres del país, acuerda con las
Nacionalidades, Pueblos y Organizaciones Indígenas, impulsar un
proceso de entendimiento y diálogo nacional permanente, orientado a
tratar y generar políticas de estado para superar la
histórica exclusión de los pueblos y las iniquidades generadas por el
ajuste". El acuerdo prevee también la revisión de las medidas
económicas, entre otros ítems y preconiza la necesidad de que el
gobiernos y los pueblos indígenas realicen nuevos entendimientos.

En una reunión mantenida en el Congreso Nacional, con el bloque
legislativo Pachakutik, la dirigencia de la Confederación de
Nacionalidades Indígenas del Ecuador, CONAIE y otras organizaciones,
Menchu se comprometió a realizar un monitoreo de los acuerdos, para
lo cual un equipo de la Fundación que lleva su nombre permanecerá en
el país por un cierto tiempo.

En esa misma ocasión, Rigoberta resaltó que la lucha de los pueblos
indígenas y de los movimientos sociales, permitirá a corto, mediano e
largo plazo, un cambio radical en la conducción del Estado e indicó
que lo que está haciendo el movimiento indígena en el Ecuador es un
ejemplo para el resto de lo pueblos indígenas en la América latina,
pues solamente con la lucha organizada se podrán lograr cambios
fundamentales en la gobernabilidad.

Conjuntamente con la dirigencia de los pueblos indígenas, Rigoberta
Mecnhu participó de las celebraciones multitudinarias del triunfo del
levantamiento en las comunidades indígenas del norte del país.