Iniciativa indígena por la paz

2000-12-01 00:00:00

Conferencia Satélite preparatoria de la Conferencia Mundial contra el
Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de
Intolerancia

Los participantes en la Conferencia Satélite convocada por la Iniciativa
Indígena por la Paz, reunida en la Ciudad de México los días 4 y 5 de
noviembre de 2000, hemos decidido adoptar las propuestas contenidas en la
presente declaración, como contribución desde la experiencia indígena, a fin
de que los Estados y organismos internacionales las incorporen en las
recomendaciones finales y el Plan de Acción de la Conferencia Mundial contra
el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de
Intolerancia.

Para ello, reafirmamos nuestro compromiso de combatir con determinación estos
fenómenos, promoviendo medidas jurídicas y políticas públicas inclusivas,
fomentando el diálogo intercultural, para lograr cambios de mentalidades,
actitudes y comportamientos -individuales y colectivos- que promuevan la
igualdad, la justicia, el respeto a la diferenciación cultural y la
diversidad como base fundamental de la convivencia humana en un mundo sin
racismo.

La mundialización económica y la migración internacional contemporáneas
vienen a reactualizar y agudizar la discriminación institucionalizada y
sistemática contra nuestros pueblos, marginándonos de los beneficios del
desarrollo a través de políticas públicas excluyentes.

Los pueblos indígenas, consideramos necesario contribuir a la unidad en la
diversidad y continuar construyendo procesos que armonicen lo particular y lo
universal, a través de un diálogo intercultural.

En virtud de estas consideraciones, declaramos que:

La normativa sobre Derechos Humanos debe aplicarse respetando su carácter
universal e indivisible para todos los pueblos e individuos, sin excepciones.
Estos principios, por lo tanto, deben plenamente en el reconocimiento y
ejercicio de los derechos de los pueblos indígenas.

El racismo es un problema histórico que tiene profundas raíces en el
colonialismo y la esclavización de pueblos enteros. Está presente hoy,
afecta y vicia el principio anterior.

El racismo contra nuestros pueblos, ha sido visualizado de forma diferente a
como se lo ha hecho con el que afecta a otros pueblos o grupos. Con
frecuencia es encubierto y se le toma falsamente como fenómeno histórico del
pasado y no como proceso continuado real y vigente.

El racismo y la discriminación racial son tragedia que continúan ocasionando
violencia contra nuestros pueblos dondequiera que nos encontramos, sea en
países en vías de desarrollo o en los así llamados países desarrollados.

Este fenómeno amenaza de manera integral la sobrevivencia de los pueblos
indígenas en todos los aspectos, en nuestra integridad individual y
colectiva, nuestra cosmovisión, nuestras formas de organización y nuestros
valores culturales, espirituales y tradicionales.

Las manifestaciones del racismo y la discriminación incluyen, entre otras,
las siguientes:

- Las limitaciones, restricciones y deformaciones de los derechos humanos y
libertades fundamentales de los pueblos indígenas, incluyendo nuestro derecho
a la vida y nuestra continuada existencia como pueblos indígenas.

- Los actos de genocidio, etnocidio y ecocidio resultan, todos, en la
extinción de nuestros pueblos.

- La extinción de derechos aborígenes sobre nuestras tierras, territorios y
recursos, incluyendo nuestros medios de subsistencia, así como los derechos
confirmados por tratados y acuerdos firmados con los Estados. Ha de
señalarse que el concepto de extinción se nos aplica solamente a los pueblos
indígenas y sus derechos.

- Las prácticas de desposesión, expropiación, confiscación, usurpación y
dominación de nuestras tierras, territorios y recursos.

- La falta de aceptación de, y los ataques a, las prácticas culturales y
espirituales, las economías y formas de vida tradicionales, a nuestro
patrimonio cultural e intelectual, así como a nuestros lugares sagrados y de
significación histórica, de los que hacen parte nuestras prácticas de salud y
conocimientos farmacológicos, combinados con continuados intentos de
apropiación de éstos, incluyendo códigos genéticos humanos, animales y
vegetales.

- Las acciones de racismo institucionalizado, así como la falta de acción del
Estado para atacar las manifestaciones de discriminación y racismo cuando
emergen y se manifiestan, ya que esto último tiende a alentar y legitimar las
actitudes y comportamientos de ese carácter.

- Los procesos de asimilación basados en ideas de superioridad de un grupo o
de una cultura sobre otra, que buscan hacer desaparecer la identidad
diferenciada indígena considerándola inferior, incluyendo procesos de
transmigración que transforman mayorías indígenas en minorías en nuestros
propios territorios.

- Los desplazamientos y la reubicación forzados de pueblos indígenas fuera de
nuestros territorios por conflictos armados o para implementar proyectos de
desarrollo ajenos a nuestros pueblos.

- La falta de respeto a las normas y principios de equidad en la prestación
de servicios de salud, el acceso a la vivienda, a la formación, capacitación
y educación en todos los niveles, así como al empleo, lo que resulta en la
frustración de nuestros planes integrales de vida y en nuestra mayor
exclusión y empobrecimiento.

- La imposición de la hegemonía de sistemas jurídicos coloniales que buscan
desconocer y anular los sistemas jurídicos propios de nuestros pueblos,
agravados por la falta de acceso adecuado a los tribunales y la negación del
principio del debido proceso, lo que trae consigo, entre otros efectos, la
denegación de justicia y, a menudo, la muerte de indígenas mientras se
encuentran bajo custodia y porcentajes altamente desproporcionados de
encarcelamiento.

Todo lo anterior es consecuencia de la denegatoria del derecho de libre
determinación de los pueblos indígenas, teniendo en cuenta que los dos Pactos
Internacionales de Derechos Humanos declaran en su idéntico artículo 1, que
todos los pueblos tienen el derecho de libre determinación.

Por lo tanto, nosotros, los pueblos indígenas, demandamos a los Estados y
organismos internacionales incorporar las siguientes medidas, que deberán
llevarse a efecto con nuestra más amplia y efectiva participación:

Medidas jurídicas contra la discriminación

- Instar a los Estados a elaborar marcos jurídico que promuevan políticas
realmente pluriculturales y plurilingües, con el pleno reconocimiento y
respeto de la diversidad y la promoción de relaciones interculturales en el
marco de los derechos individuales y colectivos.

- Aplicar plenamente la Convención Internacional sobre la Eliminación de
todas las Formas de Discriminación Racial, y la formulación de la Declaración
prevista en el Artículo 14 .

- Promover la ratificación del Convenio 169 de la OIT, su aplicación donde ya
está ratificado procurando, en procedimientos posteriores, la superación de
sus deficiencias, así como su permanente evaluación por parte de los pueblos
indígenas.

- Promover el avance y la pronta aprobación del Proyecto de Declaración de
las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas aprobado por
la Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y Protección a las Minorías
en su Resolución 1994/45, sin abandono ni debilitamiento de los criterios
principales que ese texto contiene.

- Expresar nuestra satisfacción por la creación del Foro Permanente para los
Pueblos Indígenas como organismo subsidiario del Consejo Económico y Social
de las Naciones Unidas, e impulsar activamente su pronta constitución y
puesta en marcha, garantizando una amplia y genuina participación de los
pueblos indígenas para lograr una composición representativa que contribuya
al avance unitario del movimiento indígena y la preservación de los espacios
conquistados hasta el presente.

- Defender y vigilar el cumplimiento de los derechos confirmados por Tratados
y Acuerdos suscritos entre los Estados y los pueblos indígenas. - Promover la
ratificación por todos los países de la Convención Internacional para la
Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migrantes y sus
Familiares.

- Demandar la ratificación y aplicación plena de la Convención sobre la
Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer y la
Convención para Prevenir, Sancionar y Eliminar la Violencia contra la Mujer
de Belem do Pará.

- Promover la elaboración o reelaboración y puesta en práctica de políticas y
legislación migratorias por parte de los Estados, con amplia participación de
las organizaciones migrantes y otras entidades vinculadas a la temática, que
establezcan la plena vigencia de los derechos humanos fundamentales de las
poblaciones migrantes y los servicios de policía migratoria que correspondan
en ese contexto.

- Promover las reformas constitucionales y legales necesarias y la definición
de políticas públicas que garanticen la libre determinación de nuestros
pueblos y la definición de nuestras propias prioridades y estrategias para el
ejercicio de nuestro derecho al desarrollo.

- Promover, en el seno de las organizaciones regionales la elaboración de
planes de acción contra el racismo y la discriminación que incorporen los
programas de acción que surjan de la Conferencia Mundial contra el Racismo,
la Discriminación Racial, la Xenofobia y Formas Conexas de Intolerancia.

- Exigir que los Estados, organismos internacionales y sector empresarial, se
comprometan a analizar todos sus programas institucionales para detectar los
elementos de discriminación contra los pueblos indígenas y tomar medidas para
su eliminación.

- Promover la transformación integral del sistema indigenista interamericano,
a través de la reforma a la Convención de Pátzcuaro, garantizando nuestra
presencia y representación en todas las instancias de deliberación y
decisión, nacionales y regionales.

Educación, cultura y medios de comunicación

- Demandar a los Estados las condiciones y recursos que aseguren la
ampliación de nuestras oportunidades para ejercer nuestro derecho a adquirir,
reproducir, manifestar, practicar, desarrollar y enseñar nuestros
conocimientos, tradiciones, costumbres y prácticas espirituales.

- Reconocer los procesos, sistemas y metodologías de educación propios de
nuestros pueblos mediante una educación que contribuya al desarrollo de la
lengua indígena y la afirmación de la identidad.

- Elaborar modelos de educación intercultural y bilingüe inscritos en los
sistemas educativos nacionales en todos los niveles, que valoren la riqueza
de la diversidad cultural y lingüística de cada país, superen las prácticas
discriminatorias existentes en tales sistemas y cuenten con los recursos
necesarios para ser llevados a la práctica.

- Promover la eliminación de contenidos discriminatorios de los medios de
comunicación y exigir que procedan con respeto a los valores, derechos e
identidades de nuestros pueblos. Invitar a los medios de información públicos
y privados a que conozcan y reflejen debidamente la diversidad cultural de
nuestros países.

- Demandar el apoyo para el establecimiento y fortalecimiento de nuestros
medios propios de comunicación y espacios a través de los cuales podamos
acceder a todos los demás medios de información no indígenas para difundir
una imagen digna de lo que somos y lo que proponemos.

Participación

- Fortalecer la capacidad de las instituciones y organizaciones de pueblos
indígenas en la lucha contra el racismo y por la afirmación de sus derechos
inalienables, en los niveles local, nacional, regional e internacional.

- Afirmar nuestra decisión de no dejar impunes los crímenes de lesa humanidad
cometidos contra los indígenas del mundo, recurriendo a los tribunales
idóneos en cada caso.

- Asegurar que los gobiernos faciliten la participación de líderes indígenas
en todos los eventos del proceso preparatorio y en la propia Conferencia
Mundial e incorporen a representantes indígenas en sus delegaciones
oficiales.

Estas propuestas y demandas, exigen una voluntad política y un compromiso
renovados de los Estados y organismos internacionales para la eliminación del
racismo y todas las formas de discriminación, cuya efectivización no será
posible de no contarse con el marco normativo, los mecanismos institucionales
y los recursos suficientes para que los resultados de esta 3ra. Conferencia
Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las
Formas Conexas de Intolerancia logren su concreción.

Por nuestra parte, reafirmamos nuestra voluntad y compromiso de trabajar en
conjunto con otros pueblos y sectores afectados por estos mismos fenómenos,
conscientes de que sólo la articulación consciente y la alianza entre los
actores interesados podrán contribuir a forjar un nuevo milenio libre de
racismo.

México, D.F., 5 de noviembre de 2000