Las trampas del “mecanismo de desarrollo limpio”

2009-10-16 00:00:00

Es un medio por el cual los países responsables de los más grandes volúmenes de emisiones de gases de efecto invernadero rehúsan asumir sus responsabilidades de reducirlas y descargan la responsabilidad de absorber las emisiones de carbono a los países en vías de desarrollo.
 
La entrada en vigencia del Protocolo de Kyoto y sus medidas con el fin de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) han originado un mercado de carbono. La meta es reducir el 5.2% de las emisiones de GEI entre los años 2008 y 2012 teniendo como base el año 1990. El Protocolo estableció mecanismos de reducción como el Comercio de Emisiones, la Implementación Conjunta y el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL). El MDL plantea que los países industrializados, para cumplir con las metas de reducción de GEI, pueden invertir en proyectos de reducción de emisiones en países en vías de desarrollo y que, además, contribuyan al desarrollo sostenible de los países anfitriones. Las reducciones de emisiones pueden ser cuantificadas y vendidas posteriormente a países industrializados que tienen compromisos de reducción.
 
Según la Comunidad Andina (CAN), hay un total de 262 proyectos MDL en la región, de los cuales 46 son proyectos forestales, y afirma que hay un interés creciente de empresarios y comunidades en ellos. Por ejemplo, en Bolivia se ubican 7 proyectos forestales, de los cuales al menos la mitad pretenden forestar valles interandinos en Cochabamba y Chuquisaca que involucrarían a comunidades indígenas. Colombia tiene 12 proyectos forestales, dos de los cuales involucran la participación de comunidades. En Ecuador hay 16 proyectos, de los cuales al menos 6 se encuentran en la sierra, especialmente en provincias como Loja, Azuay, El Oro, Zamora, entre otras, que involucran un área cercana a las 50 mil hectáreas a reforestar, a las que debemos añadir las 23 hectáreas forestadas por el proyecto de PROFAFOR. Y en el Perú existen 11 proyectos, ubicándose 4 de ellos en el área andina, principalmente en la región Junín, donde se pretende reforestar más de 20 mil hectáreas.
 
Aunque el mercado de carbono representa una iniciativa para mitigar los impactos del cambio climático, desde la perspectiva histórica de los pueblos indígenas es un medio por el cual los países responsables de los más grandes volúmenes de emisiones de GEI rehúsan asumir sus responsabilidades de reducirlas y descargan la tarea de absorber las emisiones de carbono a los países en vías de desarrollo. Por tanto, al no enfocarse en las fuentes, no son una solución efectiva para el cambio climático.
 
Los proyectos MDL incluyen actividades relacionadas con las centrales hidroeléctricas, eólicas (viento), gestión de residuos sólidos municipales, sistemas de transporte, uso de agrocombustibles, reforestación y forestación. Estos proyectos no representan una oportunidad real para nuestros pueblos indígenas; por el contrario, son una amenaza por los impactos negativos del desplazamiento de actividades como el pastoreo o la agricultura por los bosques, afectando nuestra alimentación y nuestros ingresos.
 
Otra amenaza es la introducción de especies exóticas (pinos y otros) a gran escala, por los impactos ambientales sobre nuestros territorios indígenas y nuestros conocimientos tradicionales de manejo de los bosques, así como para la seguridad jurídica de nuestros territorios. Por otra parte, los incentivos económicos para la participación de las comunidades pueden afectar la organización y los derechos colectivos, como sucede con las actividades extractivas (minería), que para ganar el respaldo comunal entrega incentivos individuales. En suma, no contribuirían al desarrollo sostenible de nuestras comunidades.
 
Veamos un ejemplo concreto: en 1990 el Directorio de Empresas Holandesas Generadoras de Electricidad constituyó la Fundación FACE (Forest Absorbing Carbon Dioxide Emissions) con el objetivo de plantar 150 mil hectáreas forestales en el mundo, la mitad de ellas en los Andes del Ecuador, entre los 2400 y 3500 metros de altitud, para absorber 35 millones de toneladas de CO2 y mitigar las emisiones de carbono en Holanda. Con tal fin establecieron en 1993 el Programa FACE de Forestación de Ecuador (PROFAFOR), y habrían plantado a al fecha más de 22 mil hectáreas en la sierra.
 
PROFAFOR no compra tierra ni árboles: invierte en una función singular de los árboles: su capacidad de secuestrar carbono. Establece contratos con comunidades campesinas e indígenas, para lo cual ofrece a las comunidades una suma de dinero como “incentivo” por hectárea plantada: 165 dólares por hectárea a propietarios privados y 130 dólares por hectárea a organizaciones campesinas, lo que resulta discriminador.
 
PROFAFOR ha sido cuestionado por impulsar plantaciones eligiendo especies exóticas como pino y eucalipto en la sierra. A pesar de ello, continúa trabajando con diferentes comunidades y particulares en 8 provincias de la sierra ecuatoriana, sembrando pino; y ahora está en la costa, en la provincia de Esmeraldas, sembrando teca y eucalipto.
 
Las plantaciones de especies exóticas introducidas en los Andes del Ecuador, principalmente de pinus radiata, afectan un ecosistema vital para las comunidades y los usuarios del agua: el páramo. La función más importante de los páramos es el almacenamiento y distribución de agua, siendo la fuente de abastecimiento de agua dulce más importante del país. Las plantaciones de árboles son áreas propensas a incendios y por tanto a la veloz fuga de emisiones, a plagas y con ello a la pérdida de vegetación.
 
Tampoco resuelven las necesidades específicas de la población local. Por el contrario, hacen que ésta abandone sus prácticas agrícolas y de conservación y que se afecten otros bosques por los desplazamientos de la población. Al privilegiar con las plantaciones el objetivo de producir madera, se restringen los usos para agroforestería y pastoreo, tradicionalmente realizados por nuestras comunidades.
 
El caso de FACE-PROFAFOR fue examinado en la Primera Audiencia del Tribunal Internacional de Justicia Climática, realizada los días 13 y 14 de octubre en la facultad de Derecho de la Universidad Mayor de San Simón, en Cochabamba, Bolivia.
 
 
Lima, 16 de octubre de 2009.
 
Coordinación General CAOI
 
Minga Global por la Madre Tierra: 12 al 16 de octubre
COORDINADORA ANDINA DE ORGANIZACIONES INDÍGENAS – CAOI
Bolivia, Ecuador, Perú, Colombia, Chile, Argentina