Al Tribunal Internacional de Justicia Climática.
Les envío un fraterno saludo solidario deseándoles mucha fuerza y esperanza en el camino de lograr fortalecer y generar las condiciones de protección y el derecho de Justicia frente a la devastación y daños que sufre nuestra Madre Tierra.
Han constituido una de esas instancias fundamentales de acción de los pueblos como es el Tribunal Internacional de Justicia Climática.
En poco tiempo más se reunirán en Copenhague, representantes de diversos países para determinar los caminos a seguir sobre el cambio climático que afecta la vida planetaria, provocado por los países industrializados que privilegian el capital financiero y la explotación, sobre la vida de los pueblos y la naturaleza.
Países que no han adherido o no han cumplido los Acuerdo de Kyoto y la Carta de Río y que continúan su acción devastadora.
El Tribunal Internacional de Justicia Climática, reunido en Cochabamba, es un aporte concreto para determinar las responsabilidades y la necesidad de fortalecer las acciones desde los pueblos y los gobiernos, contra aquellos que dañan a la humanidad y la impunidad de que se benefician.
Lamentablemente por razones de agenda, compromisos contraídos con anterioridad impiden mi presencia para acompañarles en el Tribunal. Pero quiero expresarles toda la solidaridad y apoyo en la causa justa que vienen impulsando.
Fraternalmente con al abrazo de todos los pueblos que viven y luchan por construir un mundo más justo y fraterno para todos y todas.
Adolfo Pérez Esquivel
Buenos Aires, 13 de Octubre del 2009