Rendimos nuestro más profundo homenaje de amor a la memoria de Hugo Rafael Chávez Frías, que se convirtió en el hombre nuevo que cargó la espada de Bolívar y la bandera de la solidaridad más humanista de este siglo.

Falleció un hombre bueno, pero nació un héroe, un prócer, un libertador de la segunda y definitiva independencia y unificación de América Latina. Este paladín de los pobres del mundo nos deja un legado colosal con su disminución de la pobreza, la erradicación del analfabetismo, la profundización de la democracia participativa, la extensión de un sólido sistema de salud universal y gratuito, una educación de calidad y accesible en todos los niveles, la construcción de viviendas dignas, la valentía de preservar la soberanía y la frente en alto ante cualquier oligarquía o imperio, mediante su exitosa promoción de la unidad de los pueblos del continente desde Québec 2001, hasta la derrota del ALCA en Mar del Plata, en 2005, y la formación de ALBA-TCP, UNASUR y CELAC.

Nosotros y nosotras nos comprometemos a llevar esa llamarada que Hugo Chávez nos dejó para que llegue -como dijo José Martí- “…la hora de los hornos y no se ha de ver más que la luz”. Chávez vive en nosotros y en las luchas de los más humildes contra las oligarquías y los imperialismos del mundo.

¡Hasta la victoria siempre!

Montreal, Quebec (Canadá) 10 de marzo de 2013

Declaración aprobada por los 150 participantes en la jornada.