Plataforma programática de las organizaciones firmantes ante el inicio de renegociación del TLCAN
Una negociación acelerada del TLCAN impuesta principalmente por Trump es, de parte de México, una claudicación. Los negociadores mexicanos están tan obsesionados en mantener el TLCAN y terminar su modernización antes de entrar de lleno en la coyuntura electoral que están dispuestos a ceder a cualquier demanda del gobierno de Estados Unidos y de las corporaciones trasnacionales.
Nos venden la idea de que si el TLCAN se cancelara sería una catástrofe para México.
Es verdad que la economía mexicana está ampliamente vinculada a la de Estados Unidos, pero precisamente por ello, si se terminara el TLCAN esta relación no cambiaría de la noche a la mañana;
habría tiempo para replantear el modelo de relación que México realmente necesita.
Lo único que cambiaría es que cesarán los súper-privilegios que actualmente tienen las empresas trasnacionales.
Aun sin estos privilegios para ellas seguirá siendo un buen negocio su relación con México y por ello no se irán.
Sin el TLCAN se quitarían las trabas para que se puedan regular estas relaciones para que tengan más beneficios para México, mientras se va transitando a un modelo económico menos dependiente del exterior.