Perú: año nuevo andino
El año nuevo andino se celebra en conmemoración del solsticio de invierno, momento en que el sol se acerca a la tierra luego de haberse alejado por varios meses. Esta celebración tiene un gran significado para el pueblo quechua en Perú y Bolivia.
En el año nuevo andino, denominado Inti Raymi en algunas zonas de la región quechua, las familias de las comunidades indígenas rinden homenajes y dan la bienvenida al Sol que regresa a para dar nuevos frutos a las comunidades y hacer posible la producción en la tierra.
Con motivo de esta celebración conversamos con Angela Chislla Palomino, lideresa de la ONAMIAP en Puno. Ella nos cuenta qué es lo que significa esta celebración para las comunidades indígenas.
Un nuevo ciclo
“Nosotros los pueblos indígenas recordamos a nuestra Madre Tierra, celebramos que estamos terminando la cosecha de nuestros productos”, afirma Chislla Palomino.
Ángela, sabia andina del pueblo Quechua de Puno afirma que son cuatro fechas al año en que se celebra y realizan rituales de agradecimiento a la Madre tierra, estas son: el 21 de diciembre, 21 de marzo, 21 de junio y 21 de setiembre.
Todas estas fechas son celebradas con rituales de agradecimiento a la Pachamama. Sin embargo, es el 21 de junio la fecha elegida para la celebración del Año Nuevo Andino debido a que marca el inicio de un nuevo ciclo anual. Es en esta fecha cuando se terminan de recoger las cosechas de los productos que los pueblos indígenas han sembrado a lo largo del año anterior.
Cosmovisión Andina
Los pueblos indígenas permanecen en permanente comunicación con la Madre Tierra debido a que gran parte de sus actividades las realizan en el campo. “La Pachamama se comunica a través de los animales, los pastos, los insectos, los ríos, los lagos, todo”, afirma Ángela Chislla.
Este proceso de permanente comunicación se le denomina cosmovisión andina. “Es en esta fecha también cuando comienza a florecer la Pachamama, cuando se sabe si la producción va a cambiar”, explica Ángela, “desde este momento se sabe qué cosas van a pasar, si este año va a ser de lluvia o un año seco”.
Desde la llegada de la religión católica al territorio de los pueblos, las actividades del año nuevo andino se fusionaron con la fiesta de San Juan. Es por este motivo que se trasladaron al 24 de junio.
Los pueblos indígenas supieron conservar sus tradiciones y costumbres, aprovecharon esta festividad para realizar más actividades de reciprocidad. “En Cusco y Puno, hay constantemente actividades a la Pachamama”, dice Ángela, “cada uno en su casa tiene su manera de agradecer a la Madre Tierra”.
Rol de la mujer
En la cosmovisión indígena existe la dualidad del mundo, tanto el varón como la mujer tienen un rol fundamental en el ritual a la Madre Tierra, sin embargo, existen zonas donde ha predominado el machismo, es en estas zonas que las celebraciones corren a cargo de los varones, mientras la mujer conserva un rol pasivo.
“En nuestra comunidad siempre ha participado la mujer, ya que muchas veces es la cabeza de la familia y necesariamente debe hacer el ritual, un alcance a la Pachamama”, explica Ángela.
Turismo y aprendizaje
En los últimos años y con la finalidad de atraer más turismo a la región sur del Perú, se han implementado actividades netamente turísticas, al respecto Ángela comenta: “Por un lado está bien la difusión, pero no que se comercialice con nuestra cultura”.
“La gente debe vivirlo, sentirlo, debe identificarse como pueblo indígena”, declara, “por eso es importante que los niños aprendan nuestra visión”.
Hoy en día existen proyectos regionales para incorporar la interculturalidad en la educación básica, debido a esto se ha implementado la celebración del Año Nuevo Andino en los colegios de inicial, primaria y secundaria en la región Puno.
“Los niños aprenden a valorar su propia identidad”, dice Ángela Chislla, “participan en las actividades para celebrar esta etapa”.