Los nuevos peligros para el ALBA
El presidente Rafael Correa inauguró esta mañana la XII Cumbre Presidencial de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) en la que participan los presidentes Nicolás Maduro, Daniel Ortega, Evo Morales y otros delegados del bloque e invitados especiales.
El presidente Correa, en su alocución que duró más de una hora, se refirió a los peligros que representa para nuestros países los tratados bilaterales de inversión y los centros de arbitraje (como el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones-CIADI) que están concebidos para favorecer a las empresas transnacionales, aspectos que deben ser considerados por el ALBA.
El capital, según señaló Correa, tiene mas derechos que los seres humanos, “cualquier transnacional puede llevar a cualquiera de nuestros Estados soberanos a un arbitraje sin pasar por las instancias jurídicas internas de los países (…). Estos centros de arbitraje, por demás corruptos, con conflictos de intereses: árbitros que son abogados de las propias transnacionales, que van y vuelven a dichas trasnacionales, árbitros que les conviene ser competentes, jamás declarar que no son competentes para tratar un caso, porque, a diferencia de los jueces nacionales que ganan un sueldo fijio independiente de los juicios que tengan que tramitar, ganan en función de los casos que tengan que tramitar”.
El presidente Correa se refirió, en concreto, a los casos de la empresa Occidental y de la Chevron, empresas transnacionales que han demandado al Estado ecuatoriano por millonarias sumas. En el primero, un tribunal arbitral del CIADI ordenó pagar a Ecuador una indemnización de 2300 millones de dólares en beneficio de la empresa luego de que el Ministerio de Energía determinó la caducidad del contrato, luego de que Occidental incumplió las leyes ecuatorianas al transferir sus derechos sin autorización ministerial a favor de la empresa Alberta Energy Corp.
El presidente ecuatoriano señaló que, lo que no han logrado en las urnas los opositores (los “pelucones” en Ecuador o los “escuálidos” en Venezuela), lo que no han logrado los condicionamientos de la burocracia internacional del FMI, del Banco Mundial, lo pueden logar los centros de arbitraje internacional a nombre de la seguridad jurídica.
Luego del acto de inauguración los presidentes se reunieron para debatir y acordar la agenda que contempla el fortalecimiento institucional del ALBA, la ampliación del Sistema Único de Compensación Regional (SUCRE), el Fondo Común de Reservas ALBA-TCP, incremento de los programas y misiones sociales, el tema de la comunicación, así como asuntos de la defensa y seguridad.
Las organizaciones reunidas en la II Cumbre de Movimientos Sociales, que culmina 30 de julio, entregarán a los presidentes del ALBA la “Declaración de Guayaquil” en la que llaman a avanzar en una incorporación orgánica y plena de los movimientos sociales en el proceso de toma de decisiones de ALBA. Así mismo abogan por el fortalecimiento y multiplicación de iniciativas como las Grannacionales y Petrocaribe, que plasman formas de articulación e intercambios económicos justos y complementarios, que abren otras posibilidades de eficiencia y sostenibilidad económica.
Los movimientos sociales así mismo rechazan a la llamada Alianza del Pacifico compuesta por los gobiernos de derecha –alineados con Washington- de México, Perú, Chile y Colombia, por considerar que constituye un retorno al neoliberalismo y un intento de remozar la hegemonía imperialista.