Por la paz y contra la guerra:
Llamado para 24 horas de acción en solidaridad feminista en todo el mundo
El sábado 3 de junio, de 12:00 a 13:00h, únete a nosotras en una acción solidaria por la paz en todo el mundo. Puedes manifestarte, escribir un mensaje… o solo sacar una foto o grabar un vídeo y colgarlo en nuestro facebook https://www.facebook.com/marchemondialedesfemmes/ y enviárnoslo al correo electrónico: info@marchemondiale.org
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Ser mujer es vivir constantemente en un periodo de guerra. Repetimos esta frase durante nuestra Cuarta Acción Internacional en 2015 al explicar el contexto en el que vivimos las mujeres en nuestros hogares, comunidades y territorios. Durante nuestro X Encuentro Internacional en Maputo, que se celebró en octubre de 2016, existió consenso sobre que la violencia y el terrorismo se están extendiendo en el mundo a pasos agigantados. La ofensiva conservadora y la militarización de la vida cotidiana de las mujeres han pasado a ser una tendencia habitual en todos lados.
De norte a sur, de este a oeste, las mujeres sufren los efectos y las consecuencias de la ocupación territorial por parte de los regímenes imperialistas coloniales, que subyuga los pueblos en condiciones infrahumanas y a través de asesinatos y encarcelamientos traumáticos mientras el resto del mundo contempla en silencio. Esto es una guerra.
Estamos siendo testigas de la subida de los gobiernos de extrema derecha y populistas de derecha en muchos países del globo, que imponen un retroceso en los derechos conquistados durante muchas décadas gracias a luchas populares por la justicia, la libertad y la igualdad. Por un lado, incitan a la intolerancia, el odio y la guerra contra minorías, migrantes, negras, indígenas y personas disidentes. Por otro, estos gobiernos están forzando la entrada de unas agendas neoliberales mucho más radicales que defienden los intereses de corporaciones transnacionales que han apoyado sus campañas electorales.
Nos enfrentamos a nuevas formas de colonialismo, donde esos gobiernos, en connivencia con Corporaciones Transnacionales (TNC), invaden naciones en África, Asia y América Latina aduciendo inversiones directas y cooperación al desarrollo. Manipulan a gobiernos nacionales cuyas elecciones han financiado a través de mecanismos de ayuda y bajo el paraguas de los Tratados de Libre Comercio y políticas neoliberales. Acaparan tierras; despoja y desplaza familias y comunidades enteras de su forma de ganarse la vida y de todos los recursos naturales que son esenciales para la vida. En estos contextos, las comunidades tienen que soportar extrema pobreza, violencia y miedo sobre su presente y futuro. Las mujeres lo pagan caro mientras luchan para asegurar medios de supervivencia para sus familias, son explotadas en trabajos no remunerados y muchas veces acaban en prostitución, matrimonios tempranos y forzosos con un futuro embargado.
La militarización de nuestras vidas cotidianas ha pasado a ser habitual en todo el mundo. Las superpotencias producen armamento y se lo venden a países donde poseen intereses económicos sólidos. Las naciones africanas son sus mercados preferidos, en particular los países de África Occidental y otros países como República Centroafricana, la República Democrática del Congo, y Mozambique. Fomentan la deuda al proveer armas a los gobiernos nacionales y grupos rebeldes, que a su vez siembran guerras civiles y ataques terroristas en todo el territorio.
Mientras los pueblos luchan entre ellos, las TNC intensifican sus operaciones extractivistas y recuperan el poco dinero que pagan como impuestos en forma de pagos de deuda. En este contexto, los gobiernos nacionales carecen de capacidad para ofrecer servicios básicos, como sanidad, educación, agua y saneamiento, vivienda, transporte público; no queda espacio para el proceso de construcción de instituciones democráticas. Aumentan la violación de los derechos de las mujeres y crímenes generales cuando los sistemas judiciales solo defienden y protegen los intereses de élites políticas y la impunidad de las TNC. Esto es una forma de guerra.
Democracia ha sido denostada y no ha conseguido que se celebren unas elecciones justas, manteniendo gobiernos dictatoriales en el poder durante muchos años. Los derechos constitucionales y las leyes se manipulan y cambian conforme a los intereses de unas élites minoritarias. Hemos sido testigas de detenciones y asesinatos de activistas políticas y del cierre de sus organizaciones en Turquía, Burundi y en muchas otras partes del mundo. Las instituciones regionales y mundiales no han conseguido mediar en los conflictos ni fomentar la rendición de cuentas. En lugar de eso, siguen legitimando esas dictaduras.
Miles de personas se ven forzadas a migrar. Vivimos un periodo histórico de movilidad de las personas en busca de un lugar donde salven la vida y la vida de sus familias. África es el continente que recibe mayor número de migrantes: niños, mujeres y hombres de zonas rurales a urbanas, y de un país a otro.
Miles de migrantes de África y Oriente Medio mueren en el mar Mediterráneo intentando llegar a Europa para salvar la vida, intentando escapar de toda la brutalidad que causan las guerras, el hambre y las persecuciones provocadas por las mismas fuerzas capitalistas que se han mencionado antes. Las migrantes viven en unas condiciones muy vulnerables y se enfrentan a todas las formas de discriminación: no se les reconoce la ciudadanía, no tienen acceso a empleos, no pueden vivir con sus familias, están expuestas a la hambruna, a enfermedades y a muchas otras cosas. Las personas migrantes son seres humanos con conocimientos, cultura, valores y tienen un papel que desempeñar en el proceso de construir un mundo mejor para todas.
Nosotras, militantes de la Marcha Mundial de las Mujeres, hacemos un llamado a todas las activistas, compañeras y aliadas de todo el mundo para que se unan a nosotras en una acción solidaria por la paz el sábado 3 de junio, de 12:00 a 13:00h. Colgad vuestros mensajes o vuestras fotos en nuestra página de Facebook:
https://www.facebook.com/marchemondialedesfemmes/
Comparte tus mensajes/ demandas en solidaridad por la paz, contra la guerra, por los derechos de las migrantes, por mujeres que viven en territorios ocupados, por los pueblos afectados por las TNCs…
¡Seguiremos en Marcha hasta que todas seamos libres!