La Vía Campesina responde a la COP23 con un llamado por la Agroecología Campesina

Vía Campesina
2017-11-15 23:00:00

Bonn, Alemania, 10 de noviembre de 2017 – "Campesinos/as, pequeños/as productores/as y pueblos indígenas alimentan al mundo y enfrían el planeta" es la afrimación que el movimiento campesino internacional La Vía Campesina llevó a Bonn, Alemania, para posicionarla en la agenda de las reuniones sobre el clima de la COP 23 – tanto en el espacio oficial como en la Cumbre Climática de los Pueblos en la que se congregaron los movimientos sociales para definir estrategias alternativas al capitalismo y su crisis climática.

 

Según el grupo ETC, los campesinos/as y pueblos indígenas son los únicos proveedores de alimentos para el 70 por ciento de la población mundial, y utilizan solo el 30 por ciento de los recursos naturales del planeta para llevar comida a todas las mesas.

 

"Ningún producto químico ha tocado jamás nuestros suelos. Nos hemos aferrado a nuestras semillas tradicionales que resisten muchos de los desafíos climáticos que enfrentamos", explicó Michaelin Sibanda, un pequeño campesino del Foro de pequeños/as campesinos/as ecológicos de Zimbabue (ZIMSOFF). "Sabemos que para tener alimentos saludables y ecosistemas saludables, necesitamos tener un suelo saludable."

 

Los principios agroecológicos ayudan a preservar el agua, los suelos y las semillas. Pero, para La Vía Campesina, la agroecología también es política: "Está comprobado que hay resiliencia en la agroecología y que la resiliencia también es resistencia — se relaciona con la manera en que nos organizamos colectivamente y unidos presentamos propuestas concretas de cambio sustentadas por el trabajo y las luchas en nuestros diferentes territorios", explicó Jesús Vázquez, un joven miembro de la Organización Boricuá de Agricultura Ecológica en Puerto Rico. En septiembre de 2017, Puerto Rico fue devastado por dos huracanes consecutivos que socavaron severamente todos los aspectos de la vida en la isla, incluida la producción de alimentos. Vázquez continua:

 

"En el contexto de estos huracanes, hemos sido testigos de que las prácticas agroecológicas son más resistentes a los fenómenos meteorológicos extremos, aportan resiliencia. Muchas raíces y tubérculos han superado el desastre. Muchos/as campesinos/as y agricultores/as están ya de vuelta en los campos plantando y cultivando a pesar de que la Secretaría de la Agricultura dice que la agricultura está completamente devastada en toda la isla. Estamos aquí para recordarles a los gobiernos que el cambio tiene que ser sistémico."

 

Las propuestas de La Vía Campesina y de sus aliados para abordar la crisis climática van a la raíz del problema: el control de las corporaciones sobre la toma de decisiones y los procesos resultantes de acaparamiento de tierras y aguas, criminalización de los/las campesinos/as y violaciones de los derechos humanos en las cadenas de suministro transnacionales utilizadas para la producción de alimentos. "En las negociaciones sobre el clima, los gobiernos están proponiendo soluciones falsas. Las llamamos falsas porque estas propuestas no producen un cambio real, sino que refuerzan las ganancias corporativas", dijo Fanny Metrat de la Organización campesina francesa Confédération Paysanne. "Las personas que promueven los mercados del carbono, geoingeniería, la llamada agricultura climáticamente inteligente son las mismas que están promoviendo también la producción ganadera intensiva en emisiones y una agricultura industrial basada en las exportaciones, que requiere cantidades masivas de combustibles fósiles. Es una gran contradicción", afirmó.

 

En la COP23, destacan claramente las contradicciones. El gobierno alemán, gran promotor de la economía verde, que se ha posicionado como punta de lanza de los esfuerzos para enfrentar el cambio climático, amplia al mismo tiempo su producción de carbón — el combustible fósil más sucio del planeta. La delegación internacional de miembros de La Via Campesina se ha unido a las 4000 personas de la marcha y acción de desobediencia civil Ende Gelände (Aquí, y no más lejos) contra la empresa minera más importante de Alemania, KWE, fortaleciendo el mensaje de que la acción más importante para enfrentar la crisis climática es mantener los combustibles fósiles en el suelo.

 

Bernd Schmitz de la Arbeitsgemeinschaft bäuerliche Landwirtschaft (AbL), la organización miembro de agricultores/as de La Via Campesina en Alemania, subraya la necesidad de cambios en Alemania. Dirigiéndose a los periodistas, Schmitz declaró,

 

"Las consecuencias del calentamiento global se sienten en todo el planeta. En Alemania, hemos tenido sequías extremas en ciertas regiones y lluvias extremas en otras. ¡Este año, debido a tormentas severas de granizo, hemos perdido casi toda la producción de frutas en algunas regiones de Alemania! El gobierno es demasiado lento para responder ante el problema. La AbL sostiene que la agricultura a pequeña escala, que incluye una cadena alimentaria local y una producción de alimentos ecológicos, ayudaría a resolver el problema. Este sistema usa menos energía fósil, lo cual reduce la emisión de gases de efecto invernadero peligrosos. Los/las pequeños/as agricultores/as de todo el mundo necesitan urgentemente apoyo para alimentar a la población y mantener sus medios de subsistencia  en el contexto del cambio climático."

 

La Via Campesina se ha unido a otras comunidades que están en primera línea, incluso a comunidades afectadas con sede en los Estados Unidos que están dentro de la delegación It Takes Roots, y también a pescadores/as y campesinos/as de la Convergencia Global de Luchas por la Tierra y el Agua. Un representante del contingente de África occidental de la Convergencia, Massa Koné, de Mali, fue claro acerca de la importancia de trabajar con los aliados para hacer frente al cambio climático y a las múltiples injusticias: "Como organizaciones de base, tenemos perspectivas similares sobre los problemas y lo que necesitamos hacer frente a ellos. La Vía Campesina permite que se escuche la voz de nuestras comunidades. Nuestro llamamiento al cambio de sistema es urgente porque el daño va en aumento. Los bienes comunes, incluidos la tierra, los bosques y el agua deben ser protegidos y restituidos a los pueblos. Necesitamos trabajar juntos con nuestros aliados para estar preparados/as para el cambio climático."