“Paso a paso” por la dignidad y la soberanía, caminaron centenares de campesinos y campesinas, que sin perder el camino que iniciaron el 25 de febrero pasado, en esta gesta que llegó hoy a su meta, Tegucigalpa.

 

“con el silencio nos plantamos inconformes ante el ruido de la politiquería que ahoga a este país. Con el silencio renovamos nuestro compromiso personal para hacer de la lucha la forma de vida que nos da esperanza, valor, alegría y fuerza. Con nuestro silencio hacemos un dolido homenaje a nuestro hermanos de esperanzas y rebeldías Hugo Rafael Chávez Frías, gran latinoamericano de todos los tiempos” manifiesta uno de los párrafos del comunicado emitido al llegar a los bajos del Congreso Nacional.  

 

Durante la caminata  “Paso a paso” por la dignidad y la soberanía las y los compañeros, indígenas, campesinos, defensores de derechos humanos, líderes y dirigentes populares, observaron en cada kilómetros “detalles de esta Honduras que amamos y respetamos. Nos encontramos rostros, palabras, arboles, piedrecitas, viento, sol y ríos”, leyó Bertha Cáceres, coordinadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, COPINH.

 

Agrega que pudimos ver con detenimiento su honda belleza verdiazul, y su avanzado deterioro en el paisaje talado, reseco, llenos de basura por el consumismo; recorrimos la piel de la pobreza que se ha profundizado en los cuerpos de las mujeres, de los niños y niñas, de los hombres.

 

Lo que movió la caminata, fue la indignación y la impotencia provocada por la determinación de quienes mal administran los bienes de la patria y la siguen entregando al gran capital nacional y extranjero. Con el argumento de un supuesto desarrollo han dilapidado históricamente la riqueza que produce este pueblo trabajador y noble.

 

Ha sido la corrupción y la impunidad la que ha provocado riquezas para la clase dominante en contubernio con compañías mineras, bananeras y la industria maquiladora que ha esclavizado a la clase trabajadora del país. Especialmente a las mujeres obreras.

 

“Nos mueve caminar el amor por nuestra tierra y nuestro empeño en su radical transformación económica, social y política que solo se concretará cuando se considere al ser humanos y a las comunidades de los distintos territorios de nuestro país como protagonistas de su propia historia”, manifestó Cáceres en la lectura del documento.

 

Originaria Santa Elena, La Paz, de Doña Candelaria, camino “paso a paso” a los largo de diez días, dijo que no hubo cansancio, frio ni calor, sólo buen ánimo para exigir a los que dirigen el país que respeten la vida, y que haya oportunidades dignas, que haya paz y tranquilidad en los pueblos lejanos, donde “hasta la libra de azúcar está cariñosa” (alto precio).

 

“somos luchadores y luchadoras de la vida” dijo firmemente doña Candelaria, cuyo equipaje era una bolsa de plástico donde guardaba unos cuantos panes, un sombrero, agua y “de todo” para el camino.

 

José Martínez, dijo que estos 224 kilómetros recorridos desde el pasado 25 de febrero es para defender la vida, protestar contra la criminalización de los movimiento sociales, porque están en la mirada de esta dictadura que día a día se va enraizando para obtener el poder absoluto y vender el territorio nacional en bandeja de plata.         

 

José, mientras conversaba con defensoresenlinea.com, llevaba el pabellón Nacional, lo que significa según sus palabras, que hay personas que si creen y van a entregar la vida, si es necesario, por nuestro país, para que seamos libres de la opresión y la miseria en la que se nos ha obligado vivir.

 

Un transeúnte, dijo que esta actividad es muy buena, pues no solo es pedir por los derechos de los campesinos, sino de los de la población en general, para ello hay que ser personas consientes y solidarias, y tener el valor que estos y estas compañeras tienen para protestar públicamente, sin miedo.

 

Asimismo, a la entrada a Tegucigalpa, bajo una temperatura cálida, miembros de organizaciones y sociedad en general, salían a las calles a saludar a los y las caminatas. Otros ofrecían agua y víveres, aplausos y palabras de aliento.

 

El Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Honduras, COFADEH, hoy acompañó la caminata con las redes que da formación en el Departamento de El Paraíso, la red de Comunicadores y comunicadoras Sociales, la red de Defensores y defensoras de Derechos Humanos y un grupo de una empresa campesina donde ya trabajan en la instalación de parcelas demostrativas por el derechos al agua y a la alimentación.  

 

Don Agustín, dijo sentirse muy orgulloso de poder acompañar esta caminata, pues lamenta que los problemas de concesiones y venta de tierra se dé a nivel nacional, y no solo en el norte o centro de Honduras.      

 

Y es que la caminata por la dignidad y soberanía “paso a paso”, exige que se derogue la nueva ley de minería, la reforma constitucional y las leyes que ponen en vigencia las “Regiones Especiales de Desarrollo” mejor conocidas como “ciudades modelo”, y la ley de modernización del sector agrícola.

 

Se exige la cancelación de las concesiones mineras, de los ríos y todas las aguas nacionales, porque genera una irreparable pérdida a l patrimonio económico, cultural y ecológico.

 

Manifestamos la oposición al desplazamiento de nuestras poblaciones, la militarización, represión y violación al derecho de la libre determinación, la soberanía nacional y nuestras vidas, manifestó la coordinadora del COPINH, al leer el pronunciamiento.

 

Asimismo se demanda a la Corte Suprema de Justicia, CSJ, ordene la libertad inmediata para el compañero José Isabel morales López, campesino del Bajo Aguan y miembro activo del Movimiento Campesino del Aguan, MCA, condenado por un homicidio que no cometió y juzgado por un tribunal que irrespetó todos los derechos y garantías del debido proceso legal, entre otras exigencias.  

 

“con esta caminata, damos un paso potente en la articulación de los movimiento sociales de lucha, haciendo más profundas las estrategias por la defensa de nuestros territorios y derechos. Volvemos unidos y unidas para hacer crecer la esperanza y las fuerza desde la acción colectiva” concluyó el pronunciamiento.